Al parecer, el temido escáner que me dijo el director es estar detrás de una puerta cerrada a esperar que te llamen. La gente entra ahí y salen a los cinco minutos, unos temblorosos y otros satisfechos. Para cuando me toca, la mitad de los renegados de trece años ya han entrado.
La sala es blanca, sin ventanas ni puertas, excepto por la que he entrado. Curiosamente, no está el director, sino dos jóvenes que no he visto nunca. A su lado, hay un tubo transparente y un panel con números, fechas, puntos...
-Hola, Julia. -dice una de ellos, una chica joven con rastas en el pelo.- Pasa detrás del tubo.
Me acerco y paso detrás. No es un tubo propiamente dicho, ya que es más bien medio, pero cuando paso se cierra detrás de mí.
-No te asustes, -dice con una sonrisa el otro chico, que tiene más cadenas en el cuello de las que puedo contar.- es totalmente indoloro.
Asiento. Sea lo que sea, no puede ser peor que este centro.
Del techo del tubo salen dos pinzas, una de las cuales me arranca un pelo de la cabeza. La otra tiene algo que parece un fino alfiler.
-Extiende la mano.
El alfiler me pincha en la mano y sale una gota de sangre.
-Ahora no te preocupes, te vas a dormir unos minutos, hasta que tengamos el resultado.
Entonces sale un extraño gas y todo se vuelve negro.
Cuando me desperté los dos me miraban. Con gesto preocupado.
-Julia. Estás en peligro.
No lo entendía. ¿Por qué?
-¿Cúales son mis resultados?
-Julia. -dice la chica de las rastas. Lo dice suspirando. ¿Por qué?- Julia, al director no le van a gustar tus resultados.
Noto un peso en el estómago. No sé mis resultados. Pero sé una cosa. Si los ve el director, que es la persona que más me odia en este mundo, seguro que me castigará de por vida.
-¿Qué pasa con mis resultados?
El chico de las cadenas se me acerca.
-Te lo intentaremos explicar. El test da un resultado, uno de obediencia y otro de rebeldía. Los renegados sacan entre 50 y 100% de rebeldía. Las notas medias están entre 60 y 85%. Luego están las notas de obediencia. Que te quede claro que si sacas, por ejemplo, 80% de obediencia y 50% rebeldía, eres renegado. La mayoría de este centro sacaron más de 50% de obediencia, y aún así, están aquí. Por eso este sistema es tan injusto. Pero hay otra cosa más.
-Julia, - dice la chica de las rastas- no se conocen renegados con más de 90%, porque se los llevan. No a campos. A centros. Y experimentan con ellos: medicinas, productos, aparatos mortales... Son aquellos cuyas palabras hacen que la gente crea, crea en ellos. Pueden generar una rebelión. Y tú, Julia, puedes hacer que el 100% de la gente de aquí te crea y te siga.
-¿Por qué?
-Porque tus resultados fueron 100% de rebeldía.♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪
¡Y después de como dos meses sin publicar, la 4° parte! Como he empezado el instituto < :'( > casi no voy a publicar, así que:
¡Nos leeremos el año que viene (probablemente)!♪Alis Chase♪
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Renegados [Editando]
AcakEn una sociedad en la que se valora la obediencia por encima de todo, desde hace muchos años, cuando una persona nace, antes de que sus padres puedan verla, se le hace un escáner que determina si va a ser obediente o rebelde. Si es esta última opci...