Preludio a una noche sin gloria.

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"Porque sólo hay una manera de salvarte, pongo mi destino al azar y
ruego a los dioses que la dualidad
de este amor viaje hasta los confines del universo para encontrarte".
B.S

Con la fuerza que nos quedaba caminamos uno apoyándose en el otro hasta la puerta de la Yorozuya, empujandola y cayendo al sofá, él primero y luego yo encima. Pude observar su rostro una vez más antes de cerrar los ojos completamente y quedar sumida en un sueño profundo.

Su cabello estaba a un lado y sus ojos abiertos empezaban a cerrarse, el carmesí en ellos parecía desgastado, cansado; mi mente decía que todo estaba bien pero un "sexto sentido", si quisiera llamarlo así, no me dejaba dormir; me decía que me mantuviera despierta, que yo sería la única que podría protegerlo, a él, a mi familia aquí en la Tierra y si lo requería al mundo entero.

Eso pretendía, mientras mis fuerzas me fallaban y escuchaba como Shinpachi llamaba a su hermana en busca de ayuda para atendernos.

El sueño que tuve esa noche fue mucho más claro que otros dias:
Un bosque inmenso, flores de todos los colores, aromas singulares y todos mis personas queridas sentadas observándonos.

Mi cabello suelto con ondas, flores en el y un vestido blanco me adornaban, no recuerdo haberme visto tan hermosa algún día. Y a mi lado él, con  un traje también blanco mirándome con suspicacia y amor, tan orgulloso de como se veía que no dejaba de sonreír, me echó una mirada y dio un silbido bajo como dando su aprobación.

De pronto, todo se volvió gris y su traje blanco se volvió tan rojo que casi imitaba a sus ojos, la sangre no paraba de brotar de su abdomen y una bestia, no, cientos de ellas atacandolo.

Y yo paralizada, con sangre en las manos ¿Acaso yo lo había dañado?.

Mi corazón no dejaba de latir, mis manos me temblaban al igual que las piernas, quería gritar, pedir ayuda pero no salía voz de mi garganta, la sentí tan seca a punto de partirse. Entonces comencé a llorar, ahí inmóvil, viendo como el ser que más amaba iba muriendo de la forma más horrible que se haya podido contar alguna vez.
Intentaba gritar con todo lo que tenía y cuando por fin logré dar un grito de dolor, desperté.

-Calma Kagura-chan, sólo era un mal sueño, una pesadilla. -dijo Aneugo, quien estaba a mi lado cuidando de mi.

De pronto caí en cuenta de que el sádico no estaba a mi lado.

-Y... -quise preguntar pero mi voz tal como en el sueño se negaba a salir.

-Okita-san está en la habitación de Gintoki, con Hijikata y Shinpachi. Pero está bien no te preocupes, sólo con golpes y débil por la pérdida de sangre -sonrió tratando de calmarme- No hay prisa por que nos cuentes que es lo que pasó, sólo preocúpate por descansar y sanar. -terminó de decirme con todo el amor que una hermana, como Tae-san era para mi, podía hacerlo.

-No puedo dormir, ya no quiero dormir. -dije mientras me levantaba, era claro que no quería soñar más, sólo pelear de nuevo, y verlo. Ver si realmente está bien.

-Pero, tus heridas...

-Los mocosos no deben hacer cosas de adultos, siempre te lo he dicho Kagura-chan -una voz detrás apareció en la habitación.

-Gin-chan...

-Él está bien, no te preocupes, si es que lo estás. Con lo Tsunderes que son ustedes, nunca pensé llegar a ver tantas muestras de afecto, tantas que me hacen sentir más viejo y solo. -terminó de decir mientras subía los pies a la mesa como acostumbraba siempre que daba un sermón.

-Gin-san, usted no está tan solo como dice, no olvide que si lo escucha el vicecomandante del Shinsengumi de seguro lo mandará a cometer seppuku, por negarlo. -intervino Aneugo hablando suavemente mientras limpiaba mis heridas que ya estaban sanando gracias a mi sangre Yato.

-¿Ese ladrón de impuestos? Con lo difícil que es quedar en vernos, mejor hubiera aprovechado y le hubiera dicho que si a Ketsuno Ana cuando tuve la oportunidad. -ahora Gin-chan se hurgaba la nariz, despreocupado.

-Nunca tuviste oportunidad. -dijo Shinpachi desde la otra habitación.

-Cállate tú, otaku sin experiencia.

-¡Ya no soy un otaku por si no lo sabes! -gritó aún más fuerte-. Por cierto Hijikata-san dice que cometas seppuku y que nos pagues nuestros sueldos.

-¡Acaso no tienen respeto por los heridos! -una tercera voz intervino de repente- era la voz del sádico, quien acababa de despertar.

Una sensación de alivio crecía en mi interior y sin pensarlo salí corriendo hasta donde estaba y lo abracé, tan fuerte como si la vida se me escapara en ese abrazo.

-Hey China, sé que no puedes vivir sin mi pero no tan fuerte o acabarás rompiendo los huesos sanos que aún me quedan. -refunfuñaba mientras me correspondía el abrazo y con una mano acariciaba mis cabellos.

-Idiota. -dije por lo bajo.

-Ya dejala mocoso, que tu padre Hijikata-san te dará una lección por venir tan sucio y maltrecho. -sonrió con burla, Gin-chan mientras miraba al vicecomandante demoníaco.

-Oye tú bastardo, ¡cometeras seppuku, definitivamente lo harás permamentado!

-Sólo si es a tu lado, Hijikata-San. -respondia con aire de molestarle.

-Idiotas. -dije una vez más por lo bajo, y mirando los ojos del sádico que mostraban ese brillo de malicia que tenía siempre antes de molestar al Mayora.

Entonces pensé que podria quedarme así, en ese preciso momento, donde sentía que todo estaba bien, junto a esos idiotas queridos por mi. Pero sabía que esto era temporal y que si quería vivir en paz o al menos que ellos lo hagan, tenía que hacer algo por mi misma, algo que sólo yo podía hacer.

"Cuando crezcas y seas una hermosa guerrera como tu madre no olvides los principios básicos de pelea que te enseñó tu padre: Retrocede sólo para pegar más fuerte, nunca te dejes llevar por tus emociones y lo más importante: nosotros somos guerreros por naturaleza, que nadie te quite eso".

Recordé esas palabras que una vez me dijo mi padre en una de sus pocas visitas esporádicas que nos hacia antes de que muriera mi madre.

Y pensé : Si voy a pelear tiene que ser con toda mi fuerza, sin distracciones, y si voy a dejarlo debe ser con protección. Era el momento perfecto para escribir una carta, que sabía que le llegaría. 

Iba a proteger mi felicidad, sin arrepentimiento y con todo lo que tenía. Iba a hacer lo que tenía que hacer sin excepciones, a mi manera.

******

Cuando desperté lo primero que hicieron mis ojos instintivamente fue buscarla, pero a quien encontraron fue a un par de idiotas a mi lado. Mi cuerpo aún me dolía mucho, era como si un carro me hubiera pasado por encima pero cuando ella vino y me abrazó tan fuerte, me sentí completo.

Si toda la vida había buscado algo que proteger, podía llegar a la conclusión de que el protegerla a ella aunque ella misma no dejara que lo haga, es mi misión de ahora en adelante.

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N/A

Espero hayan disfrutado de la lectura, luego de leerlo terminado me puse a pensar que el sueño se parecía mucho al de una película... a ver quien lo dirá primero xDD pero ya no lo quise cambiar y lo dejé así, me gusta como quedó así que alv.

Trataré de apurarme en actualizar ya que el final ya lo tengo pensado y tengo más ideas para otros fics pero ya me prometí terminar y luego hacer los otros xDD

Buenos días! 🐱

ENAMORADA DE UN DEMONIO (okikagu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora