Mi Reina

White Day Orquídeas (Mika)

¡Hola! (primero: saludo. Educación, por favor) si bien dije que iba a hacer historias que se me ocurrieran (o sea, independientes una de la otra), este capítulo esta ligado al anterior. Puede que sea el último que haga así o no, no sé, ya veré como se van dando las cosas. ¡En fin, disfruten del segundo capítulo de este fic!

Advertencias: Puede que Mika salga algo Oc. La verdad es que como él no es muy...afectivo que digamos, tengo que poner un poco de mi parte para que esto este clasificado como romance (tampoco cursi, lo que es muy meloso no me gusta). Pero tratare de que salga lo más parecido a Mika (que hasta ahora no da indicios de ser ni un poco romántico).

Por cierto, quiero aclarar que este fic, Mika siempre vestirá con su primer uniforme (el de la primera temporada).

Los personajes no me pertenecen (que lástima...) y la historia tampoco. Todo es de Takaya Kagami.

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ESPECIAL "WHITE DAY"

El día de dar la respuesta a las niñas estaba llegando; no era tan notorio trantándose de los chicos pero el ambiente de romanticismo estaba presente. A Mika no le quedó más remedio que notarlo, con su posición de guardia de la ciudad, era difícil hacer caso omiso a la fecha que estaba por venir.

Suspiró. Hacía ya días que venía pensando en lo que Krul le había dicho: "¡Espero tu regalo del White Day~!", había hecho de todo para olvidarlo pero era inútil, era más, al correr de los días el pensamiento se hacía más fuerte e insistente, hasta el punto de ya no parecerle tan mala idea; después de todo, ella le había regalado un chocolate de San Valentín, no sabía como lo había logrado, pero seguramente se había esforzado; lo correcto sería devolverle el gesto. En el White Day se debía regalar algo de mayor valor que lo obtenido en San Valentín, eso complicaba un poco las cosas ¿qué podría gustarle a Krul? Tenía una mínima idea de sus gustos pero no bastaba, no lograba imaginar cual podría ser el regalo que a ella le gustaría recibir.

Se revolvió algo incómodo, sentado en el piso de piedra de la ciudad. Tampoco tenía que hacerlo ¿no? Al fin y al cabo Krul le había hecho una broma...¿no?Lanzó otro suspiro, esta vez más frustrado.

-Mika~...Mika~

Una voz lo llamaba, pero la ignoró. Hasta que la dueña de la voz lo sacudió por el hombro y ya no pudo ignorarla más.

-¡Mika~!¿Ya no escuchas?-le preguntó Ferid.

El rubio reprimió una mueca de fastidio.

-¿Qué quieres?-le preguntó bruscamente.

-Krul me mandó a llamarte.

-¿Te mandó a tí a llamarme?-le preguntó desconfiado, la reina prefería evitar a toda costa cualquier contacto con ese repugnante vampiro.

-Sí. Estábamos hablando de algo importante.

El tono serio y llano que usaba Ferid lo descolocó, algo estaba distinto;más allá de que hoy inusualmente no llevaba su acostumbrada cinta y en cambio tenía el pelo suelto;no era normal que el vampiro le hablase de aquella forma, generalmente sus "conversaciones" no variaban mucho: burlas por un lado, parquedad por el otro. Y aunque el tema de conversación fuese serio, Ferid jamás abandonaba su tono burlón. Enarcándo una ceja, Mikaela le preguntó:

-¿Ustedes dos?¿De qué hablaban?

-¡Que curioso Mika-chan~!-el resurgido tono burlón de Ferid lo tranquilizó por un lado y lo irritó por el otro-No te incluye, así que no tienes que saberlo. Vamos, apurate, la dueña está llamando a su perro.