No todo dolor es para Siempre

35 5 1
                                    

-HOLA MI CHRIS- esa voz yo sabía de quien era pero tenía miedo de perderme en sus hermosos ojos y no poder escapar de él.

Voltee lentamente y ahí estaba ese idiota que yo aún amaba pero ya no lo quería junto a mi.
-¿Qué haces aquí Eduardo?  - dije bastante fría suficiente para que entendiera que no quería hablar con él.

-Sólo vine a saludarte- se acercó de una manera que me puso incómoda- quiero hablar contigo.

-Pero yo no y ni siquiera se porque lo hago ahora- estaba tan molesta que estuve a punto de darle una cachetada pero él no se merecía ni eso así que sólo di media vuelta para marcharme pero me tomó del brazo.

-No te vayas por favor-Decía Eduardo con tono de arrepentimiento o eso quería aparentar- quiero decirte tantas cosas.

-Lo lamento pero ahora no tengo tiempo y no creo que a mi novio le agrade la idea de que este contigo- que más da él me daño mi corazón y yo esperaba hacer lo mismo.

-¿Quien es tu novio? Sólo yo puedo tenerte y ser dueño de esta fea-dijo posesivo y burlón con un poco de seducción.

-Mi novio es Sebastián- y para mi mala suerte venía Sebastián hacia nosotros.

-No te creo mi sexy mecánica-dijo en lo que se aproximaba Sebastián.

-Ya verás que si- espere que llegará Sebastián, y lo bese de manera que pareciera que fue real pero lo que me sorprendio es que él me respondió el beso creo que entendió lo que quería hacer. -Ves él es mi novio así que adiós y deja de molestar.

-Lo haré - estaba triste así como furioso pero funcionó y se marchó.

Yo sólo veo a como se alejaba mientras Sebastián agarraba mis hombros, puse mis manos sobre mi rostro y las lágrimas comenzaron a salir por si solas, agarró mis manos para quitarlas de mi rostro para poder besarme.

-¿Que haces? - dije suavemente mientras me alejaba de él- Esto no esta bien Sebastián.

-¿Por que no mi pequeña?- dijo tiernamente mientras acariciaba mi rostro secando mis lágrimas- podríamos ser novios de verdad si tu quisieras y me dieras esa oportunidad.

-Lo lamento tanto Sebastián pero ahora tengo tanto que pensar- me levanté dispuesta a irme pero tomó mi brazo enserio empezaba a odiar mi brazo.

-Sólo piénsalo hermosa yo nunca te lastimaría- depositando un beso en mi nuca, me soltó y se marchó.

(.....)

Pasaron varios días en que no podía dejar de pensar en ese chico apuesto y alto que besó mi nuca tal vez era gracioso pero para mi fue bastante tierno, él era mi amigo no quería hacerle daño porque sabía que aún amaba a Eduardo pero yo sabía que para dejar de amarlo necesitaba saber que me escondía tal vez con eso podría dejar de pensar en él.

Al día siguiente me levanté temprano y me puse unos jeans rotos de las rodillas, mis Converse blancos y una blusa blanca de manga larga con cuello redondo hoy no tendría taller así que podía ir de blanco sin problema, me lave los dientes y me fui directo a la escuela. Terminando mis clases iba ir directo al área de Medicina donde me encontraría con Sebastián.

-Hola hermosa- me dijo al oído Sebastián mientras me abrazaba por la espalda y siempre con un tono lleno de ternura.

-Hola Sebastián- dije mientras mis mejillas se ponían de otro tono. Se volteó para quedar justo en frente de mi.

-Quiero ser yo quien te llene de amor y de felicidad, quiero poder quitar tanto dolor que tu pequeño cuerpo tiene que aguantar, quiero poder besar tus labios tiernamente pero tú sólo tienes que pedirmelo.- Me decía mientras jugaba con mi cabello, ese tono de dulzura me estaba empezando a volver loca.

-Seba.. Sebastián eres demasiado tierno pero ahora no puedo corresponderse, tengo mi corazón aún muy lastimado pero ten por seguro que cuando sane por completo tu serás el primero en saberlo- le di un beso en la mejilla hubiera sido en la frente pero mis puntas ya no me alzaban más.

-Quiero ser alguien especial en tu vida- contestaba de manera triste.

-Eres la persona más especial en mi vida Sebastián eso no lo dudes- quería preguntarle acerca de Eduardo pero no queria arruinar esto entre nosotros.

-Bueno hermosa te invito a comer cuando termine mi clase- me dijo con una sonrisa y me guiño un ojo.

Antes de que se marchará ahora yo le tome el brazo. -No me dejes nunca- le dije antes de comenzar a llorar.

-Nunca lo haré- dio un paso hacia mi, se acercó y me besó la frente- Mi trabajo es cuidar de las personas y que sufran lo menos posible, contigo con mayor razón, yo nunca te lastimaría.

Sabía que haría un gran trabajo al fin y en cuenta estudiaba medicina, el sabría como cuidarme y en verdad creo que me amaba y yo empezaba a sentir lo mismo hacia él.


Aviso
Ahora voy tardar más en subir debido a que entre a la escuela y me es muy difícil pero haré lo posible por subir cada semana.

Enamorada Del Chico EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora