Final.

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Lapis:
Hablé  con Garnet. Me dijo que se los mencione despacio. ¿Como hacerlo?  No sé.
¿Con una cena? ¿Un día de campo?¿En un café? No sabría... 

Tal vez el día de campo sea buena idea.
Preparé las cosas.
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-¿Lázuli, para qué nos trajiste aquí?- Había, prácticamente, arrastrado a Steven y a Peridot hasta un bonito espacio cerca del granero.

-Tendremos un "Día de campo", Peridot.- Les sonreí. Tendí un mantel que sostenía en mis brazos. Steven me miró y me sonrió demasiado.

-Oye, Lapis... Apreciamos tu gesto, pero... ¿Dónde está la canasta con la comida?- Me golpeé la frente con la mano. Me olvidé la comida humana, ¡Lo más importante! ¿Qué comerá Steven?

-Ya voy por ella.- Dije, y volví al granero.

Narradora:

Steven y Peridot se sentaron en el mantel acuadrillé. Mostraban sonrisas falsas, porque por dentro estaban aterrados. ¿Qué había pasado ese día en la playa? No recordaban nada de ese evento, pero sentían que era algo importante, para ellos, para su relación. Ambos ya habían decidido lo que sentían el uno por el otro. Amor, definitivamente. Les había costado entenderlo, pero ahora lo saben. Aunque, ¿Cómo declarar ese amor? De eso no tenían idea alguna.

  La gema azul llegó con una canasta repleta de frutas, sándwiches, rosquillas y jugos de frutas.

Cosas que, en cuestión de minutos, desaparecieron, por culpa de Steven, y menor medida, Peridot y Lapislázuli.

Lapis:

El ambiente está tenso. Terminamos de comer esos productos y brebajes de humanos, y ahora nadie se anima a platicar. ¡Ya sé! Lo haré más tenso aún y escaparé.

 Me aclaré la garganta. -Steven, Peridot... ¿Recuerdan lo qué pasó ese día donde los encontré en la playa?- Ellos negaron con la cabeza.-¿En serio nada de nada?- Peridot cerró los ojos.

-Recuerdo a una humanoide rubia...- Steven esbozó una sonrisa.

-¡Yo también la recuerdo!- ¿Cómo decirlo con calma?

-Steven, Peridot... ¡Ella es una fusión! ¡Su fusión!- Me observaron como si yo estuviera loca. Luego, Steven volvió a cerrar los ojos. -Summer...- Dijo. Y salí volando.

Narradora:

 Lapislázuli escapó como lo había pensado dejando al cuarzo y a la peridoto confundidos.

-Summer... Peridot, yo... ¿Nos fusionamos?-

-Al parecer...- Ella miró para otro lado, estaba avergonzada, por alguna razón. Steven la imitó, pero luego volvió a verla. Suspiró.

-Peridot... yo... -No sabía que estaba apunto de hacer, pero continuó igualmente; apretando sus manos, que pasaron a ser puños, y cerrando sus ojos fuertemente-¡Qué mas da!¡Quiero que sepas que yo... ¡Te amo!- La gema verde estaba atónita. Pero no tardó en ruborizarse y responder.

-¡Yo también te amo!- De repente, una suave melodía empezó a sonar. Era Lapis, quien había prendido un equipo de música que Greg había dejado en el granero.

 Los dos, aún sorprendidos, comenzaron a bailar suavemente, por impulso. Él tomó la cintura de Peridot, y ella juntó sus manos. Bailaron al compás por unos minutos. La gema verde recostó su cabeza en el hombro de Steven. -¿Sabes algo? Encontré la respuesta.- Sin separarse, ambos se miraron. -¿A qué, Peridot?-

-¿Recuerdas mi canción?- Él asintió. -Pues, la respuesta es demasiado. Te puedo a llegar a amar demasiado.-

-Entonces, Peri... yo...- Se separó y colocó sus manos en las mejillas de ella- Te puedo llegar a amar más de lo que piensas. Demasiado...- Se acercaba a ella cada vez más-Es decir poco...-

Y ambos se besaron. Se sentía hermoso para ambos. Tenían una sensación de mariposas, y no querían que el momento termine. Pero no fue así.

Porque "Summer" había vuelto.








Cuanto te puedo llegar a amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora