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La comida está riquísima. Había de todo tipo de variedades imaginables, carne, pescado, verdura...

Los " adolescentes " terminamos de cenar, y nos dirigimos al salón. Todos, absolutamente todos, estaban con sus teléfonos móviles excepto Val y yo. En ese momento, decidimos que había que hacer algo.

- Oid chicos.- dijo Val.

Ante esto, nadie pareció inmutarse.

- ¡ CHICOS !.- gritó Val.

Todos parecían muy molestos. Pero al parecer a Valeria le importaba un pimiento.

- ¿ Y si jugamos a la botella ?

- ¡ Vale !.- dijimos todos al unísono.

Hugo se levantó a buscar una botella a la cocina.

- Dani, ¿ vienes conmigo ?

- ¿ Es que no conoces el camino ?

- Venga no seas borde, que esta noche hay que disfrutarla.

Miré a Valeria que esta asintió.

- ¡ Ahgg ! Está bien.

Hugo y yo nos dirigimos en busca de la botella, y ya en la cocina me dijo:

- Al fin podré besar esos labios que tanto se me resisten.

No se porqué pero me puse nerviosa, bueno, nerviosísima.

- M-mira, aquí hay una botella.- la cogí y me marché lo más rápido que pude.

- ¡ Que comience el juego !.- gritó Valeria.

La botella empezó a girar, y todos comenzamos a dar palmadas en el suelo.

- Primera parejita... ¡ Lucy y Santi !.

La botella comenzó a girar de nuevo, pero esta vez Hugo me miró. Automáticamente me puse roja como un tomate.

- Segunda pareja... ¡ Jess y Marco !.

Hugo seguía mirándome fijamente, me estaba poniendo de los nervios y le hice una señal de " ¿ Qué ? " Levantando una mano y moviendo sólo los labios. A lo que el me respondió con un " nada nada " solo moviendo los labios de la misma manera que yo y levnatando ambos brazos como cuando te detienen con un "¡ alto, manos arriba !"

- Séptima parejita.

¡ Wow ! Ya vamos por la número 7, estaba tan perdida en mis pensamientos que apenas me di cuenta.

- ¡ Jess y Hugo !

Me quedé paralizada, Hugo se iba a liar con la chica más ZORRA que pisaba la tierra. Y lo cierto es que no es que se negara precisamente.

En ese momento me sentí fatal, y sólo se me ocurrió marcharme a casa.

Salí de la casa de los Waiscon y comprobé sorprendida de que Hugo me seguía, quise hacer como si no me hubiera dado cuenta. Al llegar a mi casa Hugo seguía detrás mía, y yo entré en mi casa como si nada.

Fui directa a mi cuarto. Y cuando abrí la puerta Hugo me sorprendió.

- ¿ Me puedes explicar que te ha pasado ?.- me sorprendó Hugo en mi cuarto.

Mi susto fue enorme.

- ¿ Porqué todo el mundo entra por la ventana ? ¿ Nadie sabe que tengo una puerta ?.- grité.

- Dani, quiero que quede claro que a la única que quería besar era a ti.

- No lo parecía cuando la has besado a ella.

Hugo suspiró y se levantó en dirección a mí ( Oh no... )

- ¿ Y lo parece así ?

Al decir esto Hugo se acercó hacia a mí, cogió mi mano. Sentí mi corazón a mil.

Hugo empezó a acariciarme la cara de la forma más dulce que existe, se acercó un poco más.

En ese momento estaba tan nerviosa y a la vez tan agusto que mi cuerpo me impulsó a morderme el labio. Hugo pareció percatarse de ello y se quedó observando como lo hacía.

Nuestro labios casi se rozaron, cuando de repente entraron Valeria seguida de mi hermano.

Miré hacia ellos y cuando volví a mirar a Hugo, este ya no estaba. Suerte que Val y Manu no parecieron darse cuenta de que estaba con él.

- Dani, tenemos que contarte algo...- dijo nerviosa Valeria.

Colgada de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora