― ¡¡¡Irina!!!, ¡¡¡¡Irina!!!!, ¡¡¡Irina!!!!, e....... e......... e....... espérame por favor, p....... p....... p.... por favor espérame― Apeló mirándola aquella señora mayor, hacia aquella jóven señorita, que se había detenido por un instante, para después poder seguir escuchando el pedido que le hacía aquella dama mayor, mientras que Maribel, quien se estaba cubriendo y a su vez aferrando con su mano derecha, su tapado marrón claro, con unos tres gigantescos botones negros.
― ¿Qué pasa, Maribel? ¿Qué ocurre?, ¡¡¡¡Vamos!!!!, ¡¡¡¡¡Vamos!!!!!, ¡¡¡¡Vamos!!!!, cóntame, de lo que vos me tengás que contar, porque realmente, no tengo mucho tiempo para perder―
― E....... E........ E........ Está bien, está bien, te lo voy a contar yo misma hacia vos, pero prómeteme de que vos, no te vas ni a enojar ni mucho menos a ponerte enfurecida―
― B........ B......... B........ Bueno Maribel, no me voy ni a enojar, ni a ponerme loca, así que cóntame, de lo que vos me tengás que contar, porque dentro de cinco minutos, tengo que ir a llevar los impuestos para pagar, hacia el centro de la ciudad―
― Bueno, está bien, te lo cuento, resulta que anoche, en las altas horas de la madrugada en mi casa, junto con mis cartas de tarot y junto con mi bola de cristal, yo misma, cuando estuve mirando por medio de mi bola de cristal y pude alcanzar a ver, casi con un poco de claridad, de que......... d................. d................ d........... de que, tus ex compañeras de la parroquia, estaban encadenadas, en las principales entradas de aquella iglesia, para evitar que un grupo de señores obreros de una construcción, la pudieran derrumbar por completo a aquel lugar, junto con Ellas, encadenadas―
― ¡¡¡¡Ay!!!!, ¡¡¡¡Ay!!!!!, ¡¡¡¡¡Ay Díos!!!!!, ¡¡¡¡¡Ay Díos Mío!!!!, E......... E........ E........ Esto no nos puede estar pasando, esto mismo, no nos puede estar ocurriendo a nosotros,
― Y eso no es todo― ¿Cómo qué eso no era todo?, ¿A qué exactamente se estaría refiriendo Maribel, con qué con está noticia, no era lo suficientemente, como para que yo, me tendría que enterar?, ¿Acaso, yo me tendría que seguir enterando más cosas que habían pasado, antes de que Benicio naciera?.
― ¿Cómo qué no es todo, Maribel? ¿Hay algo más que yo tenga que saber, que ocurrió hace unos años atrás?
― Sisi Irina, hay varias cosas que vos tenés que saber, antes de que vos pudieras tener a tú tercer bebé, pero por ahora y por eso mismo, te lo voy a contar más adelante ¿sí?, Ahora, en este preciso momento, no te lo puedo seguir contando, por un par de cuestiones, dígamos, muy peligrosas y a su vez no muy encantadoras, que quizás, no te agraden mucho a vos―
Mientras Tanto, en la alcoba de la jóven hija de aquella pareja.
― ¡¡¡¡Tania!!!!, ¡¡¡¡Tania!!!!, ¡¡¡¡¡Tania!!!!, vení, ¡¡¡¡T-A-N-I-A!!!!!!, ¡¡¡¡¡T-A-N-I-A!!!!― repitió varias veces una voz grave y a su vez semi gruesa, que provenía uno de los largos pasadizos que tenía en aquella mansión.
― ¿Mamá?, ¿Mamá?, ¿Mamá?, ¿Mamá, sos vos?― Preguntó con un tono de voz de asustada y a su vez con un tono de voz de infantil, mientras que Tania salía silenciosamente por la apertura de su alcoba, hacia el otro dormitorio oscuro y casi sin luz, mientras que Ella, se aferraba fuertemente con sus manos, su largo camisón rosado pálido que le llegaba hacia sus tobillos, cada vez que caminaba lentamente, hacia aquella voz espectral, quien le pedía que Ella, continuara caminando serenamente.
¡¡Ay Díos!!!!, ¡¡¡Ay Díos!!!!, será mejor que yo misma, comience a rezar, Padre que estás en los cielos, santificado sea tú nombre, venga a nosotros tú reino hágase tú voluntad así en la tierra como en el cielo, así en la tierra como en el cielo― Arguió lo primero con un tono de voz de aterrada, la jóven señorita, mientra que Ella avanzaba hacia aquel largo y amplío pasillo oscuro, orando y a su vez dándose consigo misma, varias cruces con su mano derecha, como para protegerse de aquel mal.