Capitulo 6

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Pov Narrador

Todos se alegraron ante la llegada del nuevo hijo del Sultán y la Sultana hurrem, excepto mahidevran pero esperaba el momento adecuado para acabar con la felicidad de hurrem sobre la noticia.

Mientras Suleiman e Ibrahim lograron conquistar Belgrado pero el Rey huyó, recibieron cartas del palacio y Suleiman se puso muy alegre al saber que su querida hurrem iba a tener un hijo suyo, durante el tiempo restante que se quedaron en Belgrado le fabricó un hermoso collar con forma de Jazmín hecho de diamantes y otras piedras preciosas, pues era las flores favoritas de hurrem después de los tulipanes.

Cuando Suleiman llegó al palacio, entró a los aposentos de su madre donde lo esperaba su familia, después de hablar con todos excepto con mahidevran, se dirigió a su bella esposa la cual ya estaba a término.

- Mi sultana, no tienes una idea lo feliz que me hace volver a verte sana y con nuestro hijo.

- No sabe como lo extrañe su majestad, siempre le reze a alá para que nada le pasara.

- Te prometí que volvería pero me has dado el mayor regalo que pudiste darme.

- Yo también estoy muy feliz, ha mustafa también le alegra tener un hermanito o hermanita.

Suleiman hizo un gesto con la mano y un sirviente se acercó y se inclinó con un cofre en sus manos, Suleiman lo abrió y sacó el collar que había hecho, Hurrem lo miro muy feliz, se volteo y dejo que le colocará el collar. La madre sultana y hatice los miraban muy felices pero solo una persona desprendía odio y rencor, luego ellos dos se retiraron y pasaron todo el día juntos, siempre acariciaba el vientre de hurrem muy emocionado.

Los días siguientes ya Ibrahim y hatice habían sido comprometidos y no cabían en su felicidad, Hatice le agradeció a hurrem pues sabía que ella había hablado con el Sultán. Un día en la tarde hurrem y hatice caminaban por el jardín pero hurrem estaba algo molesta pues Suleiman la sobreprotege demasiado al ponerle guardias que la siguen siempre.

- Vamos hurrem pronto terminará el embarazo.

- Pero se preocupa demasiado, no voy a tener al primer bebé de esta dinastía en siglos.

- Puede ser pero sigue siendo un hijo del Sultán además ve el lado bueno siempre está contigo.

- Si pero si no está él están ellos.

- Creo qu….

Pero no pudo continuar pues en la dirección contraria se acercaba mahidevran acompañada de Gulsa pero veía que llevaba una extraña sonrisa, se acercó y se inclinó en señal de respeto al rango de hatice y hurrem.

- Buenos días, Sultana hatice, Sultana hurrem.

- Buenos días mahidevran cómo está mi sobrino.

- No se preocupe Hatice esta bien, el príncipe de la corona goza de buena salud aunque me da lastima su futura función con el hijo de la Sultana Hurrem.

- ¿ De qué hablas mahidevran? ¿Mi hijo que tiene que ver?

- ¿ No te han mencionado la ley que se aplica cuando asciende el nuevo sultán?

- Mahidevran detente.

- Hatice no, tengo derecho a saber.

- Bueno cuando el Sultán asciende elimina a todos sus hermanos para evitar que haya guerras civiles, es decir, son ejecutados, si yo fuera tú rezaría por tener una niña porque si es niño tarde o temprano morirá.

- No..no.nooo, mi bebé, porque no me dijeron nada no pue...AHHHH

- Guardias ayúdenme lleven a la sultana a sus aposentos va a dar a luz y llamen a la doctora.

Después de que se llevarán a hurrem, Hatice le dio un fuerte golpe en la mejilla a mahidevran, le advirtió que esto no se quedaría así, se dirigió a los aposentos de su hermano y le contó todo, Suleiman estaba furioso, Mahidevran había rebasado el límite pero ahora debía ir con hurrem, al llegar la madre sultana ya estaba ahí y ya estaba enterada pues la misma hurrem entre el llanto le explicó todo.

Después de un largo tiempo hurrem dio a luz a dos hermosos bebés, un niño y una niña, fue una gran sorpresa y alegría, cuando hurrem ya estaba lista le entregaron a sus bebés pero comenzó a llorar.

- Hurrem ¿ Por qué lloras?

- Madre tuve un niño, y va a morir.

- Mi tulipan, nada les va a pasar a nuestros hijos yo mismo me encargaré de ello, esa ley desaparecerá y nuestros hijos estarán a salvo.

Hurrem sonrió feliz y abrazó a sus dos hijos mientras hatice la acompañaba y también la madre sultana mientras suleiman se dirigía a hablar con mahidevran, esta vez le dijo que tenía prohibido asistir a la boda de su hermana y que hasta nuevo aviso no saldría del palacio, y que evitará encontrarse con él pues poco le faltaba para desterrarla al viejo palacio.

Ya en la noche Suleiman nombró a sus hijos, al niño le puso Mehmed cómo había hablado con hurrem y a la niña que sería nombrada como la sultana del sol y la luna, Mariam. 

Pasado unos meses hurrem hablo con Suleiman para arreglar el problema que generaron los Lex Honoris con Polonia, así que todo se aclaró pero el príncipe que era pintor deseaba hacer una publicación de sus pinturas en Constantinopla y presentar un cuadro de una persona que quiso mucho y Suleiman acepto, Hurrem no sabía nada de aquello, creía que Leo había fallecido en un ataque que hubo tiempo después de que huyó en la capital, no pudo averiguar mucho solo que un príncipe había muerto y pensó que era Leo pero en realidad fue su primo, así que pronto sin saberlo lo volvería a ver y los dos se sorprenderían al saber que cada el que creían muerto no lo estaba.

Suleiman y hurrem un amor del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora