Capítulo 2

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—No saben lo que paso hoy —Dijo Rose, ella era una chica de mediana estatura, pelirroja y aquello le favorecía a sus ojos celestes, como si fuera un mar cristalino y en el cual te pierdes mientras los miras, son preciosos, ella era bastante bonita, era una modelo y una muy conocida, generalmente la solían llamar de distintas revistas para el público juvenil.

—¿Qué te paso? —Liz estaba sobre las piernas de Shin mirándole a los ojos y compartiendo besos cada dos segundos, los dos sonreían y parecían tener telepatía, era mucho dulce para mis ojos.

Liz al contrario de Rose tenía su cabello largo, brillante y siempre repleto de trenzas que van en todas direcciones, rubia hasta en los pelos de la nariz, su piel estaba bronceada y sus ojos eran de color negro, como un agujero que te absorbe. Por otro lado Shin, su novio, su prometido, su príncipe y no se que otros apodos cursis que ella le inventaba todos los días, era extremadamente alto, una vez que lo intente saludar termino enganchando su cabello en una rama de un árbol, tiene unos hermosos ojos azules y su cabello de igual color pero casi negro.

A mi lado estaba Taemin que al igual que yo solo mostrábamos nuestras sonrisas a medida que hablaban, solo faltaba alguien y era Jonghyun, no lo habíamos visto en toda la mañana.

—Pasa que...¡Jonghyun me invito a salir! —Dijo saltando en su lugar, nosotros empezamos a felicitarla, llevaba años intentando que Jonghyun se fijara en ella, siempre había estado detrás de el, apoyándolo en todo, incluso lo había ayudado con sus otras novias, luego la veíamos llorar como una magdalena toda una semana, el que por fin se le diera me había sentir muy feliz por ella.

Mi temor se hizo presente, los lunes tenía una larga clase de gimnasia en las ultimas horas, no me gustaba para nada. Y no era por que tuviera poca actividad física, si no por lo que pasaba allí, en los últimos minutos, en los vestuarios.

—Nos vemos Emma —Ellos tenían una hora más de clases y se iban, en cambio yo, tenía dos horas más.

—¿Quieres que te espere? —Dijo Taemin, deseaba tanto decir que si, pero de solo pensar que se enterara lo que pasaría si me viera no me gustaba nada. Negué con la cabeza.

—No, esta bien, ve a casa  —Dije moviendo la mano en forma de saludo, los demás se estaban alejando, excepto Taemin que tenía su mirada fija en la mía, asintió luego de un rato y corrió al lado de los demás, suspire y me gire, tenía que ir a por mi equipo de gimnasia, para ello fui lo más lento posible para ahorrar tiempo.

Al llegar a los vestuarios traté de pasar lo más rápido posible e ignorar cualquier mirada.

—Emma. —Estaba dentro de los vestidores, todas mis compañeras estaban allí, me estaba cambiando de ropa dentro de un cubículo y esta se abrió luego de escuchar aquella voz, escondí mis partes intimas que estaban descubiertas y mire sonrojada y asustada en esa dirección, eran Amy y Alice.

—¿Qué pasa? —Dije disgustada, estaba tratando de esconder mis brazos, solo estaba en sostén.

—Veníamos a ver si nuestra mejor jugadora esta lista para el partido —Las dos tenían sus manos escondidas detrás de ellas, empezaba a sospechar, cerré la puerta y deslice una camisa mangas largas y luego la remera de el instituto sobre esta.

Todo paso tan rápido...

La puerta se abrió nuevamente y sentí como algo se esparcía en todo mi cuerpo, me habían echado pintura.

—¡Amy! —Grito Alice, me sorprendí por un momento, pensé que de una u otra forma se había cansado de hacer lo que Amy quería, que equivocada estaba en pensar que algo iba a cambiar, hice una mueca—. Pensé que habías comprado pintura común, pero es pintura para tela, no se sale. —Dijo con una sonrisa en su rostro.

Cerraron la puerta cuando escucharon a la profesora gritar que nos diéramos prisa, me mire al espejo que estaba detrás y todo mi cabello estaba azul, por suerte el instituto tenía duchas, tarde un largo tiempo en sacarme la pintura solo de la piel, la ropa quedo teñida de azul.

Cuando terminé de ducharme y de tratar de eliminar todo rastro de pintura, me puse el uniforme normal y salí de los vestuarios, me escabullí alejándome del gimnasio. Salí del instituto y a los dos pasos empecé a sentir como mis ojos ardían, luego las lagrimas empezaron a salir. Caminé con prisa hacia mi casa, tenía ansias de llegar y estar con mis amigas. Abrí la puerta y corrí a mi habitación.

—No lo hagas... —Me susurre mientras veía como algo de mi rostro se reflejaba en el filo de la cuchilla.

Lo necesitaba, porque ese dolor cubría el otro, mi muñeca ya estaba sangrando nuevamente con otra futura cicatriz.

*~*~*~*

—¿Y eso? —Taemin tocó mi cabello y tironeó de el, me alejé y vi que tenía en la palma de su mano un poco de pintura seca.

—Ah... —pronuncié por lo bajo tomé el resto de pintura con mis dedos, tenía que disimular—. ¡Ahh! Ayer estuve pintando y como estaba distraída lleve el pincel a mi cabello.

Taemin me dedico una linda sonrisa de esas que te dejan volando mientras la ves.

Nos encontramos en la esquina de mi casa a unas horas antes de que comenzaran las clases, queríamos pasear un rato.

Sentí algo caminar por mi muñeca hasta mis nudillos, mire mi mano disimuladamente y me alerte al ver sangre goteando.

—Taemin espérame en el parque, olvide algo —Sin esperar palabras de su parte corrí de vuelta a casa. Para mi suerte mis padre ya no estaba, me había olvidado por completo las vendas.

Mi habitación quedo patas arriba, no encontraba mi caja de "primeros auxilios", al final estaba escondida entre mi ropa, termine de vendar mi mano y al bajar las escaleras y abrir la puerta me encontré con Taemin, su respiración era regular, como si hubiera corrido.

—¿Por que te fuiste así? —Tomó mi muñeca suavemente, pero aunque sea el tacto más débil mi muñeca palpito, me atrajo hacia su lado, mordí mi labio e ignore su mirada, mis ojos empezaban a soltar lagrimas. Me aleje y di unos pasos adelante.

—Lo siento, vamos —Dije alegre, o es lo que intente.

Suponía que Taemin sonrió, el era demasiado distraído, más que yo, nunca se enteraría de lo que ocultaba bajo mis prendas, eso me mantenía con algo de felicidad, no quería que supiera.

Sonreí cuando limpie mis lagrimas y mire a Taemin.

—¿Por que lloras? —Sostuvo mi rostro con sus dos manos, me miraba fijamente.

—¿Te sientes bien? —Volvió a preguntar, no respondí, por un momento estuve a punto de soltar todo pero me aleje y asentí con la cabeza.

—¿Desayunamos? —Le dije, Taemin sonrió, parecía aliviado.

—Claro —Ahora la aliviada era yo, Taemin siempre había creído tanto en mi, sentía que si algún día se enterara de lo que pasaba en mi interior sería su mayor decepción.

Y no quería eso.

*~*~*~*~*

Sonríe para mi// Taemin SHINeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora