Tiro de gracia
De sentimientos está compuesto el lenguaje del alma, pero a veces resulta tan misterioso que ni el mismo creador de un mensaje puede entenderse. Si esto es cierto, debe ser muy difícil de interpretar para el resto del mundo. Puedo saber que la tristeza causa mis lágrimas, que el dolor que invade mi cuerpo es el culpable de mis sollozos pero la elegía que clama el vacío de mi mente es aún un terreno inexplorable para mi propia consciencia.
El fracaso que se proyecta desde ese sitio oscuro es como la premonición de un figurativo cadáver oculto en el closét. Y entre los trozos de alma consumidos por la vorágine en el suelo de una oscura habitación, se encuentran las palabras que me faltan para expresarlo todo... Son tan imposibles de alcanzar aún estirando al máximo mis manos, por culpa de barrotes; los mismos de mi jaula.
En el instante en que decidí abrir los ojos para escapar del sueño me descubrí, una vez más en esa extraña habitación sin conocimiento de mi estado actual. La cabeza me pesaba como si llevara una máscara de hierro y el mundo alrededor parecía no querer detenerse de ese giro impertinente que empeoraba mi estado. Tenía unas horribles ganas de vomitar hasta mi estómago.
Todo lo que recordaba era haber sido elevada en brazos por un hombre que me susurraba suavemente una frase que no entendía, y aún así el miedo corrió por mis venas como si entendiera el significado, sin querer comprenderlo. Finalmente, entendía muchas cosas, mucho más que la primera vez, aquél peligrosos instinto que me advertía de no excavar en el pasado había tenido razón, nada de lo que había recordado era agradable. Y lo peor, cambiaría mi vida de ahora en adelante.
— ¿En que estás pensando? —Escuché decir a una grave voz, lamentablemente, inconfundible para mí.
Ladeé el rostro buscándolo por la habitación hasta que topé con su mirada dorada. Quizás yo estaba cayendo víctima de una terrible confusión, pero veía en sus ojos la expresión más extraordinaria que jamás le hubiera conocido: preocupación.
Quizás lo era, pero en el fondo no quería admitirlo porque significaría más de lo que estaba dispuesta a aceptar, pero todo se desvaneció en cuanto su postura volvió a ser la careta de dureza y frialdad que siempre cargaba con él. Era tan íntimo con sus emociones que parecía como si no las tuviera. Lo vi suspirar mientras se separaba del marco de la puerta en la podía asegurar que quedaría marcada su figura de tantas veces que adoptaba esa postura.
Si no hubiera sido por el estruendoso sonido de sus pasos al acercarse no lo hubiera notado. Tenía muchas cosas en que pensar y su presencia en al habitación solo empeoraba mi estado de ánimo.
— ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? —Cuestionó con dureza, por un momento su pregunta sonó más como un reclamo.
¿La primera vez? Yo iba caminando por la calle a oscuras cuando me senté sobre su maletín y...
No, esa no fue la primera vez.
Un hombre que me llevaba años de ventaja se acercó a mí, sin expresión alguna. Tuve un poco de miedo al verlo pero pronto con la convivencia me pareció que esa barrera entre ambos disminuía... Me detuve hasta ahí. No me interesaba recordar ni reconocer una escena que se suponía ya no estaba en ningún apartado de mi mente.
—Claro —Mentí. —Fue aquella penosa vez que...
—Sabes que no es así. —Me interrumpió, aseverando inmediatamente la falsedad de mis palabras. Con cautela empezó acercándose al borde de mi cama, desconcertándome. Nunca antes había intentado un acercamiento tan directo que pudiera mal interpretarse. Sus intenciones eimpre habían sido las de intimidarme para obtener lo que deseaba, pero en esta ocasión había algo mjuy extraño. —Tan sólo eres una cobarde que huye de lo que le causa temor. —Replicó con frívolo veneno, pero su mirada se desviaba a la ventana, restándole cualquier respeto que pudiera tener por él.
ESTÁS LEYENDO
Pensé que era amor [SesshoKagome] [InuYasha]
FanficSesshKag. [Sesshome] [SesshoumaruxKagome] [UA] A la corta edad de dieciséis años Kagome creyó haberse casado con el hombre de su vida pero luego de sufrir de un año de abandonos e indiferencia finalmente InuYasha le pide el divorcio y le confiesa qu...