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Seguí hablando con Scott dos días más, incluso nos desvelábamos juntos. Me llamaba también, comenzaba a ilusionarme cada día más con él. La última noche que hablamos me pidió que fuera con él a la fiesta de Katherine, no estaba muy convencida pero terminé por aceptar. Después de todo iba a estar con él.

¿Y sí estaba Leo ahí? ¿Si me ve con Scott me hablaría? No lo creía. Vaya, comencé a creer que lo arruiné todo con Leo, más de lo que ya estaba. Él odiaba a Scott y pensaba que era muy superficial pero; claramente lo juzgó mal, Scott es muy buena persona, es agradable y perfecto. Es todo lo que siempre imaginaba. De hecho, incluso más que eso, porque se fijó en mí, la inadaptada Alice Keller.

La fresca mañana del 30 de diciembre, desperté como solía hacerlo, con ganas de dormir por siempre. Pero un recordatorio vino a mi cabeza, no tengo ropa que ponerme para mañana en la fiesta. Toda está muy usada, además quiero que Kath vea que puedo ser incluso más elegante que ella, y si ahora sería la novia de Scott, ya no sería la Alice inadaptada que todos conocen. ¡Incluso me tendrán envidia algunas!

Solté una carcajada, parecía bruja malvada. Me levanté y comencé a vestirme para ir al centro comercial. Por suerte tenía un poco de dinero ahorrado con el cuál podría comprar algún vestido o conjunto que me pareciera interesante. Cuando fui a la cocina no vi a mi madre pero dejó un recado diciendo que saldría a hacer unas compras. Mejor para mí.

Salí de mi casa y opté por ir caminando hasta el centro comercial, no se encontraba muy alejado. Obviamente traía mis auriculares, nunca salgo de casa sin ellos, ya que nunca hay algo interesante que escuchar en esa ciudad.
Al llegar al lugar decidí que primero vería todas las tiendas y al final decidiría; claro que habían tiendas con ropa muy elevada de precio, imposible que comprara algo de ahí, así que las descarté. Me divertía entrando a la mayoría de las tiendas probándome ropa de cada una, creo que hubiera sido más divertido con un amigo o algo, pero. . .en fin, no se puede tener todo.

Al final terminé escogiendo un vestido azul que me encantó, seguro que Scott lo amará. También compré unos botines negros que quedaban perfectos con el vestido. Espero que no se vea ridículo porque moriría sí alguien se burlara de mí. Al terminar mis compras fui a la cafetería del lugar y compré una hamburguesa con papas, pero lo pedí para llevar, no me agradaba mucho comer en público.

Estaba por salir del lugar y me entretuve mirando una collar muy llamativo, sinceramente me gustó, pero ya no me quedaba más dinero. Cuando volteé para seguir mi camino vi a Katherine caminando por la puerta de entrada con sus amigas, Ugh. Maldita sea, ¿No podía encontrarme a alguien más?

Traté de esconderme mientras caminaba a la salida, pero lastimosamente, me vio.

— Hey, Alice. ¿Qué haces fuera de tu casa? — soltó una carcajada y sus amigas se rieron por igual.

— No tengo tiempo para hablar — era mejor evitarla, así que salí lo más rápido que pude, alcancé a escuchar su grito de "espera", sin embargo yo no me detuve. La odiaba demasiado, siempre me dejaba en ridículo ¿Qué le hice yo para ella me tratara de esa forma?

Comencé a llorar, como siempre. Sí, en la calle. ¿Podía ser más patética?

Cuando llegué a casa, mis padres aún no habían regresado, así que aproveché para subir a mi cuarto y seguir llorando por todo lo que siempre me pasaba a mí, desde que entré a ese colegio. Quería sacar todo lo que tenía dentro pero el teléfono de la casa sonó, así que fui a contestar.

— ¿Hola?

— ¿Alice? Nena, ¿Cómo estás? —era mi hermano, Ángel.

— Yo. . . —contuve mis lágrimas— Estoy bien, Ángel. ¿Y tú? 

— ¿Segura? ¿No te pasa nada? 

Reí entre dientes— Estoy bien, no te preocupes. 

— ¿Dónde están Melissa y Edward? 

— No están, ni sé a dónde fueron 

Suspiró. — Recuerda que cuando tenga suficiente dinero te traeré a vivir conmigo ¿Sí? —

— Estoy bien, Ángel. Ya hablamos de eso. . . 

— Está bien, tengo que colgar, hablaremos luego de eso —contestó—Cuídate, te quiero.

Ángel no vive con mis padres desde que tenía 17, a pesar de eso siempre me ha cuidado mucho y cuando se fue me prometió que entre más rápido consiguiera dinero más rápido me llevaría con él. Vivió con mis abuelos maternos por un tiempo, pero después consiguió su casa y una novia. Muy linda, si soy sincera, lo que él merece.

La razón por la que él se fue es porque se hartó de la vida que ellos nos daban. Ahora sólo me dan esa vida a mí, pero qué más hago, aún es temprano para irme de casa. Quisiera ser tan valiente como lo ha sido mi hermano.

Ese día sólo me dispuse a ver películas y hablar con Scott, no hice nada interesante después de la llamada de mi hermano.