Sombras

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Esta vez, iba caminando sola por la calle, no sabía que hacer ni a donde ir, solo quería salir de casa. Tenía miedo, así que no se decidió a parar a mirar nada, seguia al frente sin un rumbo fijo, mirando de reojo las sombras que solo ella podía ver y que realmente parecían hacer cosas hermosas.

Ya se encontraba cansada pero seguía mirando al frente decidida, como si realmente supiera a donde iba. Mientras pensaba a donde podía ir sin llamar la atención, vio como de su pelo se colgaba la sombra de un valiente aventurero que por tan valiente y tan ingenuo, fue devorado en segundos, por la bestia que descansaba en el hombro derecho de la chica, pues él lo había pretendido matar.

Pensó que debía hacer caso a las sombras y capturar sus hazañas en papel. Había una biblioteca unas manzanas delante de donde ella se encontraba y sin que nadie se percatara, ella en su mente cambio de rumbo, hacia un lugar donde sus sombras podrían volar seguras, y ella sumergirse en sus sueños de tinta.

Salio de su nuevo escondite, ya sin sombras que interrumpieran sus pensamientos, pues ya las había fijado en el papel, pensó en qué no quería tener miedo de volver a su casa e ir por la calle sola, que merecía tranquilidad. Entonces vio como la sombra de un gran monstruo, había adquirido la forma de un árbol y así a las pequeñas sombritas que pasaban por ahí, las capturaba y las convertía en comida para él.
«hasta las sombras están locas» pensó para sí.

Mundos de palabras [Relatos] Where stories live. Discover now