Estoy cansado de que me digan
con quién debo soñar,
porque está bien o está mal.
¿Quien maneja los hilos
de esa marioneta que es la sociedad?
Estoy harto de reír
solo para no llorar.
Nunca pude convivir,
me censuraron sin más.
Tampoco pude decir
que amo la libertad,
que ansío poder elegir
sin miedo a la oscuridad.
En la barrera, al fin,
me limitaron por dar
mi elocuencia juvenil,
mis sueños, mi honestidad,
a quien no fuera tan ruin
como la guerra o la sal.
Al cabo de tanto tiempo
¿qué tengo?, la soledad,
porque no aprendí a vivir
como quieren los demás.
Y me cortaron las alas
cuando me atreví a volar.
Pero ya me harté de oír
lo que está bien o está mal.
Hoy dejo atrás una vida
que me costó soportar
porque el precio de la herida
duraba una eternidad.
Si les molesta mi forma
de vestir, pensar o actuar,
de verdad... poco me importa.
No he de llegar al final
con las alforjas vacías
sin saber en qué lugar,
en qué dimensión, dormida,
quedó la felicidad.
Yo me cansé de ser títere
y no pienso soportar
el acíbar de ese chisme
que condenó al mismo Adán
por arder en una hoguera
con el fuego virginal.
Estoy harto de reír
por no tener que llorar...
Dios, ¿quién maneja los hilos
que nos mantienen en vilo
y nos prohíben amar?

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Prohibido olvidarte
ŞiirSiempre hay alguien que cruza por nuestra vida, la llena de magia y entusiasmo y luego desaparece. Así, sin más... sin dar explicaciones. Amores, que por ser tan profundos, no se olvidan... ¿Les sucedió alguna vez? Este libro fue escrito entre lág...