Querida Cassie:
Recuerdo un día en que nos fuimos a un bosque de acampada.
La semana anterior yo te había dicho que eras demasiado de ciudad y que no durarías ni diez minutos. Tú me dijiste muy convencida que eso ya lo veríamos. ¿Lo recuerdas?
Esa noche hubo tormenta, no queríamos mojarnos y arriesgarnos a una hipotermia asique nos quedamos en la tienda de campaña.
Después de unas horas ambos estabamos aburridos, asique se te ocurrió una idea, un juego.
Uno decía una palabra y el otro tenía que inventarse una frase que empezase por ella.
Fue divertido hasta que, cuando me tocaba inventar la frase, te pusiste seria y me diste tu palabra: amor.
- Amor es quedarme despierto mirándote dormir - sabía que era solo una frase, pero tú me mirabas con esa miraba vidriosa y esa sonrisa de cariño, asique tuve que continuar -. Amor es comerme la cebolla en la pizza porque te gusta el sabor que deja pero no la textura -sonreíste porque sabías muy bien que era cierto, continué-. Amor es estar contigo en medio de la acera, retsrnos a una carrera y dejarte ganar porque me gusta cómo brillas cuando estás feliz - dejaste de sonreír, pero tus ojos estaban llenos de algún sentimiento que no querías admitir. Te acaricié la mejilla y cerraste los ojos. Susurré casi para mí-. Amor es morirme por besarte pero no hacerlo porque quiero que no tengas problemas con John.
Me quedé en silencio y te abrazaste a mí.
Te quedaste dormida en mis brazos.
Amor fue quedarme en la misma posición solo para no despertarte.
Te quiere, Roger.
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Querida Cassie: no me odies.
RomanceQuerida Cassie: Sé que desde que me fui todo es más difícil, pero por favor, no me odies. Te quiere Roger.