Gracias a un comentario de Estphany10 esta idea floreció. En serio, no tenia idea de que escribir, fue como un rayo divino.
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El sueño para un vampiro no era igual que para un humano, estos último podían recrear sueños en base a la manifestación de su subconsciente, podían volver a aquellas horas de descanso divertidas y extravagantes aventuras o terribles pesadillas que los harían asustarse de cualquier sombra apenas se despertasen. Los vampiros sin embargo no disfrutaban de todo aquello, no necesitaban dormir y si lo hacían, era solo para olvidarse de su eterna vida por un par de horas, sin embargo, no había sueños ni nada por el estilo, solo era como cerrar los ojos y que al abrirlos hubiesen transcurrido varias horas. Generalmente optaban por dormir en ataúdes, se les hacían cómodos, escalofriantemente cómodos; un ataúd era la representación de la muerte y ellos ya estaban muertos pero paradojicamente condenados a una inmortal y aburrida vida, tal vez por eso los ataúdes les resultaban tan atractivos, tal vez era ahí donde en realidad deberían estar y no viviendo para siempre con una inagotable sed de sangre.
Las habitaciones de los vampiros contaban con una modesta cama humana y un ataúd, dependiendo de lo que querrían usar. Mika sabía de buena fe que Krul contaba con una cama mucho más grande y elegante que las que podían usar los vampiros de rango más bajo,bueno, no era de sorprenderse, ella era una progenitora y más importante aun, la reina de Sanguinem.
Ahora mismo, Mikaela se hallaba en su propia habitación, tendido sobre el colchón suave y estrecho del ataúd intentando conciliar el sueño. Los humanos a veces daban vueltas antes de poder dormirse, los vampiros sólo debían cerrar sus ojos y proponerselo, no existía algo como el insomnio para ellos.
Si no viviese por Krul y Yuu, tal vez no sería tan malo estar en ese ataúd, metros bajo tierra e inmerso en un sueño del que jamás podría despertar, de no ser por ellos, no tendría ya nada por lo que vivir, había perdido a su familia y se había convertido en el ser que más despreciaba, no tenía amigos ni le interesaba tenerlos, su vida era llana y aburrida, su condición como vampiro no le permitía sentir plenamente las emociones humanas, a menos que estas sean muy fuertes, como su odio por los humanos y los vampiros o como su gran amor por Krul y su hermano.
Pero...aunque fuese así, no estaría mal olvidarse de todo por un momento, cerrar los ojos y que todos sus pensamientos y sentimientos se desvanecieran frente al sueño, cuando se esta dormido no existen los problemas, no hay tristeza ni soledad, amor ni felicidad, solo había paz y la nada absoluta, tu conciencia esta dormida y todo lo que acontece en tu vida desaparece ¿no era acaso esa la razón por la que los vampiros dormían a pesar de no necesitarlo?
Mika cerró sus ojos y espero a que la ola de sueño lo arrastrase consigo, no tardaría mucho en estar desconectado de la realidad en la que vivía, de hecho, solo unos pocos minutos bastarían para que su consciencia-
-¡MIKA-CHAN!
La puerta de su habitación se abrió con un estruendo impresionante seguido de una chillona y desagradable voz que desgraciadamente reconocía. El impacto le hizo abrir los ojos de golpe y al intentarse levantarse chocó su brazo con la tapa del ataúd, haciendo que esta caiga sobre él.
Maldito Ferid...
-Mika-kun, es hora de levantarse~-aplaudió de tal manera que el rubio se estremeció en su lugar mientras los observaba con odio-¡Aja~!¡Que aterradora mirada!
-¿Qué quieres? Ya he terminado mis deberes.
Una cabecilla con un corto cabello marrón apareció detrás de Ferid.
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Mi Reina
RomanceSerie de capítulos de la pareja Mika X Krul. Portada hecha por Grecia Basurco ¡gracias!