Epílogo

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Georg


Amistad.

Confianza.

Lealtad.

Quizá no fui muy fiel a esos valores poco valorados aquí. Nuestra sociedad se rige por fuerza, poder, riqueza, belleza y una habilidad extraordinaria para manipular sentimientos.

Amamos. Sí. Sentimos. Sí. Pero quienes se dejan llevar por ello son los débiles, y en Lastway los Kaulitz son la balanza perfecta de debilidad y fuerza... Aunque esta vez se vio sumamente desequilibrada y yo contribuí a eso. La fuerza, la crueldad, tocó la base.

Y no me arrepiento de nada.

Cumplí con mi palabra: No me separaría de Bill. Lo protegería del peligro, y con el lobo correría muchísimos riesgos. Maté dos pájaros de un tiro; salvé a Bill y me vengué de la humillación que le hicieron pasar la vez que lo encontré en esa pulgosa aldea.


Contándome sus planes, tan entusiasmado e ilusionado, me dio el arma perfecta para salvarlo y tal vez él nunca lo vería así, por ello, me lo reservaría para toda mi eternidad. En mis manos había sangre de ese hediondo perro, pero era el irremediable costo y también un pequeño paso para estar con Bill. Como siempre debió haber sido. De la estúpida de Rachel me encargaría después. No representa un obstáculo para mí.


Me iría con él y su estorbo a Kaltland. Estaba seguro de que Bill se aferraría a mí por ser su mejor amigo. Por ser su futuro dueño.


Pese a todo, el bien o el mal que he hecho... Sólo ha sido por una razón, y esa es mi amor infinito por él.

El amor que siento por Bill justifica todo.






Rachel


Habían pasado cinco días después de aquel suceso tan horrible. Bill pasó todo este tiempo encerrado en la habitación de nuestra mansión provisional. Lo que sucedió una vez tragó todo lo que Gordon le dijo, en serio creí que moriría. Pero como él dijo, "Vivir eternamente es una mierda" y ahora yo creía en ello. ¿Por qué?, porque un dolor así se cargaría por siempre. Yo no podría soportarlo.


-¡HIJO DE PUTA!... ¡TE ODIO, GORDON. ERES UN HIJO DE PUTA! - Georg tuvo que sujetarlo con fuerza para que no se lanzara a Gordon. No le convenía. Si le tocaba un solo cabello sus miles y miles de días los viviría en un calabozo. Humillado y solo.

Su llanto me destrozaba por completo, Simone había caído desmayada pero ella era quien menos me importaba. Quien estaba sufriendo todo esto y de una forma cruel y sumamente dolorosa, era Bill.

Georg y yo nos lo llevamos de ahí. Se aferraba al cabello cortado de aquel que amó tanto y forcejeaba porque lo soltáramos. Sus ojos eran tan dorados y sus colmillos seguro empezaban a crecer dentro su boca.

-¡Déjenme ir con él!... Por favor. - Un cadáver en medio del inmenso bosque, a estas horas, no estarían ya ni sus prendas siquiera. Como dijo Gordon, seguramente ya estaría siendo digerido por los animales salvajes que merodean.



Tuvimos que darle sangre de cuervo para tranquilizarlo e inducirlo a un sueño profundo. Todo lo que duró su lapso de sueño, estaba segura, que sufría pesadillas, lloraba y gritaba desgarradoramente, pero tenía prohibido despertarlo y además, no hubiese podido manejar la situación si estaba fuera de control.

Georg propuso que le diéramos diez días para que lo asimilara. Siendo un chupasangre frío debía hacerlo y en menor tiempo. ¿Quién daba un estúpido ultimátum a un duelo así?... Me parecía una estupidez.

More Than Blood [PRIMERA PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora