Sonríe para mi// Taemin SHINee

Capítulo 8

Al llegar a las puertas del instituto voltee para ver si Jonghyun y Taemin estaban cerca, los vi acercándose, los dos tenían una mueca en su rostro y una expresión no muy agradable.

Le resté importancia y me adentre cruzando el patio, estaba por abrir la puerta de cristal ,donde se podía apreciar el pasillo con distintos salones, pero por inercia mi cabeza giro para ver a Rose abrazar a Liz, las dos lloraban, trague saliva y me acerque casi corriendo.

—¿Qué sucede? —Dije inclinándome ya que ellas estaban sentadas en el césped.

—Te contare pero... —Rose miró a Liz esperando algún tipo de aprobación de parte de ella, al no recibir ningún tipo de gesto volvió a mirarme—. ¿Prometes estar calmada?

Asentí confundida, algo paso y párese que no es algo pequeño.

—Shin... bueno, Liz vio que estaba con otra chica. —Escuche un sollozo de parte de Rose, mis rodillas me fallaron y caí a su lado.

Ahora entendía porque me pedía que esté calmada, recuerdo que antes cuando tenía algún problema con alguien, solía enfrentarlos y hasta me defendía, pero en algún momento de mi vida empecé a tenerle miedo a las personas. Ellas pensaban que saldría a buscarlo y ganas no me faltaban, en estos momento estaba que lo odiaba, pero esa era una Emma que ya no existía.

Cuando Liz sufrió por Minho, fui a buscarlo y no dude en golpearle donde más le duele.

—¿Emma? —No podía prestar atención ya que Shin era alguien en quien confiábamos, esto era demasiado.

—¿Por que a mi? —Dijo Liz entre lagrimas.

—Tranquila Liz... —Rose le acariciaba el cabello, sabía que ella también estaba destrozada.

—Primero Minho y...ahora Shin —Sacudí mi cabeza negando, era obvio que eran ellos los idiotas.

Conocimos a Liz gracias a Minho, el era nuestro amigo y el día que Liz llegó al instituto nos la presentó.

Tiempo después nos confesó que la quería y necesitaba nuestra ayuda para conquistarla.

Cuando empezó a salir con el todo era perfecto, los dos se amaban se les notaba en sus expresiones y además siempre andaban de un lado a otro juntos.

De un día para el otro el se alejó y lo vimos con una chica de otro salón. De vez en cuando nos cruzábamos con el en los pasillos, podía ver que sus músculos se tensaban y luchaba por no sonreír o saludar, pero algo lo retenía. 

Minho había sido mi segundo amigo, lo conocía perfectamente, era como el gemelo de Taemin.

Vi una sombra que nos tapaba del sol, las tres giramos para ver quien era y Shin estaba allí.

—¿Qué quieres? —Dije lanzándole una mirada de odio.

—Lo siento ¿Si?, pero necesitaba que alguien me diera lo que tu no pudiste darme... —Hasta aquí mi paciencia, me puse de pie y antes de que yo lo golpeara alguien se adelanto.

—¿Minho? —Shin quedó en el suelo algo anonadado por el golpe, Liz y Rose estaban sorprendidas y yo había quedado con el pie  extendido a punto de saltar y golpearle en su parte baja.

—Pensé que ella encontraría alguien mejor que yo... —Dijo cabizbajo, sus nudillos estaban blancos de tanta presión que había en su puño— Pero resulta que encontró una persona aún peor. —Levanto la vista y vimos lagrimas en sus ojos.

—Minho... —Nosotras sabíamos que Liz nunca había olvidado a Minho, después de todo aquello había terminado meses atrás—. ¿De que hablas?—

—Yo aún te amo... —Susurró mientras se acercaba hacia nosotras—. Me alejé por que pensé que te merecías a alguien mejor...

Liz se puso de pie y se acerco a Minho.

—Eres un idiota... —Liz tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.

—Pero aún así lo amas... —Los dos me miraron, Minho estaba sorprendido y Liz sonreía.

—¿Qué... —Antes de que siguiera hablando Liz ya se había lanzado a sus brazos probando sus labios nuevamente.

Rose se acercó a mi y me pegó a ella pasando un brazo por mis hombros.

—Sabía que algo le pasaba...no se podía alejar así como así. —Sonreí, los dos estaban acariciando la nariz del otro, perdidos en una burbuja sin pensar en que todos nos estaban mirando.

Sentí otro brazo sobre el de Rose y alguien había juntado sus mejillas con las mías.

—Amor, enano, loco. —Rose se alejó para lanzarse a los brazos de Jonghyun, me quede allí mirando las escenas amorosas de mis amigos, sonreí y decidí alejarme y caminar hacia mi aula.

Los miércoles era el otro día tranquilo para mi, por suerte casi ninguna clase coincidía con la de Amy y sus amigas.

Me dirigí al final del salón, hacia los últimos asientos, a mi lado había una chica que nunca había visto y delante estaba Minho.

—Oye... —Estaba escuchando atentamente cada palabra de la profesora de matemáticas hasta que escuche aquel susurro, me gire hacia la chica que antes había visto y me corrió un escalofrío al ver que su vista estaba en mi muñeca, como si viera a través de mi ropa.

Hice un gesto esperando que me dijera que sucedía, ella frunció el ceño y cortó un pedazo de una hoja empezando a escribir en esta, minutos después me la paso doblada hacia la mitad.

La tomé dudando y la desdoblé empezando a leer.

¿Te cortas?

Sonreí un poco asustada y escribí un "no ¿Por qué?" abajo de sus palabras, doble el papel y luego de echar un vistazo hacia adelante esperando que la profesora no estuviera observándonos.

Miré atentamente su expresión al leer mi respuesta y otra vez frunció el ceño, volvió a escribir y me pasó el papel de nuevo.

Te vi, en el baño el otro día

Ahora era yo la que sostenía el ceño fruncido, la vena de mi cien estaba empezando a palpitar y quería darme una cachetada por no ser cuidadosa.

Haz de cuenta que no viste nada.

Al leer mi mensaje me enseñó una mirada triste.

El timbré me hizo saltar en mi asiento, guarde todo a la velocidad de la luz y antes de poder salir aquella chica se interpuso en mi camino.

—Tengo que hablar contigo. —Su mirada insistente en mi muñeca empezaba a molestarme por lo que crucé mis brazos por mi espalda.

—Por favor... —Le mire suplicante, esperando que aceptara y me dejara en paz.

—Quiero ayudarte... —Solté un suspiro pesado, me acerque a ella y junte mis manos.

—Nadie puede ayudarme, por favor guarda mi secreto, todos mis amigos piensan que estoy bien y quiero que sea así.