Capítulo 10

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Creo que ahora estábamos en problemas, en graves problemas. Me di la vuelta y me topé con una chica más alta que yo, de unos 1.77 m de altura, demasiado parecida a Gade, sino es casi igual a él, puedo jurar que si Gade fuera mujer sería exactamente igual a ella.
Su cabello castaño estaba recogido en un moño despeinado, su cuerpo era el que toda mujer deseaba, ¿qué acaso todas las mujeres de la familia de Gade tienen unas súper curvas y son súper guapas? Bueno supongo que tienen los mejores genes que se pueden heredar en el mundo.
Tenía unos ojos grandes color miel, piel canela, su nariz no era tan fina como la de la otra hermana pero si más fina que la de Gade, labios gruesos y medianos, curvas y piernas perfectas que se notaban con su especie de vestimenta, tenía unos pantalones pegados hasta su cintura y abajo un leotardo de manga larga y unos converse todo en color blanco; sobre su cuello llevaba una gargantilla color blanco con un dije en forma de corazón atravesado por una flecha, el dije de la otra hermana era un oso de peluche con listones y su gargantilla color rosa palo, eso me hacia pensar ¿si ellas tenían una, por qué Gade no?

-¡Por lo más sagrado! ¿Por qué carajo te apareces como una banshee?- le reclamó Gade.

-¿Qué pasa hermana G?- cuestionó la menor cómo lo haría un niño.

-Bien saben que no pueden salir por ahora y menos cuándo ella esta a punto de llegar, sólo es hasta que el baile pase, por favor abstengan a quedarse en casa- sólo los miro a ellos dos, ni siquiera me hizo caso.

-Sabes bien que ella no es mi dueña, ni ella ni tú- Gade se veía molesto.

-¡Gade! Sabes que yo sólo trató de mantener la paz, no estoy de tu lado ni en contra de ella. No quiero discutir contigo. Vamos Satu- dicho eso se dio media vuelta y empezó a caminar, las pequeña Satu se separó del lado de Gade y la empezó a seguir cuál un niño a su madre.

No sabía que había pasado pero esa chica me había puesto la piel de gallina. Me sobresalte aún más cuando alguien me tomó por los hombros.

-Ahora mismo tengo que irme pero hablaremos sobre esto el lunes, tú también deberías irte, no tomes el camino de la mansión ó nos meteras en problemas- sonaba más tranquilo que antes.

Me soltó y se dirigió por donde se habían ido las otras dos, al menos conocía a sus hermanas y me había aprendido el nombre de una de ellas. Se sentía extraño ahora, mi pecho, dictaba que todo esto ya era familiar. Me quedé unos minutos más ahí admirando la oscuridad y después me fui a casa.

No pude dormir toda la noche pensando en lo que había pasado, aunque era algo confuso para mi pero también me parecía familiar todo el asunto.

Mi fin de semana resultó ir sin incidentes, me quedé en casa y a pesar de estar mis padres todo resultaba estar tranquilo igual que siempre, me quedé en cama, acostada boca arriba mirando el techo, solo se escuchaba el sonido de mi respiración y nada más.

El lunes por la mañana ya me encontraba más activa, hacia mi rutina diaria asearme, vestirme, alimentarme y alistarme. No quería saber nada más del mundo así que saque mi celular y puse mi lista de reproducción de siempre, la canción de Gangsta empezó a soñar, iba por la primera estrofa cuando iba a abrir la puerta de la casa.

I need a gangsta
To love me better
Than all the others do
To always forgive me
Ride or die with me
That's just what gangsters do

Una mano me tapo la boca, otra me agarró por la cintura, y fui aprisionada por alguien.

"-Tranquila, no hagas ruido alguno, ella pronto se ira y todo estará bien-"

Podía reconocer esa voz en donde fuera, no podía dudar de que se trataba de él, Gade.

"-Si piensas reclamar algo será mejor que lo hagas de forma telepatica, se que puedes, empiezas a recordar tu pasado, lo se-"

Almas EntrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora