No has vuelto a ser feliz,
probablemente...
Ni yo tampoco.
Le has herido a la tarde
con tus dudas y tus juegos odiosos.
¿Por qué tomas con furia la guitarra
si arrancas solo acordes melodiosos?
Tal vez es el recuerdo peregrino
que te dejó algún sueño lastimoso.
Mañana encontrarás esta poesía,
acércala a tu rostro
y esa lágrima eglógica y prolija
la llenará de gozo.
Pero ten dibujado el pentagrama
con dos notas...
Voy a quebrar despacio ese silencio
con otra aurora.
Y me uniré a tu sangre en la canción
con mi letra y tu música armoniosa.
A dúo, nuestras voces buscarán
confundirnos las sombras.
Esta noche, abraza tu guitarra
y en el último toque quejumbroso
comprende que, si tú no eres feliz,
no lo soy yo tampoco.
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Prohibido olvidarte
PoetrySiempre hay alguien que cruza por nuestra vida, la llena de magia y entusiasmo y luego desaparece. Así, sin más... sin dar explicaciones. Amores, que por ser tan profundos, no se olvidan... ¿Les sucedió alguna vez? Este libro fue escrito entre lág...