Nuestra desastroza cita

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Opte por un vestido rojo y unas zapatillas doradas y en verdad esperaba con todo mi corazón que mi vestimenta funcionará desde imprecionarlo hasta que no fuera mal vestida a donde sea que fuéramos. Salí de mi recámara y él estaba sentado en el sofá de en medio.

-Woow luces increíble mi sexy mecánica- lo dijo algo nervioso y sin apartar su vista de mi.

-Eres un tonto- dije nerviosa mientras me mordia mi labio inferior

Moría de nervios ¿ por que demonios tenía que ser increíblemente sexy? Se rió un poco de mi supongo que fue porque muevo mucho mis manos al momento de estar pensando.

-¿En que piensas? Digo, porque siempre que piensas haces gestos y movimientos graciosos- decía mientras se reía un poco de mi.

-En nada mi Erick-  dije con mi tono chiveado, estaba demasiado nerviosa por llamarle así, aunque no fuera la primera vez cada vez que lo decía sentía como si fuera la primera  vez de nuevo.

-Bueno hermosura vámonos porque la noche es joven y nosotros también - cerró uno de sus ojos en forma de coqueteo mientras tomaba mi mano.

Subí al carro sin decir nada en todo el camino pero el silencio no era nada incómodo era demasiado perfecto como para arruinarlo con palabras simples, se estaciono en frente de un hermoso restaurante con luces que alumbraban todo el lugar a la perfección, sin yo siquiera saberlo él ya tenía una reservación ¿cuando paso? No lo se pero no querría arruinarlo.

-¿Estas bien mi Chris?- Sus palabras demasiado dulces salieron de esos labios perfectos.

-Estoy de maravilla cada vez que estas a mi lado- dije- pero ya que estamos aquí en este hermoso lugar creo que deberíamos de conocernos mejor ¿ no crees?

-Tu opacas todo este lugar con toda tu belleza- con un tono entre coqueteo y tristeza

Creo que lo que dije estuvo mal porque aunque trató de ocultarlo con un coqueteo lo que dijo fue de manera triste.
Ahora yo pregunté -¿Estas bien mi Erick?

-Si, pero debemos ordenar ya.- dijo de manera cortante

Pedí una ensalada con carne, yo no había ido a un lugar como ese nunca así que sólo pedí lo que conocía. Él en cambio pidió algo con nombre extraño que yo ni sabía pronunciar pero él parecía conocer muy bien todo eso.

Le conté unas cosas acerca de mi como que desde que era niña quise ser mecánica porque mi papá lo era y yo ya sabía mucho del tema antes de entrar siquiera a la secundaria, también que amo la comida chatarra, los postres y amó las crepas, tanbien que era super fan de Little Mix y Fifth harmony, cosas de ese estilo hasta que acabe de hablar de mi para escucharlo a él.

-Mi sexy mecanica escuchando pop no lo puedo creer- con un tono de burla y ternura

-Así es mi Erick ahora te toca decirme acerca de ti- lo dije en forma de orden

-Soy Erick, estoy estudiando Diseño Gráfico, te estoy enamorando- dijo con un tono muy seguro-sólo Erick contigo nadie más.

No sabía que decir acerca de "solo Erick" pero eso me hizo entrar más en duda acerca de Eduardo.

- Y ¿ Quien es Eduardo?- lo dije de manera que no se escuchará como dime rápido o algo por el estilo.

-Sólo Erick contigo- Su tono cambio a medio molesto

Yo era demasiado curiosa no chismosa así que trataría de llegar al fondo de todo esto y aparte me molestaba que no quisiera decirme quien era realmente.

-¿Quiénes son tus padres?, ¿por que Diseño Gráfico?-las preguntas no cesaban y no lo iban a hacer hasta que contestara alguna, para terminar pregunte- ¿Por que SOLO ERICK?-lo último lo grité molesta pero queria la verdad

-YA BASTA- dijo enojado

Sus ojos decían que estaba tan enojado que se arrepentia de haberme llevado, se levantó antes de que trajeran nuestros platos, azotó dinero en la mesa y me jaló de la mano para salir a prisa.

-Me lastimas- dije con mi voz quebrandose

-¿POR QUE TANTA MALDITA PREGUNTA?-lo dijo lo más molesto que jamás había visto a alguien de esa manera- ¿ Por que no sólo te quedas con lo que dije?, ¿ Por que quieres saber todo?- Esto lo dijo más tranquilo pero aún algo molesto.

Abrió la puerta del carro y casi me empuja dentro, esto no me gustaba de él, ¿ Qué demonios le pasaba?.
El camino fue un silencio muy incomodo. Lo que había llegado a parecer que seria perfecto resultó algo horrible, una cita desatroza.

Llegamos y abrí la puerta para salir corriendo con las zapatillas en mi mano mientras escuchaba como me gritaba mientras se maldecia así mismo. Estaba segura que quería olvidarlo antes de que me doliera más de lo que ya dolia.

Enamorada Del Chico EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora