Ladrona de mi corazón (Nico Di Angelo) © ✔️

Capítulo 10

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Capítulo diez
Pasado
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—Nací antes que Zeus, Poseidón y Hades hicieran el juramento de no tener más hijos, en el año 1924...—Sentí que mi boca se abrió demasiado al escuchar la fecha en que él nació.

«Me enamore de un anciano, aunque no puedo negar que está bien bueno... ¡OMG!, ya me volví una morbosa de primera, tengo que matar a Connor» Pensé, aunque con la cara de Nico creo que lo hice en voz alta.

—¡Maldición!... Continua, antes que siga diciendo estupideces por pensar cosas malas—susurré, avergonzada, mientras mis mejillas ardían cada vez más, al darme cuenta lo que acababa de hacer.

—Soy italiano, por parte de mi madre, luego emigramos a Estados Unidos. Mi madre murió—Me conmovió la expresión de dolor de Nico, al decir esa última parte.

—¡Oh, Nico! ¡Yo!—exclamé bajando la mirada.

Puesto que, yo también me quedé sola en esté mundo, solo teniendo como un punto de apoyo a mis hermanos y este campamento.

Nico se inclino hacía atrás, para subir las piernas, de esta manera quedar acostado a un costado mío, me acerque a él y acomodé mi cabeza sobre el pecho del pelinegro.

—Estuve encerrado en Hotel Casino Loto por setenta años junto a mi hermana, hasta que nos sacaron de allí, llevándonos a una escuela militar—contó, dejando salir un profundo suspiró.

Curiosa por su reacción levante la mirada para verlo, él se había quedado en completo silencio, como si esos recuerdos lo atormentaban, no quise preguntar nada al respecto, pero viendo la situación su hermana también tuvo un final con muerte.

—Grover, nos encontró y junto a sus amigos nos ayudaron a salir, pero fallaron porque mi hermana se unió a las cazadoras y murió—agregó, amargamente.

Sentí su frío tacto cuando sujeto mi mano entre la suya.

—N-Nico, yo, bueno—tartamudee, con una pequeña mueca en los labios, me había quedado callada sin saber cómo consolarlo.

Por primera vez en mi vida me dejaría llevar por instituto, de manera casi posible de controlarme, poco a poco acerqué mi rostro al de él.

Ansiosa por probar el néctar prohibido de sus labios.

«¿Qué estoy haciendo?»
«Tú sabes que él anda con Will te vas a repetir, es el gay»

Un huracán de pensamientos me atacó, lo observé fijamente a sus hermosos ojos marrones, Nico estaba estático ni siquiera se movia con mi cercanía.

«Mierda, me golpeará por esto»

Con aquél pensamiento corte la poca distancia entre ambos, cerré los ojos a la espera del golpe, que jamás llegó, tomándome por sorpresa.

Sus labios se movieron con los míos, robándome el aliento por completo.

—¿Qué haces, Arianna?—susurró, al momento que me alejé de él.

—¡Fuera de mi cabaña, ahora!— exclamé, señalé la puerta.

No sabía como reaccionar.

Mis ojos captaron a mis hermanos parados allí, ambos tenían una expresión de  confusión, al parecer ellos habían observando la escena por completo.

—¿Por qué me corres si fuiste tú la que me acaba de besar?—preguntó, confundido.

No obstante, la cara de Nico al ver a los Stoll's parados allí, no se pudo comparar con nada en el mundo, tenía el rostro rojo por completo, mientras me miró mal, como si yo, supiera de antemano que ellos estaban parados en el umbral de la puerta observando.

—¿Te está haciendo algo malo este tipo, hermana?—Preguntó, Connor al ser el primero en reaccionar.

Él se acercó a nosotros con una expresión de molestia.

—¡Me las pagarás, ladrona!—Exclamó, furioso.

Nico, desapareciendo entre las sombras.

—Creo que me metí en problemas ¡Carajo!—me queje, al sentir como Connor, jalo fuertemente mi oreja.

—Nosotros también te vamos a castigar...

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Besos 😘😘😘
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