Comenzaron los días de Enero, fríos como siempre en mi ciudad. El primer mes del año comenzó bien a causa de que el chico más guapo y popular de mi escuela me pidió que fuera su novia. ¿Podría ser mejor? Eso era como un sueño.
Los días pasaban rápido, y sin importar el castigo que me impuso mi madre, salía cada fin de semana con Scott. Íbamos al patinadero, al cine y a comer. Era tan divertido pasarla con él.
Dos días antes de volver a clases mientras salía con él en el centro comercial, nos encontramos a Katherine y a sus amigos, era sorprendente la manera como me trataban todos, mientras que unas semanas antes se burlaban de mí. Parecería mentira pero entre más pasaba tiempo con ellos más parecía ser que realmente les agradaba.—¿Vives con tus dos padres, Ali?—cuestionó Tom, el mejor amigo de Kath, el cual es bastante alto y tiene cabello negro, muy rizado.
—Si, pero me gustaría irme de casa—confesé.
—A todos—intervino Kath reventando un globito de goma de mascar.
— Scotty, deberías traer algo de beber—comentó Lana mientras peinaba su flequillo.
—Vamos todos—Scott y los demás chicos se levantaron de sus respectivas sillas, preguntaron lo que quería cada chica y se dirigieron a comprarlas.
Todas nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que yo decidí hablar.
—Kath, ¿Harás alguna otra fiesta?—estaba algo temerosa de que me respondiera de mala manera.
—Eh, sí. Quizá por San Valentín—respondió con una sonrisa en en rostro.
¿Qué más podía preguntar?. . .
Ya no soportaba el silencio y sólo habían pasado algunos segundos, por mi frente recorrían algunas gotas de sudor frío, mientras ideaba algún tema de conversación interesante para que Kath, Lana y Tori no pensaran que era alguien aburrida. ¡Y claro que lo era! Pero quería mantener el papel de chica popular.
Kath me miró con la misma sonrisa en el rostro, siendo sincera, algo inquietante.
—Disfruta esto mientras puedas—dijo casi susurrando, moviendo su boca de una manera tan lenta que se podía ver el lip gloss de su boca pegándose del labio superior al inferior.
Quedé tan confundida que no me dio tiempo de preguntar nada porque Scott y los chicos llegaron a la mesa.
—¡Gracias, Scotty!—exclamó Tori tomando su botella de Té helado.
—Toma, Ali. Te traje un refresco de manzana—tomé la botella, aún confundida por el comentario de la ojiazul. —¿Sucede algo?
Si. —No, no. Nada
¡Maldita sea, Alice! Díselo.
Pasé días preguntándome a qué se refería. Incluso cuando la veía en el colegio, parecía como si nada hubiese sucedido. Mis pensamientos me comían viva.
¿A qué carajos se refería? Debí decirle a Scott. De hecho, podría decirle en clase de todas formas."Hey preciosa, ¿Quieres que pase por ti?"
Sonreí, me encanta cuando hace eso.
"Claro, estaré lista pronto."
Terminé de prepararme para el colegio, y bajé a la cocina para prepararme un sándwich.
—Cómo te gusta desobedecer mis reglas ¿Verdad?—comentó mi madre con una cara horrorosa, pareciera que no ha dormido en días.
— ¿Cuáles reglas?—me reí —Melissa, por favor—era la primera vez que llamaba a mi madre por su nombre. Terminé de preparar mi Sándwich y salí a esperar a Scott en el jardín.
Cuando por fin llegó nos fuimos juntos hasta el colegio, hablando de cosas sin importancia. Algunas veces haciéndome reír, y otras yo a él. Tenía tantas ganas de decirle lo de Katherine. . .Pero aún no estaba totalmente segura. ¿Y si se molestaba conmigo? Después de todo Kath es amiga suya.
En la entrada del colegio me detuve, jalándolo suavemente del brazo.
—Hey, Scott
—¿Qué pasa, Ali?—me miró con detenimiento.
—¿Sabes qué? Olvídalo, no es tan importante de todas formas— ¿Acaso pensaba que hoy podría ser diferente y decir lo que pienso? Pues lo creí.
Sería difícil encontrar el momento para decirlo, aunque de todas formas no es como estuviera muy decidida para hacerlo.
"Alice Keller: murió de un ataque nervioso por no poder decirle a su novio algo importante".
No suena tan mal.
Durante el almuerzo Scott se levantó por un postre mientras me quedaba yo sola con las chicas en la mesa. Decidí que sería mejor mantener la boca cerrada.
—Oye, imbécil— Katherine me llamó.
—¿Eh?
—Espero que no hayas ido a acusarme con Scotty por lo que te dije, que es lo más esperable de alguien como tú.—soltó una carcajada.
— ¿Por qué. . . ?—tragué saliva, pero un maldito nudo se formó en mi garganta. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras veía a Katherine y sus amigas reírse. Una imagen que sería difícil borrar de mi mente.
Scott venía de regreso, así que me levanté de la mesa y huí. Es lo que mejor sabía hacer.
— ¡Alice!—escuché la voz de Scott gritarme, pero yo seguí caminando hacía el pasillo. Sentía como mis lágrimas pasaban por mis mejillas, y no podía detenerlas. ¿Por qué todo el mundo me odia? ¿Por qué no puedo ser bonita, popular y querida por todos?
Estaba a punto de entrar al baño de chicas pero Scott me detuvo del brazo.
—¿Qué sucede, Alice?—me aprisionó entre la pared y él, tomándome de la cintura. Un fuerte rubor se apoderó de mi cara.
—E-Eh, yo. . .Kath—suspiré, limpiando mis lágrimas— El otro día Kath me dijo algo que me confundió mucho —confesé.
—¿Eh? ¿De qué hablas?
Intentaba explicarlo pero no podía dejar de tartamudear, los hermosos ojos de Scott me intimidaban. Vi como se relamía los labios; lo besaría pero, estamos en el colegio. Mi cara ardía, debía verme ridícula.
—Alice, dime qué dijo Katherine —susurró.
¿Debería decirle? Tengo qué. Me lo está pidiendo.
—Kath. . .— pronuncié.
—¿Kath qué?
—¿Yo qué?—escuché la aguda voz de Katherine en la espalda de Scott. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Oh, oh. . .
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【Declined】
Teen Fiction¿Alguna vez han sentido que no encajan en algún lugar? Bien, pues suele sucederme muy a menudo. Desde el momento que despierto, hasta la hora de dormir, incluso en mis peores pesadillas, no encajo en ningún lugar. Detestada por mis padres, compañer...