Juego

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—Si maestro— el castaño dejo caer el hielo, haru volteo quedando frente a él, y se acercó para besarlo pero este lo detuvo

—sí..Pero iniciamos mañana— le susurro con una voz ronca, lo que le causo un escalofrió al azabache

—Nos vemos mañana mi querida maid— con eso salió de la habitación dejando a haru agitado por lo ocurrido

Haru no sabía lo que le esperaba, el día de mañana

.-.-.-.-

Nuevamente y como cada día, despertaba, tomaba una larga y fresca ducha, se colocaba su... ¿uniforme?

Se sorprendió al ver que no estaba, se colocó un camisa y un short que tenía y bajo a preguntar a alguno de los sirvientes si habían tomado sus uniformes

—Hachiro—

—Sí, haru—

—No sabes si alguien tomo mis uniformes, esta mañana no había ni uno—

—Sí, esta mañana Sakura se llevó toda la ropa que necesitara lavarse—

—¿Sakura?—

—Sí, no es nueva pero solo trabaja una vez a la semana y su presencia es casi nula para los demás, pero se me hace extraño que no te dejara al menos uno de tus uniformes—

—¿Qué puedo hacer?—

—Puedes verificar si no se ha ido y si te puede entregar al menos uno—

—Gracias— dijo y se fue en busca de Sakura

Recorrió cada una de la habitaciones, cocina, comedores, salas y nada, en eso vio a Akemi y corrió hacia

—hey Akemi de casualidad has visto a Sakura—

—Mmm si la vi, estaba a punto de irse—

—Gracias— corrió hasta la entrada

Cuando llego vi como la puerta se cerraba —no— se dijo a si mismo

De nuevo corrió y al salir logro ver a la joven quien llevaba en un carrito mucha ropa, sabanas, cortinas y otras cosas

—he..hola, mi nombre haruka nanase— llamo la atención de la joven

—oh..hola un gusto, soy Sakura Muraki—

—Mmm disculpa las molestias, pero creo que te llevaste todos mis uniformes—

—No te preocupes estarán listos mañana—

—em gracias, pero me refiero a que te llevaste todos, no me queda ni uno—

—ohh, lo lamento...déjame ver— saco una lista, revisando cada detalle — Podrías repetirme tu nombre por favor—

—Claro, Haruka tachibana...perdón nanase lo lamento, mi mente está en otro lado, lo siento— sentía su rostro caliente, solo esperaba que su cara no estuviera de color carmesí

—jaja descuida...mm haruka..haruka..aquí esta— señalo el nombre —sí..—

—sí, ¿qué?—

—Si tienes uniformes, deje unos dos sobre tu cama—

—en verdad, pero si no había nada—

—Ah es que los acabo de poner, me dijeron que te los entregara—

—Gracias—

—de nada, adiós— se despidió de haruka y salió de la propiedad

El ojiazul sonrío y se dirigió a su habitación, al entrar se dio cuenta que Sakura tenía razón, sobre la cama se encontraban dos uniformes bien doblados y al parecer planchados, pero eran diferentes... A los que el suele usar, desdoblo uno de trajes y al verlo más con detalle este tenían más escote, y era de botones por lo que no era necesario atarlo por detrás, la parte de abajo era más corta, la tela sin duda era suave y este tenía manga larga

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