Enfrentando mis sentimientos

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¡Hola! Tardé mucho por un bajón fulminante de inspiración,en serio,estaba seca, ni a las trompadas me sacaban una idea. Pero volví~

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 La alarma de su habitación había sonado hacía un buen rato para recordarle que tenía trabajo por hacer, sin embargo, Mika aún continuaba con su cuerpo enredado entre las sábanas, sin querer enfrentar un nuevo día.

 La confesión de Krul lo había tomado desprevenido y aunque había tenido tiempo para pensar las sensaciones en su cuerpo no se calmaban; inexplicablemente una parte de él se sentía emocionado y, tenía que reconocerlo, algo feliz, pero no sabía muy bien porque. 

"Tu me gustas,Mika"

Esa frase se repetía constantemente en su cabeza y eso hacía que su cabeza literalmente hirviera de verguenza. Nunca se había presentado con una situación así y jamas se había imaginado estar en una, basicamente siempre pensaba que su futuro siempre estaria ligado con el bienestar de Yuu, asi que nunca se había preocupado por las relaciones amorosas y tampoco era como si en el mundo de los vampiros se viera algo asi, según tenía entendido, para los vampiros era difícil llegar a tener sentimientos muy profundos y el amor de forma romántica eran casos excepcionales entre ellos. Y parecía que Krul era uno de esos.

Dio vueltas en la cama para liberarse un poco de su tensión. Fue vagamente consciente de que lo llamaron por los altavoces para trabajar pero lo ignoró, seguramente lo castigarían por eso pero no le importaba. Más ahora que Krul lo trataría como cualquier vampiro hasta que no le diera una respuesta. ¡¿Y qué respuesta sería esa?! ¿Realmente estaba enamorado de ella? Tal vez esa sería la explicación a muchas de sus actitudes y sensaciones que tenía. Algunos de los libros de ficción que había leido para él mismo o para sus hermanos  hablaban sobre el romance, pero era totalmente distinto leerlo a sentirlo.

Pensó en Krul, en su fuerte carácter a veces demandante y temperamental, pero que también sabía ser juguetón y cariñoso; en su inigualable belleza, cabello muy largo y suave, ojos igual de rojos que los de todos los vampiros pero que para él era un placer ver, y una sonrisa que siempre que era dirigida a él lo alegraba.

Aaah~, otra vez ese familiar calor en el pecho,la extraña sensación en su estomago y sus mejillas rojas. Creía haber leído algo como eso en los libros asi que ¿era correcto decir que se había enamorado de Krul? Tapó su caluroso rostro con las sabanas. Tenía miedo,pero sobre todo nervios, era más fácil lidiar con sus extrañas sensaciones cuando no sabía que eran. 

 Se había enamorado de ella.

El sentimiento supuestamente era mutuo pero eso no mitigaba sus nervios, cada vez que ella hacía alguno de sus "pasos" hacia él parecía ser tan segura, sugestiva y...con experiencia, probablemente para saber todo eso debía haber tenido algún que otro amorío, sabiendo que había vivido más de 2000 años no parecía sonar tan loco. Sin tomar en cuenta su apariencia, ella era una mujer adulta y él era...un niño. UN NIÑO. Era la primera vez que se sentía realmente como uno desde que había sido convertido en vampiro. No tenía experiencia en esas cosas, ni idea de como manejarlas, mucho menos como se debía actuar, con todo eso,era natural sentirse nervioso por más que su amor sea correspondido. 

 Seguramente Krul lo instruiría en todo. En todo. Ahogó su rojo rostro en la almohada al pasar una indebida imagen en su cabeza que no era propia de alguien como él. Había leído que el amor lo volvía a uno un completo imbécil pero siempre había creído que era una excusa de la gente para ocultar su idiotez natural,ahora que le pasaba a él (un genio entre los genios) debía darle veracidad a ese dicho. 

Sabía que estaba perdiendo el tiempo,que solo se encontraba en su habitación porque no quería enfrentar a Krul y decirle sus sentimientos. Nunca había sido muy bueno con esas cosas, había oído de niñas en el pasado que se habían interesado en él pero de no haberselo dicho alguien, jamás se hubiese dado cuenta y tampoco era como si fuese muy aficionado a esas cosas. 

Mi ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora