Al anochecer acompañé a John hasta un bar cercano a nuestro hotel. No podía dejar de pensar en Evan o en Tyler... ¡Ni siquiera sabía cómo debía llamarle! Lo único que llegaba a importarme en este mismo instante era que quería que ese chico estuviera bien. Había llamado un par de veces al hospital y me habían confirmado que se encontraba en perfectas condiciones aunque no había querido hablar con nadie. Eso me preocupaba. Sabía que llevarían a algún psicólogo a verle, aún así le darían el alta muy pronto.
Mi compañero pidió dos cervezas en botellín y mi mente volvió a volar hasta el día en que le pedí una simple cerveza a Tyler en aquel bar, se había reído y supo enseguida que yo no era de Miami ni solía ir por aquel bar en el que él trabajaba. Habían ocurrido tantas cosas desde entonces, tantas mentiras entre nosotros y sólo una verdad, me había enamorado de él, hasta el punto de haber estado al borde de la muerte hasta en dos ocasiones. Miré el calendario de mi reloj y sonreí recordando todo lo que él y yo habíamos vivido.
"Ésta es mi historia, relatada hoy día cinco del cálido mes de Septiembre".
- Ve a verle – escuché decir a mi compañero – te mueres de ganas de ir a ese hospital.
- Ni siquiera sé si querrá verme.
- Y no lo sabrás hasta que no vayas. Le mentiste, le acusaste de un delito que no cometió, es posible que no quiera saber nada de ti, pero también le ayudaste y le quieres. Ese chico sentía algo por ti, dejó que te acercases a él pese a todos los problemas que tenía en su vida. Confiaba en ti.
- Y le engañé. No sabe nada de mí.
- Por eso deberías ir y contarle quién eres en realidad, escuchar su historia también y empezar de nuevo. Te mueres por ir a verle – me sonrió – no pierdas más el tiempo conmigo y ve a ese hospital.
Miré el botellín de cerveza de mi mano, aún estaba lleno. Pensé qué debía hacer... y es que el miedo a su rechazo me paralizaba. Di un gran trago al botellín de cerveza y decidí a ir al hospital, las ganas de verle eran superiores al rechazo que podía recibir por su parte.
- Tienes razón, me voy al hospital – le comenté a John – nos vemos en el hotel.
- Claro. Tómate tu tiempo – sonrió alzando levemente la botella.
Dejé un billete en la barra pese a que mi compañero insistió en que invitaba él esta vez. Sonreí y me marché en busca de un taxi. No tardé en encontrar uno y quince minutos después, estaba entrando por las puertas del hospital. Pregunté en recepción y una de las enfermeras, al ver mi placa, me comentó dónde podía encontrar a Evan, debía estar recogiendo el alta médica.
Subí hasta la tercera planta en busca del mostrador de las enfermeras encargadas de facilitar el alta médica. Allí estaba Evan firmando los papeles. Fui a acercarme a él cuando se giró dispuesto a marcharse y sus ojos se fijaron en mí.
Creí que se alejaría o que pasaría de mí, en cambio, se acercó caminando con lentitud y cuando estuvo a mi lado apoyó su cabeza contra mi hombro. Las enfermeras nos miraron extrañadas. No entendía nada de lo que sucedía hasta que sentí cómo se mojaba ligeramente mi camiseta, estaba llorando.
Acerqué mi mano hasta su cabello y enredé mis dedos acariciándole con suavidad.
- Lo siento – escuché que susurraba – no quería meterte en esto. Lo siento.
- Me alegro de haberme enterado – intenté sonreír para calmarle – Lamento mucho haber dudado de ti, haberte mentido como lo hice. Todas las conexiones conducían a ti y me dejé llevar. No era mi intención mentirte. Vamos, te llevaré al hotel para que puedas descansar. Samantha dijo que avisaría a tus padres.
![](https://img.wattpad.com/cover/81677476-288-k325533.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lo que oculta un ángel
RomansaAdvertencias: Homoerótica. Todos los derechos de autor reservados. Adam Perks es un detective de homicidios en Miami, pero su vida profesional se verá enredada en la vida privada cuando en su siguiente caso, trabaje de incógnito para descubrir al as...