El mito de Perséfone

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{Hace 3 siglos}

Perséfone, hija de Deméter, diosa de la agricultura, se encontraba recogiendo flores en compañía de más ninfas. En el momento en que la joven iba a tomar un narciso, la tierra se abrió y por la grieta que se formó el dios del inframundo la tomó.

Este dios siempre estubo enamorado de la bella ninfa, al no saber espresar su amor por miedo a no ser correspondido la secuestró.

De esta manera, Perséfone se convirtió  en la diosa de los Infiernos. Deméter horrorizada por la noticia inició unos largos y tristes viajes en busca de su adorada hija, durante los cuales la tierra se volvió estéril.

Al tiempo, Deméter pidió ayuda al dios del rayo, Zeus. Este ordenó a Hades que devolviera a la ninfa, pero eso ya no era posible pues la joven había comido un grano de granada, mientras estuvo en el Inframundo. El problema era que un bocado de cualquier producto del Tártaro implicaba quedar encadenado a él para siempre.

Para suavizar la situación, Zeus dispuso que Perséfone pasara parte del año en los confines de la Tierra, junto a Hades, y la otra parte sobre la tierra con su madre, mientras Deméter prometiera cumplir su función de volver al Olimpo.

Perséfone es conocida como Proserpina por los latinos.

La leyenda cuenta que el origen de la Primavera radica precisamente en este rapto, pues cuando Perséfone es llevada a los Infiernos, las flores se entristecieron y murieron, pero cuando regresa, las flores renacen por la alegría que les causa el retorno de la joven. Como la presencia de Perséfone en la tierra se vuelve cíclica, así el nacimiento de las flores también lo hace.

Por otra parte, durante el tiempo en que Perséfone se mantiene alejada de su madre, Deméter y confinada a el Tártaro, o mundo subterráneo, como la esposa de Hades, la tierra se vuelve estéril y sobreviene la triste estación del Invierno.


—Itsdemons—

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