Descubrimiento

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2 días para la fiesta


Haru estaba más que cansado, su trabajo ahora como aprendiz de diseñador si era algo bastante agotador, y se le cargaban más problemas con lo del traje, Rin tenía razón, le estaba dando mucha importancia.

Ahora el azabache se encontraba en el supermercado con el pelirrojo, en busca de algunos comestibles para este, ya llevaban un rato, paseando por el lugar platicando, casi no prestaban tanta atención a lo que iban a comprar, aunque de vez en cuando se topaban con lo que necesitaban.

—Sigo sin entender por qué no dejas que simplemente sepa de qué te vas a disfraza, es solo un estúpido traje— dijo mirando a los lados por si encontraba lo que tenía en su lista

—No lo es— defendió

—Solo mírate, cansado, con sueño y al parecer... adolorido— al decir aquello lo vio de pies a cabeza —Créeme estarías mucho más tranquilo si solo le dices—

—Pero es que no sé por qué me pongo así— se acercó a un estante que tenía muchos muñequitos de Halloween, como hombre lobo, brujas, vampiros y otros monstros, al estar cerca tomo uno —Tal vez sea por la época del año—

Rin lo miro con calma, pues no quería que su amigo se sintiera más mal—Solo tranquilízate un poco, un poco al menos, y si lo ve, es solo un traje...— parecía que quería decirle algo más pero solo termino con eso

—Ahora ven, acompáñame al área de frutas y verduras— su voz ahora tenía más energía que hace unos momentos

—Está bien—

Siguieron avanzando un par de pasillos más hasta llegar a su ''destino'' —y, ¿Qué es lo que necesitas?— pregunto haru viendo todas verduras de estante

—Una calabaza— sonrió el más alto, que tomo un pepino del estante de al lado —Gustas— le dijo a haru mostrando el vegetal

—Oh... aleja eso de mí— no sabe por qué pero algo en su mente le provoco un cierto dolor

Ante eso el pelirrojo no hizo nada más que reír dejando el alimento donde estaba —solo tú eres así— se acercó rodeándolo en un abrazo.


1 Día para la fiesta - Pov Haru

Yo puedo, yo puedo, me dije a mi mismo, yo podía dejar el traje y que él lo vea, no va a pasar nada, no va a ser el fin de mundo, respira...

Me trate de calmar lo más posible, pero porque me pongo así, no lo entiendo, bueno... si lo entiendo pero no sé porque con algo tan simple. Listo, lo había logrado, ya me encontraba más tranquilo.

Me senté en la cama pensando en mi futuro, ¿Cómo sería?, quería pensar en que makoto siguiera a mi lado, pues es algo que deseo, también en sí debería seguir viviendo aquí, ahora trabajo, bueno siempre he trabajado pero ahora es un trabajo... ¿Cómo podría decirlo?... ¿Digno?, no, esa no es la palabra, pero bueno no encuentro la palabra para explicarlo, pero siento que sería momento de moverme, pues no quiero ser una carga, esta familia ha hecho mucho por mí.

Eso me saco una sonrisa, el pensar en ellos me daba una cierta calidez y una paz, esa que solo tu familia puede causar en ti, pero en mi caso, esta familia me causaba esa sensación.

Después de todos esos pensamiento caí dormido.

—¡¡No, No pueden hacer esto¡¡— grite a todo pulmón, con ira y miedo.

—Lo sentimos— dijeron aquellas manchas, pues sus rostros no se podían ver, al parecer estaban borrosas, como aquella censura que se le pone a los testigos de algún crimen, cuando salen en los medios, sin embargo si reconocía la voz.

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