Capitulos 58,59 y 60

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Capítulo 58
1 Comencé a recitar la tercera parábola acerca de los justos y de los elegidos.
2 ¡Felices vosotros justos y elegidos pues vuestra suerte será gloriosa!
3 Los justos estarán a la luz del sol y los elegidos en la luz de la vida eterna; los días de su vida no tendrán fin y los días de los santos serán innumerables.
4 Buscarán la luz y encontrarán justicia con el Señor de los espíritus: habrá paz para los justos en nombre del Señor eterno.
5 Después de esto serán enviados los santos del cielo a bus- car los misterios de la justicia, patrimonio de la fe, pues bri- lla como el sol sobre la tierra y las tinieblas están desapare- ciendo.
6 Habrá una luz infinita aunque por determinados días ellos no vendrán, porque antes habrán sido destruidas las tinieblas, la luz habrá sido afirmada ante el Señor de los espíritus y la luz de la verdad habrá sido establecida para siempre ante el Señor de los espíritus.

Capítulo 59
1 En esos días mis ojos vieron los misterios de los relámpa- gos, de las luces y de su juicio: ellos resplandecen para una bendición o para una maldición según la voluntad del Se- ñor de los espíritus.
2 Allí vi los misterios del trueno y cómo cuando resuena en arriba en el cielo, su voz es escuchada y me hace ver el juicio ejecutado sobre la tierra, ya sea que sea para bienestar y bendición, o para maldición, según la voluntas del Señor de los espíritus.
3 [Y después de esto todos los misterios de las luces y de los relámpagos me fueron mostrados: ellos brillan para bende- cir y satisfacer].

Capítulo 60
1 [En el decimocuarto día, del séptimo mes, del año qui- nientos de la vida de [Noé] Vi que un poderoso temblor sacudió el cielo de los cielos y las huestes del Más Alto, multitudes de ángeles, miles y miles se veían angustiados por una gran agitación.
2 La Cabeza de los Días estaba sentado sobre el trono de su gloria y los ángeles y los justos permanecían a su alrededor. 3 Se apoderó de mí un gran temblor y me sobrecogió el te- mor: mis entrañas se abrieron, mis riñones se derritieron y caí sobre mi rostro.
4 Entonces Miguel otro de los ángeles santos, fue enviado para levantarme. Cuando me levantó mi espíritu retornó, pero yo no era capaz de soportar la visión de estas huestes, de su agitación y de las sacudidas del cielo.
5 Y Miguel me dijo: "¿Por qué te asusta la visión de estas cosas? Hasta ahora ha sido el tiempo de su misericordia y Él ha sido misericordioso y lento para la ira para aquellos que viven sobre la tierra.
6 "Pero cuando venga el día, del poder, del castigo, del jui- cio que el Señor de los espíritus ha preparado para aquellos que no se inclinan ante la ley de la justicia, para aquellos que rechazan el juicio de la justicia y para aquellos que to- man su nombre en vano, ese día está preparado para los elegidos un pacto, pero para los pecadores castigo.
7 [Ese día se harán salir separados dos monstruos, unos fe- menino y otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
8 El monstruo masculino se llama Behemoth, se posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín que habitan los elegidos y los justos, don- de mi abuelo fue tomado, el séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó.
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arroja- dos el uno al fondo del mar y el otro al suelo seco del de- sierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer los que es un misterio".
11 Me habló otro ángel que iba conmigo, que me revelaba lo que estaba oculto, el principio y el fin, en lo alto del cielo y bajo la tierra en lo profundo, en las extremidades del cielo y en sus cimientos;
12 y en los depósitos de los vientos, cómo los vientos son divididos, cómo son pesados y cómo en sus puertas los vientos son registrados de acuerdo con su fuerza; y el poder de la luz de la luna cómo es el poder que le corresponde; y la diferenciación entre las estrellas de acuerdo con sus nombres y cómo están subdivididas y clasificadas;
13 y el trueno en los lugares donde retumba y toda la dis- tinción que es hecha entre los relámpagos para que ellos brillen y entre sus huestes para que ellas obedezcan rápida- mente.
14 El trueno hace pausas mientras espera su eco. Trueno y relámpago son inseparables, son unidos por medio del espí- ritu y no están separados,
15 pues cuando el relámpago resplandece, el trueno hace oír su voz y el espíritu lo aplaca mientras repica, y distribu- ye por igual entre ambos, pues el depósito de sus ecos es como arena y cada uno de ellos es retenido con un freno y devueltos por el poder del espíritu, son impulsados hacia muchas regiones de la tierra.
16 El espíritu del mar es masculino y vigoroso y según su fuerza lo devuelve con un freno y así es alejado y dispersado entre todas las montañas de la tierra.
17 El espíritu de la helada es su propio ángel y el espíritu del granizo es un buen ángel.p
18 El espíritu de la nieve la deja caer de sus por su propia fuerza desde sus depósitos; ella tiene un espíritu especial que sube de ella como humo y se llama escarcha.
19 El espíritu de la neblina no está unido con ellos en su depósito, sino que tiene un depósito propio, ya que su ruta es maravillosa, tanto en la luz como en la oscuridad, en in- vierno como en verano y su mismo depósito es un ángel.
20 El espíritu del rocío habita en los límites del cielo y está conectado con los depósitos de la lluvia; viaja en invierno o en verano y su nube y la nube de la neblina están relaciona- dasylaunadaalaotra.
21 Cuando el espíritu de la lluvia sale del depósito, los án- geles van, abren el depósito y la dejan salir y cuando ella se derrama sobre toda la tierra, se une al agua que está sobre la tierra.
22 Porque las aguas son para los que viven sobre la tierra y son un alimento para la tierra seca, que viene desde el Más Alto que está en el cielo, por eso hay una medida para la lluvia y los ángeles se encargan de ella.
23 Estas cosas vi en los alrededores del jardín de los justos] 24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me dijo: "Esos dos monstruos han sido preparados para el gran día de Dios y son alimentados a fin de que
25 el castigo del Señor de los espíritus no caiga en vano so- bre ellos, harán morir los niños con sus madres y los hijos con sus padres y luego tendrá lugar el juicio acorde con su misericordia y su paciencia.]

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