Capitulos 97,98 y 99

29 0 0
                                    

Capítulo 97
1 Creed, oh justos, porque los pecadores serán avergonza- dos y perecerán el día de la iniquidad.
2 Sabed pecadores que el Más Alto está pendiente de vues- tra destrucción y que los ángeles del cielo se alegran por vuestra perdición.
3 ¿Qué vais a hacer pecadores y a dónde huiréis el día del juicio cuando escuchéis el murmullo de la oración de los justos?
4 Os irá como a aquellos contra quienes estas palabras serán un testimonio: "Sois cómplices de pecado".
5 En esos días la oración de los justos llegará hasta el Señor y llegarán los días del juicio para vosotros.
6 Se leerán ante el Santo y el Justo todas las palabras sobre vuestra injusticia, se os llenará la cara de vergüenza y Él re- chazará toda obra basada en la injusticia.
7 ¡Desgracia que estáis en medio del océano o sobre el con- tinente, porque su memoria es funesta para vosotros!
8 ¡Desgracia para vosotros que adquirís el oro y la plata con la injusticia! Decís: "Hemos llegado a ser ricos, a tener for- tuna y propiedades y hemos conseguido lo que hemos de- seado;
9 realicemos ahora nuestros proyectos, porque hemos acu- mulado plata, llenan nuestros depósitos hasta el borde, co- mo agua, y numerosos son nuestros trabajadores".
10 Como agua se derramarán vuestras quimeras, porque vuestra riqueza no permanecerá, sino que súbitamente vo- lara de vosotros, porque la habéis adquirido con injusticia y seréis entregados a una gran maldición.


Capítulo 98
1 Ahora juro ante vosotros, para los sabios y para los ton- tos, que tendréis extrañas experiencias sobre la tierra.
2 Porque vosotros los hombres os pondréis más adornos que una mujer y más ropas de colores que una muchacha. En la realeza, en la grandeza y en poder; en la plata, en el oro y en el púrpura; en el esplendor y en los manjares, ellos serán derramados como agua.
3 Porque carecerán de conocimiento y sabiduría y a causa de ello serán destruidos junto con sus propiedades, su gloria y su esplendor, con oprobio, mortandad y gran carestía, su espíritu será arrojado dentro de un horno ardiente.
4 Juro ante vosotros pecadores que así como una montaña no se convierte en un esclavo ni una colina se convierte en una sirvienta, así el pecado no ha sido enviado sobre la tierra sino que el hombre lo ha cometido y cae bajo una gran maldición quien lo comete.
5 La esterilidad no ha sido dada a la mujer sino que es por causa de la obra de sus manos por la que muere sin hijos.
6 Os juro a vosotros pecadores por el Santo y el Grande que todas vuestras malas acciones son manifiestas en los cielos y que ninguno de vuestros actos de opresión está oculto o secreto.
7 No penséis en vuestro espíritu ni digáis en vuestro cora- zón que no sabíais o no veíais que todo pecador es inscrito diariamente en el cielo ante la presencia del Más Alto.
8 Desde ahora sabéis que toda la opresión que ejercéis es registrada día a día hasta el día del juicio.
9 ¡Desgracia para vosotros insensatos porque seréis perdi- dos por vuestra necedad! No escuchasteis a los sabios y la buena suerte no será vuestra herencia.
10 Ahora sabéis que estáis preparados para el día de la des- trucción, por eso no esperéis vivir vosotros, pecadores, sino apartarse y morir; porque vosotros no conoceréis reden- ción, ya que estáis preparados para el día del gran juicio, día de la gran tribulación y de la gran vergüenza para vuestros espíritus.
11 ¡Desgracia para vosotros los de corazón espeso que for- jáis la maldad y coméis sangre! ¿De dónde coméis tanto y tan bueno y bebéis y os hartáis si no es de todos los bienes que el Señor, el Más Alto ha puesto sobre la tierra? Voso- tros no tendréis paz.
12 ¡Desgracia para vosotros que amáis la injusticia! ¿Por qué os prometisteis la felicidad? Sabed que seréis librados a las manos de los justos que os cortarán la cabeza y os mata- rán y no tendrán piedad de vosotros.
13 ¡Desgracia para vosotros que os complacéis por la tribu- lación de los justos, porque ninguna tumba será excavada para vosotros!
14 ¡Desgracia para vosotros que tenéis en nada la palabra de los justos, porque no hay para vosotros esperanza de vi- da!
15 ¡Desgracia para vosotros que escribís mentiras y palabras impías! Porque escriben sus mentiras para que la gente pueda escucharlas y hagan mal a su prójimo; por eso ellos no tendrán paz sino que perecerán súbitamente.


Capítulo 99
1 ¡Desgracia para vosotros que actuáis con impiedad, ala- báis la mentira y la ensalzáis: pereceréis y no habrá vida feliz para vosotros!
2 ¡Desgracia para quienes pervierten las palabras de verdad, trasgreden la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre la tierra serán pisoteados!
3 En esos días, estad listos, oh justos, para elevar vuestras oraciones y ponerlas como testimonio ante los ángeles, para que ellos puedan recordar los pecados de los pecadores ante el Más Alto.
4 En esos días las naciones se agitarán y las familias de los pueblos se levantarán en el día de la destrucción.
5 En esos días los miserables saldrán y llevarán a sus hijos y los abandonarán y sus hijos perecerán; abandonarán hasta a sus niños de pecho, no volverán a ellos y no tendrán com- pasión de sus seres queridos.
6 De nuevo os juro pecadores que el pecado está maduro para el día del incesante derramamiento de sangre.
7 Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata, madera o barro y los que adoran espíritus impu- ros o demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará.
8 Ellos caen en la impiedad por causa de la necedad de sus corazones, sus ojos están enceguecidos al temor de sus cora- zones y a la visión de sus sueños.
9 Por eso se vuelven impíos y temibles, porque han forjado con toda su obra un engaño y han adorado la piedra perece- rán en un instante.
10 En cambio, en esos días bienaventurados quienes acep- ten las palabras de sabiduría y las entiendan, sigan los ca- minos del Más Alto, caminen por los senderos de su justicia y no se conviertan a la impiedad con los impíos; porque ellos serán salvados.
11 ¡Desgracia para vosotros que difundís la maldad entre vuestro prójimo, porque quedaréis muertos en la tumba! 12 ¡Desgracia para vosotros que usáis una medida de fraude y de trampa y que provocáis la amargura sobre la tierra, porque por eso seréis consumidos!
13 ¡Desgracia para vosotros que edificáis vuestra casa gra- cias al trabajo de los demás: todos los materiales de cons- trucción son ladrillos y piedras de injusticia y os digo que no tendréis ni un momento de paz!
14 ¡Desgracia para aquellos que rechazan la mesura y la herencia eterna de sus padres y cuyas lamas siguen luego a los ídolos, porque ellos no tendrán descanso!
15 ¡Desgracia para aquellos que obran injusticia, colaboran con la opresión y asesinan a su prójimo, hasta el día del gran juicio!
16 Porque Él echará por tierra vuestra gloria, causará dolor en vuestros corazones, suscitará su cólera y os destruirá a todos con la espada y todos los santos y los justos se acorda- rán de vuestros pecados.

El Libro Blanco De EnocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora