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quinto halloween

"I am getting older, and it's starting to show. And ever since I left my mother it's much harder to know
how to make my own life here"
quinto halloween junto a Maks

Estaba sentado en el suelo de mi cuarto escuchando como mis padres gritaban otra vez. Sabía porque estaban gritando a pesar de estar debajo del escritorio con los oídos tapados: siempre discutían sobre nosotros Maks.

– ¡Entiende que no dejaré que mi hijo vuelva a salir con ese maldito gay! —Gritaba mi padre, furioso.

– Tienen tan solo diez años Steven, los niños de diez años solo piensan en cosas de niños —Susurraba mi madre con miedo, para no hacerle enfadar— Son mejores amigos, siempre van juntos a Halloween y a todas partes...

– ¡Ya tengo suficiente con dejarle celebrar la fiesta del diablo como para después dejarle ir con un gay!¡Dios no permite eso! ¡Estoy salvando a nuestro hijo! Algún día me lo agradecerás —Un estruendoso golpe y un sollozo de mi madre fue lo último que escuché. Lo que indicó el fin de la conversación.

Sé que mi padre se había dado cuenta de nuestros roces o de la situación, cualquiera lo haría. Mi padre pensaba que me habías enfermado, y ahora orábamos para limpiar mis pecados. Por eso aquel Halloween fui con los niños de mi clase a pedir golosinas.
Nada de escapadas a lugares que me harían llorar o de consuelos por herirme. Nada tuyo. Tú, ya no.

Aunque me hubiese gustado decir que no lloré, mentiría. Lloré cuando te vi desilusionado al verme ir con otra gente, lloré al verte triste. Lloré al dejar sola a mi madre y saber que podría haber evitado los morados que la cubrían cuando llegué. Lloré porque te quería. O al recordar lo que te dije delante de todos los niños de mi clase cuando me preguntaste:

– Asher, ¿por qué no vienes conmigo?

– Porque no me relaciono con jodidos maricas raros.

¿Valía la pena tu dolor por la aceptación de mi padre? ¿Valían la pena tus lágrimas y penas por mi padre? No, no valía la pena. Pero ahora no había marcha atrás.

— Asher.