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Scott apretaba fuertemente mi mano, se le notaba la furia hasta por los poros. Me dirigió rápidamente a su moto y se subió a ella. Miró fijamente mis ojos y subió ambas cejas.

-¿Quieres subirte o tendré yo que poner tu lindo trasero aquí?- Dijo apuntando la parte de atrás de su moto. 

Me ruboricé, aquí estaba yo de nuevo en sus juegos de bipolaridad, no logro comprender a este hombre, es tan arrollador, su personalidad es tan atrayente que no logras no seguirlo con sus cambios de humor . En silencio me subí y con manos temblorosas rodeé su cintura.

Arrancó a toda velocidad de manera que tuve que sostenerle aún más fuerte, sentía aún más la cercanía de mis muslos con los suyos.

-Scott, para, ¡VAS BASTANTE RÁPIDO!, nos vas a matar. - Grité de manera exagerada.

-Joder Al, ya te dije que no nos pasará nada. 

-Deja de ser engreído, así seas lindos Dios no te va a salvar así como así.

Noté su preciosa sonrisa a través del espejo- digo su horrenda sonrisa, Dios Al, cálmate- ...Bajó la velocidad y se desvió por un sendero. Se detuvo y se bajó de la motocicleta. 

-Ven. -Dijo con voz demandante. 

Los árboles nos envolvían totalmente, se podía apreciar en el firmamento una luna llena gigante y hermosa, era una noche fría, Scott se giró y cortó la distancia entre nosotros, estábamos a centímetros... 

Sus ojos se tornaron oscuros, sentía su respiración cálida golpeando mi rostro, mi cuerpo se tensó ante él. 

-Al yo...- Fue interrumpido por un fuerte aullido. 

Lo siguiente que recuerdo fue el brazo de Scott rodeándome de una manera protectora y luego todo estaba oscuro. 

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