Capitulo 26

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¿Qué? ¿Qué le pasaba a Riley? Se suponía que éramos amigas y que yo le caía bien. Nunca le hice nada malo como para que me diga algo de ese tipo.
Le respondo que está bien e ignoro los mensajes ofensivos. No comprendo que le pasa. La mayoría del tiempo la pasamos bien y la verdad es que después de lo de Peter (Que sigo sin comprender que me pasó en esos momentos) no le había explicado nada. Pero la verdad es que no había explicación pues ni yo misma lo sabía.
Dejó el teléfono a un lado y sigo. Hoy es Sábado así que tenía 4 días para pensar en que pudo haberla enojado y pensar.
Prendo la televisión y pongo el Xbox de arriba. Tomo un control y me pongo a jugar Injustice.
Juego por unas 2 horas pero un ruido en la puerta me saca de mi concentración.
Al principio creo que fue una imaginación mía pero vuelvo a escuchar el sonido y abro la puerta. Peter está fuera con una camisa negra de Los Beatles y unos jeans negros.
-¿Qué pasó?- Preguntó pues Peter no da indicios de que se moverá de la puerta.
-Mañana nos vamos por la mañana. Regresaremos a California.- Me dice con voz grave.
Asiento con la cabeza pero Peter no se mueve de la puerta. Está apoyado en el lado izquierdo de el umbral y lleva el pelo revuelto.
Se ve muy guapo. Bueno siempre se ve, pero esta vez no lo sé.. Tiene un toque misterioso y rudo a la vez.
-Yyyy- Le digo alargando un poco el "y" para que sepa que estoy esperando que reaccione.
-¿Y qué?- Me pregunta.
-Nada olvídalo.- Digo mirando por detrás de su hombro.
-¿Qué no puedo observar a mi hermosa mejor amiga?- Pregunta Peter con una sonrisa seductora.
Siento como me sonrojo de pies a cabeza por su comentario.
-¿He-hermosa?.- Tartamudeo por lo nerviosa.
-Exacto.- Dice con una sonrisa de superioridad.
Asiento mirando hacia abajo. Peter me observa durante unos minutos más y luego se va.
Cierro la puerta en cuanto se va y me apoyó en la puerta, suspiro.
¿Cómo es que Peter puede ser así? ¿Como puede cambiar de animo de un momento a otro tan fácil? Hace unos momentos estaba un tanto amargado y ahora está juguetón. No lo comprendo. Eso es lo que me desconcierta de el, un momento está feliz y al otro enojado, no comprendo sus cambios de ánimo. Como el día en que me besó, primero lo hizo y después dijo que era un error.
A veces me harta pero es mi mejor amigo y lo tengo que soportar.
Me retiro de la puerta y me siento en la cama y sigo jugando.
Pasa una hora y dejo el Xbox a un lado y bajo.
Cuando bajo escucho nuevamente a Peter gritarle a Astor que es hora de decir la verdad.
La verdad "Pienso". La verdad es una cosa que no abunda en mi vida. Simplemente no existe. Dejo a un lado los pensamientos y sigo bajando la escalera.
Hago caso omiso a los gritos de Peter y Astor y sigo con mi camino hasta la puerta. Abro la puerta y rechina, me maldigo y cierro la puerta rápidamente. Hay unos árboles muy grandes alrededor de la casa, se escucha el canto de los pájaros y los grillos, respiró profundamente y al fin, en algunos meses, siento que puedo respirar. Respirar de verdad, no respirar el aire acondicionado que abunda en la casa de Astor, ni respirar el olor a petróleo de la ciudad, si no respirar aire natural, el aire del bosque. Respiró profundamente y puedo percibir el olor a rosas, huele delicioso, a pradera.
Camino un poco y me adentro un poco en el bosque. Estoy rodeada de árboles, me siento libre. Me pellizco por si acaso estoy soñando pero me doy cuenta de que todo esto es real, me siento tan libre. En un arranque de adrenalina corro, corro muy rápido, siento que me falta el aliento pero no puedo para, de hecho no quiero, quiero alejarme de todos mis problemas, de Astor, de Peter, de Riley, de mi madre, de ida la maldita sociedad. Corro aún más rápido y siento como me tiemblan las piernas pero no me rindo, sigo corriendo y siento como me alejo de todas las cosas malas, como toda mi mente se aclara. Ignoro todo aquello qué pasó y por esa razón no me percato que alguien me ha  estado siguiendo todo el camino. Siento que de repente alguien toma de mi brazo y me hace parar, doy un grito de muerte pero mi secuestrador le tapa la boca con su mano. Me voltea lentamente y lo que veo no es nada a lo que me esperaba. Me esperaba ver a un chico con cara de pervertido y con cicatrices y tatuajes pero de hecho lo que me encuentro es exactamente lo contrario, sino que en vez de un violador me encuentro a Astor. Me mira con cara de extrañeza y el no parece cansado como yo lo parezco. Estoy sudando a litros y me tiemblan las piernas, pero Astor parece relajado y no tiene ni una gota de sudor por el cuerpo.
-¿Que te pasa, Jane?- Me pregunta Astor mirándome com una loca.
-Nada solo quería caminar un rato.- Confieso pero Astor parece que sigue sin creerme. Pero esa es la verdad no pensaba hacer algo malo. Al menos eso creía.
-¿Caminar?- Pregunta Astor con cara de confusión-. ¿Estás segura? Yo no lo estoy tanto, por que corriste más de 1 kilómetro y no parabas. Te perseguí, Jane. Te grite y tu no me escuchaba. Nunca había visto a una chica que pudiera aguantar tanto corriendo.- Me dice Astor.
-¿UN KILÓMETRO?- Gritó un poco sorprendida y es en esté momento cuando me percato de que a nuestro alrededor no hay más que árboles y no se ve ni una sola casa por aquí al menos a unos cuantos kilómetros a la redonda.
-Si, un kilómetro. Bueno pero ya aún así volvamos caminando.- Me dice Astor ofreciéndome la mano con una sonrisa de oreja a oreja pero no puedo alcanzar a tomarle la mano pues me están temblando tanto las piernas que caigo sobre un montón de lodo.
-Ay- Exclamó al caerme.
Me pegó en la cadera contra una rama y eso hace que mi ropa se rasgue un poco.
Astor me ofrece la mano y yo la tomo. Me ayuda a levantarme, me sacudo todo lo que puedo de tierra y me percato de que tengo algunos arañazos en las manos.
Sacudo igualmente mis manos y me quedo viendo a Astor.
-Ven, súbete en mi- Me dice Astor poniéndose de espaldas a mi y agachándose.
Niego con la cabeza pero recuerdo que Astor no me puede ver.
-No, estoy bien enserio. Además arruinaría tu sudadera y es muy bonita como para que con mis tonterías la arruine.- Le explico a Astor pero este niega con la cabeza.
-Por favor, Jane.- Me dice Astor y voltea a verme-. Por mi.- Dice y lanza una de esas sonrisas seductoras que no me queda otra opción que acceder.
Asiento y me subo de caballito en el. Rodeó su cuello con mis brazos y abrazo su cintura con mis piernas. Astor se levanta y empieza a caminar a lo que me imagino es la dirección de la casa. Siento los músculos de sus brazos contraerse cuando camina y el vello de su cuello erizarse cada vez que respiro. Huele demasiado rico que es inevitable no olerle la nuca. Me acerco a él y empiezo a oler su nuca. Es su olor, el emana ese olor. Es como una mezcla de perfume con menta, el olor es tan delicioso. Recargo mi cabeza en el hombro de Astor y siento como As se relaja. Cierro los ojos y disfruto de su caminar e igualmente del sonido del canto de los pájaros.
No se en que momento pasó pero siento un beso de Astor en la cabeza y segundos después me quedo dormida.

La Oscuridad #PDA2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora