Eran las cinco y media de la tarde en medio de unos galpones abandonados y repletos de fardos, de pajas y de plumas de aves tirados de aquí para allí. De un lado hacia el otro.
¿Por qué acaso una abuela tan cálida y afectuosa tendría que despedirse de toda su familia?. ¿había algo que ella le estuviera ocultando a todos sus seres queridos, para no preocuparlos aún más y dañarlos?. pues, no sé. pero lo que se avecinaba en tan pocos minutos, tanto su vida como la de su familia cambiaría para siempre, no parecía ser algo bueno para ella.
Familia: Quiero decirles que todo lo que me duele no solo son los dolores que aún tengo en mi cuerpo; sino que también son los dolores... las lágrimas que intento que cada vez intento ocultarlas para no ponerlos tristes a todos ustedes que son mi luz, mis ángeles, mi compañía y las ganas de seguir siendo su orgullosa abuela y madre.
Pero me temo que en este preciso momento, yo misma, les tenga que dar a todos ustedes mi últimos adiós.
Sé que el adiós, el hasta luego o un hasta pronto son las peores palabras, torturas y angustias que un ser humano no querría decírselas nunca para todos ustedes, pero es el tiempo y el momento de que esta cariñosa y afectuosa abuelita, se vaya al cielo y es por ello que quiero dejarles a cada uno de ustedes, una pequeña misión para que me las cumplan con mi último aliento que me queda de vida.
Tania: Queridísima nieta de mi alma. Quiero que sepas que tu abuelita está muy orgullosa de ti, pero también tienes que saber que tu abuelita quien te ha cantado esa canción que decía ♪♪♪ Y en estos brazos, yo siempre estaré cuidándote, porque tú eres un ser especial, porque tú eres mi amor que me trajo en este mundo, algo más que una simple amistad♫♫♫♫. No va a permanecer por mucho tiempo más en esta tierra. Por lo que he decidido que tu misión que quiero que me la cumplas sí o sí, es que quiero verte utilizar mi violín, mi violonchelo y el saxofón en todas las ocasiones especiales que tanto tú como tu familia tengan.
Nahuel: Mi pequeño travieso, y divertido nietito de tu abuela, quiero decirte de que estoy muy orgullosa de ti y por haberme enterado de que tu pasaste a quinto grado. ¡Te felicito, Nahu!. Ahora te voy a hablar desde mi corazón, nunca te rindas por lo que más quieras hacer y proponerte en este mundo. Solo ponte a dedicártelo y a trabajarlo de cabeza y también no te olvides de descansar muy bien y solo de ese modo, solo tú, lograrás superar todas tus metas, desafíos y logros que te has comprometido a hacer.
Regresando al tema, mi pequeño travieso cantante, solo quiero decirte de que tu misión es que cuando cumplas la mayoría de edad que tú tengas en el futuro, quiero que vayas al nicho en el cual estaré descansando junto con el resto de tus abuelos y bisabuelos. Una vez que tu estés allí, cántame con tu buena e inigualable voz, unas canciones que te he dejado en mi mesita de luz de mi habitación en mi tumba y además quiero que me dejes cada vez que me vayas a visitar, una canción tuya, porque mediante de las letras de vuestras canciones, nos podremos comunicar. ¿Sí?.
Irina: Sos una gran persona, madre, hija, esposa y una compañera de vida, como así también he visto que detrás de esos bellos y atormentados ojos, tu has encontrado al hombre de tu vida, al farol que día a día, aunque no esté allí en esa escena, veo como tú eres realmente feliz y eso para mí, me pone y me hace muy feliz.
Y por último, Rodrigo: Quiero pedirte que cuides muy bien de mis nietos, de mi hija y del nuevo integrante de la familia que está a punto de llegar. Porque mediante de este último, tanto yo como ustedes, lograremos comunicarnos cada vez que podamos, por medio de sus poesías y poemas.
Y segundo, quiero os pido vuestras disculpas por haber discutido contigo en varias ocasiones. No fue vuestra intención hacerlo. Solo tú perdóname cada vez que vayan todos ustedes al cementerio, con una rosa jazmín.
Bueno, en fin familia. Les quiero agradecer a todos vosotros por sus grandes muestras de amor, de afecto, de cariño y de apoyo que he tenido con todos ustedes.
Les manda unos besos infinitos y unos grandes abrazos de oso a todos vosotros.
Beatriz, su abue... antes de que la dama mayor pudiera continuar en medio de su video testamento en el lugar, descerrajada en desconsuelo.
De pronto y resguardando tanto la dama mayor como su cámara filmadora debajo de unas mantas marrón oscuras sucias, ingresaban hacia en ese mismo espacio en el cual ella se encontraba, dos señores altos, de una contextura física un poco rellena, con unos sombreros lagomarsinos negros que en gran parte de las frentes de sus cabezas, cubrían sus miradas frías, iracundas y con un batiburrillo de sangre. Eran un cóctel, un tanto explosivo como a su vez muy peligroso.
— ¿Y ahora como sigue todo esto, señor?— Fisgoneó mirándolo sagazmente uno de los jóvenes señores hacia su mandamás, quien con su mirada fija hacia los miles e inifnitos billetes que tenía delante de sus ojos, no dejaba de contar dentro de su mente la gran enorme y proporción de los billetes que esa mismísima mafia poseían.
En esos precisos minutos. la mirada
— enseñándole abriendo una caja con varios y diminutos frasquitos que contenía dentro de varios de ellos, antidoping, agujas y entre muchísimas otras cosas, como para vender todas esas mercancías hacia los distintos jugadores y clubs de fútbol.