Capitulo 7 - No soy tu enemigo

179 15 2
                                    

<<Dulce soledad, eterno y sublime sufrimiento...condeno mi alma siento sus caricias en la oscuridad eterna>>

Haley estaba sentada en el asiento del copiloto jugando nerviosa con sus manos golpeando los dedos contra la ventana del auto.

—Para ya —murmuro William algo incomodo, el adoraba a Haley la quería convertir a su imagen y semejanza pero últimamente su distracción y sus ataques de ansia la habían vuelto un poco intolerable.

Por otro lado Haley estaba cómoda con la compañía de aquel hombre que sabía comprenderla y no la reprendía por seguir sus instintos vampíricos sin embargo su corazón y alma, si es que tenía una, estaba con Adam.

Lewis no había obviado ningún detalle, le había contado a Maddison todo sobre Haley, quien era ella y lo mucho que significa para Adam. La rubia desde entonces estaba bastante pensativa y callada algo que extraño a Adam y Faye quienes estaban acostumbrados a oír hablar de Maddie, pero esa mañana no paso.

Emilie despertó al medio día con un aspecto bastante mejorado, se sentó en el césped de el pequeño jardín que tenían y se recostó allí con un vestido blanco de seda, paso suavemente sus manos por el césped.

La actitud de la demonio dejo impactados a todos los que estaban en la casa, parecía una muchacha normal, común y corriente que gustaba de la naturaleza.

Faye se acerco a ella con un vaso de agua en las manos.

—Ten, bebe —dijo amable, ya que había notado que Emilie no significaba peligro.

Emilie abrió los ojos lentamente, se sentó en el césped y bebió el agua con mucha paciencia.

— ¿Naciste así? —interrogo la pelirroja que se sentó a su lado.

La demonio no recordaba mucho sobre si siempre fue así o no, había tenido pocas oportunidades de hablar con otros seres sobrenaturales. Los demonios no salían del infierno generalmente, a menos que sea por una emergencia.

Y no cualquiera era permitido salir, tendría que ser un demonio de confianza, Emilie era la hija de Azazeal líder de los nephilim o ángeles caídos, tenia poder e influencia pero no más que Lucifer.

—Supongo que si— contesto— es decir mi padre es así, demonio.

Faye al principio tenia desconfianza en ella ya que generalmente así somos todos le tenemos miedo a lo desconocido. En este caso Faye no sentía miedo, sentía rechazo al saber que habían criaturas sobrenaturales mas poderosas que ella y que su poder escapaba del entendimiento.

La conversación fue interrumpida por una explosión que sonó en la parte de enfrente de la casa, Faye se levanto del césped.

—Quédate aquí— le murmuro a Emilie y luego salió del pequeño patio y fue hacia la sala, Lewis estaba en el suelo herido.

—Vaya pero si es la novia de Chuck —Dijo William— Pensé que eras más hermosa a decir verdad las pelirrojas nunca fueron de mi gusto.

— ¿Quién rayos eres? — lo miro despectivamente.

—Yo soy quien hace las preguntas aquí — se acerco a ella lentamente — ¿Dónde está Adam Lanchaster?

Faye miro a los lados notando que Adam y Maddison probablemente ya habían escapado de la casa.

—Aquí no hay nadie —contesto fríamente.

—Bien — camino alrededor de ella — Se cómo hacerte hablar.

William extendió su mano mientras recitaba un hechizo esto hizo que a Faye le cause un dolor intenso en la cabeza como si alguien le estuviera estrujando el cerebro.

Adam tenia abrazada a Maddie, se habían escondido en el armario de la habitación de Adam.

—nos encontrara, nos encontrara — murmuraba Madison una y otra vez mientras las lagrimas se galopaban en sus ojos.

¿Cómo podía calmar a alguien que estaba al borde del colapso emocional?. Es decir el no tenía la forma y menos aun cuando el mimo sabía que podía ser que los encontraran.

Haley entro a la habitación y escucho los murmuros de Maddison, inmediatamente abrió la puerta despacio para no hacer ruido y vio a Adam abrazándola, lo cual hizo que obviamente sintiera una especie de punzada.

El vampiro miro fríamente a Haley como si quisiera abrazarla pero a la vez sintiera rabia porque ella estaba atacándolos.

—Adam... — suspiro y luego camino hacia la salida de la habitación.

Adam la siguió rápidamente y la tomo del brazo.

—No somos tus enemigos, no soy tu enemigo Haley no se que razones tengas para hacernos esto pero no vayas con ese loco.

Haley lo miro y no pudo o tal vez no quiso decir nada.

—Se que no quieres la cura y puedes olvidarlo no te la daré, solo quiero que no lastimen a Maddison, ella es inocente.

La rubia no tolero ese comentario de Adam y lo tomo bruscamente del cuello.

—Ahora sientes por ella lo mismo que sentías por mi ¿verdad? —dijo mientras lo elevaba un poco del suelo.

Maddison alzo su mano y lanzo a Haley contra la pared.

—No soy tan fácil de lastimar — sonrio de lado y acto seguido rompió su cuello.

Adam la miro detenidamente. — ¿Qué has hecho?

Ni siquiera Maddison podía explicar que paso, lo único que hizo fue liberar su poder para defenderlo.

—Vamos, cárgala iremos abajo.

—Estas loca, el demente esta allí —frunció el ceño.

La rubia ignoro ese comentario y bajo las escaleras, curiosamente William no estaba, Faye tampoco.

—¡Faye! — grito Maddison mientras caminaba por la sala y luego la cocina.

Emilie salió de el patio y se acerco algo asustada a Maddie.

—El hombre se la llevo — la mira — vi su alma... es demasiado oscura.

—Debemos encontrar a Faye — Sollozo Maddison.

—Tranquila, no llores como dice Chuck no sirve de nada llorar.

Adam bajo las escaleras con Haley en brazos, llego a escuchar el comentario de Emilie .

— ¿Chuck? — la miro expectante.

— Claro, Chuck Barnes esta en el infierno — contesto Emilie — sus crímenes en esta tierra han sido atroces, merecía morir y perecer en el inferno otra eternidad.

Faye abrió los ojos pesadamente mientras sentía un escozor en el cuello.

—Chuck — susurro entre delirios ya que se sentía débil.

William estaba sentado en una silla frente a ella, había amarrado a Faye del cuello, manos y pies a una silla.

—Siempre amaras a ese desalmado ¿verdad? —se levanto de la silla y se acerco a la mesa, tomando el bisturí entre sus dedos.

—Juro que voy a matarte — pronuncio Faye débilmente.

—Vamos cariño —Sonrió y acerco el bisturí a su rostro— te falta una hermosa sonrisa —dicho esto le hizo un corte en el rostro formando una sonrisa. 

DEVOTAMENTE   ENAMORADO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora