Mi Reina

Hay que dejar las cosas claras

¡Hola! He tardado ¿no? Bueno, ya saben como soy.

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 Mika abrió los ojos perezosamente, aunque como vampiro no necesitaba dormir el despertarse aún se le hacía fatigoso, también descubrió que aún seguía entre los brazos de Krul así que levantó un poco la cabeza para ver como sería el rostro de ella dormido, sin embargo, lejos de lo que esperaba, Krul se encontraba totalmente despierta y lo miraba fijamente, con una expresión indescifrable, no podía tener idea alguna de lo que ella podría estar pensando al mirarlo así.

-Hola, Krul-la saludó para empezar-¿No has dormido?-ella negó con la cabeza suavemente-¿Qué pasa? Te notó algo distinta...

-...No me pasa nada-respondió después de un momento de silencio,aún con aquella expresión.-¿Sabías que te ves muy lindo cuando duermes?

-¡E-Eh! ¿A qué viene eso?-preguntó algo confundido y sonrojado.

-Por nada, solo estoy sacando tema de conversación.

-Es algo raro, no creo que podamos hablar mucho de como me veo cuando estoy dormido.

-Tienes razón...-lo abrazó más contra su pecho.

-Krul, ¿qué te pasa?-volvió a preguntar.

-Supongo que he perdido en mi propio juego...-murmuró después de un tiempo.-Bueno, era de esperarse, me involucre demasiado contigo...-suspiró-¿qué debería hacer ahora?

-A-Ah, p-perdón, pero no entiendo nada de lo que dices,Krul.

-Esta bien, no necesitas entenderlo ahora.

 Los dos se quedaron en silencio por un tiempo, abrazados, pensando solamente en el otro y aunque siendo sincero consigo mismo Mikaela quería quedarse un rato más con ella, pronto (si ya no lo habían hecho tomando en cuenta el tiempo que había estado durmiendo) se darían cuenta de su ausencia y tenia trabajo por hacer. A regañadientes, se separó un poco de Krul para verle a la cara.

-Ya va siendo hora de que me vaya, tengo trabajo para hacer.

-Ya veo-contestó vagamente, lucía algo decepcionada.-Pero antes de que te vayas ¿puedo pedirte un favor?

-Claro...-parpadeó confundido. Krul estaba actuando bastante extraña, ella no utilizaría algo como "favores", se limitaría a dar la orden y a lo sumo preguntar su opinión.

-Dame un beso. En los labios.

-¡¿Q-qué?!-exclamó sorprendido y sonrojado.

-¿No quieres?-las cejas de ella se curvaron un poco, mostrando una expresión algo triste, probablemente el movimiento había sido inconsciente.

-No...n-no es eso...yo...-tragó saliva-...si quiero...

-Entonces...-cerró sus ojos y puso los labios, esperando el beso de él.

 Mikaela se sonrojó fuertemente y tragó saliva visiblemente nervioso, era una suerte que ella no pudiera verlo. Con cautela y algo de timidez,se acercó al rostro de ella, cerró los ojos y pegó sus labios a los de ella delicadamente, cuando tomó un poco más de confianza, abrió más sus labios para intensificar un poco más el beso. Después de unos segundos se separaron y él quedó cautivado por el rostro serio y hermoso de ella, por supuesto que siempre en secreto la había considerado una chica muy bella pero eran pocas las veces donde quedaba hipnotizado mirándola, generalmente alguien le llamaba la atención  y lo devolvía a la Tierra o él mismo se pellizcaba. Experimentaba ahora mismo ese ya conocido calor en el pecho que solo se hacía presente cuando se trataba de ella, no sabía muy bien la razón pero estaba seguro de que de haber sido humano, el corazón le hubiera latido rápidamente miles de veces al verla. Ella acaricio los mechones del costado de su cabeza, sin dejar de mirarlo con aquella extraña expresión.