Se despertaron las tres a la vez cuando el avión aterrizó. Parecía que habían tenido una pesadilla pero no fue así, sería más bien por los nervios, porque todas estaban alteradas por los acontecimientos recientes. Una vez aterrizaron del todo y el avión quedó inmóvil las tres bajaron rápidamente del avión y miraron a su alrededor. ¿Cómo podían saber dónde estaba él y su hija? Los Ángeles era muy grande. Kristin miró a la enamorada y les hizo un gesto a las hermanas para que la siguieran. Las condujo hasta una cabina.
-¿Y esto? ¿Vas a llamarlo?-Preguntó April.
-Sí. Él aunque no lo parezca tiene móvil, y por suerte me sé su número de memoria.
-¿Crees que te dirá dónde está? Si sabe que estoy yo.
-Será sorpresa, así que le diré que solo vengo yo porque quiero verle.
Así hizo ella. Kristin lo llamó y después de estar un rato conversando, por fin le dio la dirección de su nuevo paradero.
-Marchando chicas. -Presumió esta vez Kristin-A veces me encanta lo fácil que puede resultar todo.
Se dirigieron hacia esa dirección. Al parecer Ethan la había avisado de que estaría fuera un buen rato con Jenny y que no la podría atender. Así que April y sus dos acompañantes se pasaron por un bar para tomarse algo y así hacer tiempo.
-No sé si me perdonará.-Se lamentó April.
-Lo hará. Estoy segurísima. -La animó Kristin.
Estaban tan plácidamente agusto, hasta que ocurrió algo que no se esperaban de ninguna de las maneras. Un hombre había entrado en el bar con una pistola y amenazaba con matar a alguien si no le daban todo el dinero que tenían encima. Para ser sinceros, aquel hombre era un poco tonto, porque solamente estaban allí ellas tres y unas seis personas más, sin contar a los camareros y a la chica de la barra.
-¡Alto todo el mundo o disparo!-Gritaba el hombre.
A April le entró la mala leche que le entraba cada vez que veía algo así y se levantó sin obedecer a sus órdenes. El hombre se le quedó mirando de arriba a abajo. Al menos llevaba una especie de máscara puesta en la cara para no ser identificado. No era tonto del todo. April dio dos pasos hacia él, viendo como este se ponía cada vez mas nervioso.
-¡Siéntate puta! ¡O te mato!
-¿Ah sí? Prueba si puedes.-Vaciló April.
El hombre se puso más nervioso aun hasta estallar y le disparó dos veces. La poca gente que había se agachó por debajo de sus mesas y empezó a chillar. April miró las heridas y sintió cómo se le curaban al instante. El hombre que la vio todavía de pie se empezó a asustar, sus balas no le habían hecho ni una pizca de daño. April se siguió acercando al hombre hasta que lo tuvo enfrente. Él se atrevió a darle una cachetada mientras la llamaba "puta", después intentó volver a dispararle, pero April le cogió la mano y se la retorció hasta que el hombre dejó caer la pistola. Él se impresionó por la fuerza de la chica delgaducha. Luego ella se agachó y agarró el arma, para separarse dos pasos del hombre y le apuntarlo en la cabeza con ella.
-Y ahora, vas a recoger la mierda que se te ha caído al suelo, vas a agarrar tu culo y vas a salir por la puerta. Y, si te atreves a pisar otra vez este bar, lo sabré y entonces no será solo la mano lo que te retuerza, -Le ordenó April-¿Entendido?
El hombre asintió balbuceando y salió corriendo por la puerta dejándole a April la pistola. La gente empezó a aplaudirle rompiendo el silencio que hacía un segundo reinaba. Ella se volvió a sentar en la mesa con Kristin y Mia, y acto seguido Kristin se empezó a reír.
ESTÁS LEYENDO
MENTES RETORCIDAS
VampiriEsta historia, es una historia que contiene misterio, intriga, romance, miedo, comedia y hechos sobrenaturales. Cuenta la vida de dos hermanas desde que eran pequeñas y sus padres murieron en un accidente de tráfico, hasta cuando son mayores de eda...