Capítulo 4: ¡¿Que somos qué?!

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          Andy.

Me desperté con la canción I Have a Dream de Westlife que sonaba como alarma de mi iPod. Me levanté de mi cama y me acerqué al gran armario blanco empotrado que tenía en mi habitación. Mientras cantaba la canción que seguía sonando, rebusqué entre un montón de prendas hasta dar con lo que vestiría.

Me puse unos vaqueros cortos oscuros (nunca sabré si son negros o azules), una blusa negra con botones cobrizos con las mangas remangadas hasta los codos y unas sandalias plateadas.

Paré la música y bajé a la cocina, allí le dí un beso a mi madre y desayuné mientras ella me preguntaba si tenía todo listo.

Cuando terminé, me despedí de mi madre y salí a la calle.

Allí me esperaba mi querido BMW M6 Cabrio azul. Estaba definitivamente enamorada de el coche, me lo regaló mi madre por mi dieciséis cumpleaños, había tenido que ahorrar mucho para comprármelo. Ese coche era la maravilla de mis ojos, siempre había amado los descapotables…

Arranqué el coche y conecté mi iPod para escuchar música (otra cosa que también amaba), y fui a recoger a mis primas.

Llegamos al instituto y aparqué el coche. Nos bajamos y entramos en el edificio, como era normal, todo el mundo nos miraba.

—¡Eh! ¡Andy!—Me gritó un chico que iba detrás mía, llegó a donde yo me encontraba.

—Piérdete, Nick.—Dije simplemente. Y me alejé de él.

Nunca, nunca, nunca, estaría con un chico que tiene novia, ni me acostaría con él. Lo de la noche anterior fue por varias razones:

1.Yo no sabía que él y Lizz salían.

2.Estaba muy borracha.

3.Él fue quién me besó.

Me despedí de Patrice y de Dylan y me dirigí a mi clase, Lengua. Me senté en una mesa de la segunda fila. Como todavía faltaban algunos alumnos por llegar y el profesor no hacía acto de presencia, saqué mi amado iPod y me puse los auriculares.

Minutos más tarde, la primera clase del curso empezó.

—Pues hoy vamos a empezar, y bla bla bla…—Empezó el profesor.

«Pff, ya estamos otra vez» Pensé mientras desconectaba mi mente.

Odio los discursos escolares, todo el tiempo lo mismo.

Cuando el profesor acabó el discurso volví a prestar atención a lo que decía, pero entonces noté que alguien me miraba. Me giré discretamente y vi a un chico de ojos muy azules y pelo castaño que no me quitaba la vista de encima.

«Ya tengo a otro detrás» Me dije.

—Señor Reed, levántese, por favor.—Llamó el profesor a uno de los nuevos, para que se presentara. Yo no le presté atención y me giré de nuevo para ver al chico, pero cuando lo hice, ya no estaba en su sitio. Me dí la vuelta y lo ví junto al profesor, con cara de estar muy aburrido.

«¿Así que señor Reed...» pensé.

—Éste es Sean Reed, será uno de vuestros nuevos compañeros, espero que lo recibáis como es debido.

Tras decir esto, "Sean" volvió a su sitio y el profesor prosiguió con la clase.

Cuando esta terminó, recogí mis cosas y me dirigí a mi siguiente clase, Historia.

Cuando llegué me senté en mi sitio, en esta clase las mesas eran de dos, antes me sentaba siempre con Patrice, aunque este año no nos había tocado juntas, así que tendría que sentarme con otra persona.

Las RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora