Capitulo 9 - Huesos frios

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Haley miro alrededor con cierto dolor de cabeza, no había señales de Adam, solo vio un pálido rostro. Lewis estaba demasiado preocupado por Faye, ahora Emilie, Adam y Maddison habían desaparecido de la nada.

Alguien llamo a la puerta y evito que Haley cruzara palabra con Lewis, Haley se dirigió a la puerta y abrió con sumo cuidado, tenía que cuidar a Lewis.

Un hombre de cabello oscuro y barba de igual color con algunas canas se dejo ver en el pórtico.

— ¿Quién es usted? —interrogo Haley.

El hombre se quedo estático al verla, ella era el vivo retrato de su esposa, hizo todo lo posible para evitar demostrar su asombro al verla pero no dio resultado, Haley lo había notado.

—Soy Ansel... Ansel Lenskim...

Haley no podía contener su curiosidad, William le había enseñado una habilidad y era la de indagar en mentes que no fueran la de un vampiro y evidentemente él no lo era. Así que lo miro fijamente esperando encontrar algo.

El hombre tenía una caja llena de juguetes para niña, se veía feliz. Entro a una casa bastante grande donde vio a su esposa de espaldas meciendo a una bebe de cabellos rubios igual que la madre, por más que Haley se esforzó no pudo ver el rostro de la madre.

Bruscamente la imagen cambio, se habían llevado a la bebe y el hombre estaba hecho un mar de lagrimas de rodillas en el suelo con un collar de oro en la mano.

Haley miro el collar detenidamente y tenía una inicial en el centro, intento acercarse pero repentinamente salió de su mente.

—No te conviene, hacer eso— el hombre la miro serio con el ceño fruncido y un total semblante de molestia.

Haley intento cerrar la puerta rápidamente pero el hombre lo impido poniendo su pie en medio, puso la mano en la puerta y empujo haciendo que esta se partiera. Lewis dirigió su mirada y rápidamente tomo a Haley del brazo disponiéndose para huir.

Ansel saco de su pantalón una jeringa y se la coloco en el cuello a Lewis haciendo que este cayera al suelo inconsciente.

— ¡Lewis! —grito Haley.

Ansel vio a Lewis y luego a Haley.

—Descuida, no está muerto —saco otra jeringa pero esta contenía un liquido color verde— pero si no vienes conmigo pronto lo estará.

El infierno no resultaba tan intimidante o al menos el de Chuck no.

—Así que el castigo por matar a mi madre y a miles de personas... es tener una biblioteca empolvada —dijo Maddison con cierto tono sarcástico.

—Es el que le dieron, no es solo el hecho de que esto se caiga a pedazos, es solo que Chuck no es lo peor que hay, créeme.

Emilie estaba curioseando mientras Maddie y Adam interrogaban a Astoria, se encontró con una foto rasgada, era una foto de Faye y Chuck.

—Él no quería morir— dijo Emilie —se arrepintió de todo lo que hizo a el final.

—Eso no es excusa — espeto Adam —ahora el vive en un lecho de rosas mientras los demás seguimos jodidos, el merece estar quemándose vivo una y otra vez.

Adam no estaba de acuerdo con el infierno impuesto a Chuck, el había matado a personas inocentes. Lo peor era que sabía perfectamente que Lara también tenía un infierno, no sabía si ella se había arrepentido de las cosas que había hecho.

Tal vez ella si que estaba quemándose día tras día después de su muerte.

Si tan solo pudiera verla una vez más, contarle sobre Haley. Decirle lo perdido que estaba y lo mucho que la necesitaba a su lado.

De pronto un aplauso acabo con el silencio de la habitación, Chuck apareció de entre las sombras de la habitación.

—Vaya Adam, me olvidaba que eras el santurrón de el grupo.

Maddison se quedo paralizada unos segundos, pero después reaccionó estaba enfrente del asesino de su madre.

— ¡Maldito! — se abalanzo sobre el golpeando su pecho.

Chuck sabía perfectamente quien era ella, nunca olvidaría el rostro de la niña a la que había dejado huérfana. Por razones que el juro nunca develar, al ver a la niña abalanzándose sobre el, la tomo de el cuello y la aventó a el otro lado de la habitación.

Adam al ver esto lo tomo de las solapas del traje que traía.

— ¡Basta! — murmuro molesto.

Chuck se soltó rápidamente de él, no iba a permitir que Adam lo intimidase.

—Al parecer nunca podre liberarme de ti, pensé que el infierno seria el único lugar donde no oiría tu irritante voz.

—Pues te equivocaste — murmuro Astoria mientras ayudaba a Maddison para incorporarse.

—Faye, está en problemas y está aquí — dijo Emilie.

Ella ya conocía a Chuck desde que llego al infierno, ella misma fue quien designo ese infierno para él. Por alguna razón el pelinegro le hacía recordar a un viejo amor que había tenido.

Al igual que él era un vampiro que había hecho cosas abominables en la tierra dignas de un castigo, lastima para el demonio que creó su infierno no fue indulgente como Emilie y lo condeno a el mismo arrancarse el corazón, lo cierto era que él nunca se arrepintió de lo que hizo.

Y así como el había demasiado que tenían castigos severos, Emilie era un demonio pero no se sentía con la capacidad para castigar a una persona, tal vez era por eso que Astoria la ninguneaba.

La rubia no era precisamente conocida por ser severa y en el mundo de los demonios eso es lo que mayormente predomina o lo que te hace notar.

Después de poner a Chuck al tanto de la situación, Astoria dirigió a los tres hacia una mansión. Lo cierto era que el infierno no era tan escalofriante como lo describen aunque todo cambia depende de la visión de el espectador.

Adam se dejo caer sobre el sofá, estaba cansado probablemente más de lo que lo habría estado nunca. Emilie se sentó a su lado y lo miro detenidamente.

—Se estas buscando a Lara — ladeo una sonrisa.

Era cierto durante el camino Adam se la había pasado mirando alrededor, sentía la presencia de Lara realmente el siempre había tenido la facilidad de sentir su presencia e irónicamente su calor se podría decir que hasta sentía sus huesos fríos como la nieve.

— ¿Por qué me dices eso? —interrogo Adam.

Emilie sabia toda la historia de Adam y Lara, ya que ella había recibido a Lara en el infierno hacia unos años atrás y le parecía una chica adorable, que había pasado por mucho y que no era perfecta, es decir había cometido errores pero eso no significa que deba ser juzgada y mucho menos castigada de la manera tan atroz en la que se lo pidieron.

Emilie decidió no darle un infierno deicidio volverla un demonio.

—Se donde esta — contesto Emilie 

DEVOTAMENTE   ENAMORADO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora