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- Chicos, estos son nuestros nuevos vecinos. Los señores Waiscon.- dijo mi madre.

- Hola, soy Daniela. Pero llamadme Dani.

- Yo soy Valeria, la otra vecina.

- Yo soy Manu, encantado.

- Que guapos todos, ¿cuántos años tenéis?.- dijo el señor Waiscon.

- 15.- dijimos Val y yo a la vez, a veces creo que nuestras mentes se sincronizan. Nosotras lo llamamos telepatía de mejores amigas.

- Yo 17.- dijo Manu.

- ¡ Qué bien ! Nuestro hijo tiene 17, podéis ser buenos amigos Manu.- dijo la señora Waiscon.

- Si pues como sean como vosotros...- susurró Val sin vocalizar.

- ¿ Qué has dicho Valeria ?.- preguntó mi madre, que al parecer no entendió lo que dijo.

- Que... ¿ qué tienen de comer hoy ?

- Ternera y patatas. ¿ Vas a comer aquí ?

- Si, porque no me entusiasma mucho comer lentejas.

Manu, Val y yo nos dirigimos a mi cuarto. Mientras Val le contaba a Manu algo sobre los espías seguramente, yo tenía la cabeza en otro lado.

- ¿ Estará bueno el hijo de los vecinos ?.- solté.

Llevaba cerca de media hora pensando en eso y tenía muchas ganas de escuchar la opinión de Val, así que, que mi hermano estuviera ahí ya me daba igual.

- ¿ Pero tu has visto a sus padres ? Como mucho será un friki de los que juegan al " cull of duti".- dijo Val haciendo la señal de entre comillas.

- Es " call of duty " cateta, y además yo también juego.- arqueó una ceja Manu.

- Ya, y me lo dice el que escribió " te hamo  Marta " en un muro.

- ¡ Tenía 7 años !.- replicó Manu.

- Bueno, pues tu mente sigue igual de retrasada.- vacilé.

Val y yo empezamos a reírnos de Manu cómo si no hubiera un mañana. Y Manu empezó a llorar como una niña pequeña falsamente. Val y yo nos callamos 3 segundos creando un silencio rotundo, que poco después se rompió con nuestras carcajadas el doble de fuertes, y además, unidas a la de Manu.

Colgada de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora