Vale, cámbiate, pero date prisa- Dijo con cara de desesperación.
Corrí dentro a cambiarme, me puse una camiseta muy normal negra en la que salía Leo Jiménez y unos vaqueros normales. Y entonces salí
Wendy volvió a mirarme como si me hubiese transformado en pato y dijo – Uff, tengo mucho que hacer contigo. Primero sígueme.
Wendy y yo pasamos por mil y un tiendas probándome mil y un vestidos, pantalones, camisetas, camisas, sombreros, Wendy no se cansaba, era invencible
Ella empezó a comprar cosas hasta que llegamos a llevar bolsas hasta en las orejas y me hizo cambiarme de atuendo poniéndome un vestido morado de tirantes con la espalda en cruz básico y unas botas marrones de media caña. Llevamos todas las bolsas a mi casa, TODO LO QUE HABÍA COMPRADO ERA PARA MÍ, jamás podría devolverla el dinero.
Bueno, vamos a comer- dijo con cara de hambrienta y llevándose las manos a la tripa
No tengo dinero…- dije con cara de pena y continué- ni tampoco para pagarte toda esta ropa, llévatela.
Vamos- dijo tirando de mi
Nota mental: algo me dice que ignorará todo lo que vaya en contra de sus expectativas
Me llevó a un restaurante coreano (no sé cómo adivinaría mi obsesión por las cosas asiáticas, puede que tanto ver coreanos se me hayan rasgado los ojos (?)) y allí comimos ramen (fideos asiáticos) ella no sabía comer con palillos y eso me hizo mucha gracia porque se desesperó y terminó comiendo con las manos hasta que, yo me levanté a por un tenedor a ver si así se las apañaba mejor.
¿Con el tenedor mejor?- dije mientras me atragantaba por reírme mientras intentaba hablar mientras intentaba comer.
Sí- dijo con la boca llena
De repente escupió, se levantó y se puso a dar vueltas mientras gritaba “¡soy inocente, soy inocente!”, me costó comprender ese comportamiento hasta que me di cuenta de porque hacia eso, solo a ella se la ocurre poner como tono de llamada el sonido de la sirena de un coche de policía. Extendí el brazo y lo cogí porque ella seguía dando vueltas e iban a colgar.
¿Hola?
¿Wendy?... eh creo que me he equivocado- dijo una voz suave y dulce de chica
No, soy Jeb, es que Wendy… bueno digamos que Wendy no puede atenderte ahora mismo.- solté mientras la veía dando vueltas, todavía.
Ah pues… yo soy Helade, ¿Qué la pasa a esta?- soltó como si me conociera de toda la vida
Emm… como decirlo. Es asustadiza y teme a la policía (es una corrupta)- solté entre carcajadas. La pelirroja debió de escucharme y dijo- Eh que yo no soy una corrupta y, ¿Qué haces tú con mi móvil? ¡Y si llega a ser mi novio eh!- siguió hablando mientras yo escuche que Helade murmuraba -que novio, si no tiene será…-
Wendy me arrebató el teléfono mientras yo lloraba de la risa y dijo – ¿Sí cariño?- A lo que escuche a Helade gritar- ¡¡¿CARIÑO QUE?!! Como se te ocurra volver a llamarme así te mato pedazo de mendruga.- Y yo lloraba y lloraba de la risa.
Cogí un boli e intenté acordarme de mi nuevo número de teléfono, (lo necesitaría pronto, no se para que pero sabía que lo necesitaría) y lo apunté en la servilleta.
De repente sonó la alarma de mi móvil y en la pantalla ponía “VAMOS PEDAZO DE VAGA LEVANTA DE LA SIESTA Y VETE AL TRABAJO QUE VAS A LLEGAR TARDE (COMO SIEMPRE)” ¿Por qué era tan cruel conmigo misma que me ponía ese tipo de alarmas? Ah sí porque si no seguía durmiendo.
Me levanté súper deprisa de la silla y salí cual gacela por la puerta y sin dar ninguna explicación. Subí a mi casa y me puse el uniforme del Starbucks, me puse los cascos y me dirigí cantando “Love” de CNBlue.
La jornada trascurrió como debía haberlo hecho, ABURRIDA, terriblemente aburrida, uno tras otro los clientes eran secos y súper bordes. Alguno que otro de los clientes me preguntaban qué a qué hora cerraba, qué cuando acababa mi turno y se me acercaban demasiado, había algo que no entendían, MI BURBUJA NO LA TRANSPASA NADIE, odio el contacto físico con gente con la que no tengo confianza.
Tras pasar un rato de mi jornada un asiático al que me toco servirle me preguntó que si hablaba coreano y, claro que lo hablaba, asique le dije que si amablemente, y me hizo el pedido, cuando le traje el pedido tres hombres robustos estaban con él en la mesa y le entregué el pedido a lo que todos intentaron seducirme y, traspasaron mi burbuja, amo a los coreanos pero, MI BURBUJA NO LA TRANSPASA NADIE asique muy amablemente les tiré el café por encima (Que gracias a dios estaba muy muy muy muy caliente) y seguidamente les dije “mianhaeyo” y después “jeongmal joesonghabnida” o lo que es lo mismo- lo siento, lo siento mucho.- Esbocé una feliz sonrisa y les dije- ¿Quieren algo más?- Ellos negaron con la cabeza decepcionados. Yo seguía con mi sonrisa cuando les dije- Gracias por almorzar en Starbucks, NO vuelvan pronto- Dije remarcando ese “no” mientras me crujía los nudillos.
Tras transcurrir la tarde sin ningún nuevo problema llegó la hora de cerrar, yo ya estaba recogiendo todo pero aún quedaba clientela. Me puse los cascos y me puse a fregar escuchando “The Legacy” de Black Veil Brides. Vale reconozco que me motivé, UN POQUITO (nótese el sarcasmo) y me puse a cantar. “Oh… The leegacy”.
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¿Se puede saber por qué me odias? (BvB y tú)
RomanceJebedith es una chica un tanto rara y alocada. Es amante del KPOP (CNBLUE ATOPE) y del Rock (BVB). Un día decide ir a Nueva York y allí trabajar a medio tiempo como camarera en un StarBucks pero, lo que menos se esperaba era que fregar fuera tan div...