Gastina: el amor no siempre es perfecto [Terminada]

Capítulo 8

La cita iba a la perfección, al estar acostumbrado a estar solo, sabía cocinar un montón de platos diferentes por lo que intente lucirme para impresionarla.

—Me gusta mucho la comida, no sabía que sabías cocinar tan bien— Nina como siempre era tan linda que solo provocaba ternura.

—Hay muchas cosas que aun no sabes de mi— mi ego era enorme, no lo negaría y sabía que en el fondo a ella le gustaba cuando me comportaba así.

—Entonces tendré que descubrirlas poco a poco— me siguió el juego, definitivamente esta chica era perfecta para mí.

Terminamos de comer y Nina se ofreció a ayudarme a lavar los platos, juntos hicimos que una tarea tan aburrida como esa fuera lo más interesante del mundo. Ella me contaba datos de todo tipo y a mí me encantaba escucharla, su voz era música para mis oídos. Se nos hizo tarde y a mí se me ocurrió una idea que no sabía cómo podría terminar, podría acompañarla a su casa o invitarla a quedarse a dormir. Me encantaría que se quedase conmigo esta noche.

—Nina, ¿te gustaría quedarte esta noche conmigo? — Ella se sonrojó a más no poder— Si te quedas prometo acompañarte a casa mañana lo más pronto posible para ir a por tus cosas de la escuela— yo estaba nervioso, no sabía cómo se iba a tomar mi petición.

—Sí— susurro, pero pude escucharla— Pero tengo que avisarle a mi padre— su tono seguía siendo bajo, se sentía avergonzada, pero me alegre de que aceptara.

—Claro, sin problema tomate el tiempo que necesites— ella se alejo un poco y cogió su teléfono.

Nina volvió al cabo de unos minutos, como ya había dicho, tuve suerte de que le tocara estar con su padre, ya que este no puso ninguna pega y dejo que Nina se quedara conmigo, eso sí, su madre no debía enterarse.

— ¿Te parece bien si vemos una película para pasar el rato?— sugerí mientras nos sentábamos en el sofá.

— ¿Vemos una de miedo?— propuso.

Puse una película que de miedo antigua, sabía que a Nina le gustaban sobre todo las películas de ciencia ficción así que poner una película antigua sabía que le encantaría. En mitad de la película, rodee a Nina con mi brazo y ella se acurruco en mi hombro. Cuando terminó, le dije a que podía dormir en mi cama y que yo dormiría en el sofá, aunque a ella al principio no le pareció bien, termino cediendo. Le enseñe mi habitación y se quedo viendo mis libros, hablamos de algunos de ellos ya que la mayoría nos los habíamos leído. Nos tumbamos en mi cama y nos pasamos unas horas hablando hasta que nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, desperté a Nina ya que era sino, no podría llevarla a casa a tiempo para ir al Blake. Desayunamos juntos y la deje en su casa despidiéndome de ella con un tierno beso.

—Lamento no poder venir a buscarte para ir luego juntos al Blake, pero ya se lo había prometido a Matteo— me disculpe, la verdad es que no tenía planeado que Nina se quedara en mi casa a dormir, pero no negaría que me encanto despertar y tenerla a mi lado, además, podíamos vernos más tarde.

—No pasa nada, nos vemos luego en el Blake o en el Roller— le sonreí y por fin nos despedimos, me fui de nuevo a mi casa.

Esperaba que Nina estuviera igual de feliz que yo, esta noche había sido perfecta y nada podría arruinarlo. Ya tenía más que claro que Xabi no era ninguna amenaza, lo mío y lo de Nina era pasa siempre y ambos sabíamos que nuestros sentimientos eran recíprocos. Matteo tenía razón, debía de dejar de pensar en tonterías o perdería a Nina.