Ladrona de mi corazón (Nico Di Angelo) © ✔️

Capítulo 23

Capítulo 23

Los días fueron pasando, ya me estaba acostumbrando a la vida en el Olimpo. Al principio hubo una gran pelea por mi culpa, puesto que como soy una mortal no puedo estar en este lugar, en un momento se me paso por la mente irme con el señor de la capa dorada con soles pero mi padre, decidió que me quedará aquí hasta que se solucionará todo haya abajo.

El hijo de Hades insistió más de una vez que volviera con él al campamento mestizo, es que aún conservó una de sus cartas.

"Lamento mucho mi estúpida actitud, por favor regresa"

Lo sé tal vez él chico no era un William Shakespeare romántico como Romeo y Julieta, aunque mirando el lado oscuro de esa historia el amor duro tres días terminando con la muerte de muchos.

-A mí me encantó esa historia...-una voz detrás de mí, casi me hace morir de un infarto, mis manos pararon sobre mi pecho que bajaba y subía rápidamente.

-¡APOLO!...Es de mala educación meterse en la cabeza de alguien- mi voz sonó entrecortada, por suerte era él.

-Te invitó a que me acompañes a comer estas galletas que me trajeron del mundo mortal- Habló, mientras que en sus manos cargaba un paquete de galletas, que conocí de inmediato eran Oreo mis favoritas.

-¡Claro que sí... No puedo negarme a una invitación de ese tipo!- exclamé, dando pequeños brincos.

Salimos del templo, si vieran las remodelaciones tan moderna que hicieron al Olimpo pensarán que es otro lugar. Todo iba de lo más normal un paseo tranquilo junto a una charla agradable que Apolo proporcionó hasta que llegamos a la puerta del lugar más sagrado en todo el lugar.

-Espérame un segundo aquí, yo entraré primero- el de la cabellera dorada entró a la sala de reuniones.

En ese lugar provenían voces que conocí de inmediato, asome la cabeza y pude divisar a doce gigantones sentados en tronos, al parecer hablaban pero eso sonaba a mas una guerra interna que una charla.

-¿¡Quién osa a interrumpir vuestra reunión!?- exclamó, el señor que tenía un rayo en su mano derecha, era Zeus.

-Yo... solo... me perdí...-tartamudee, parándome por completo en la puerta, inclinándome con respecto, no quería morir allí.

-No seas tan rudo con la chiquilla...-habló una mujer que estaba sentada en el trono al lado de él.

-Es mi hija _____- escuché la voz de mi padre desde su trono.

Di unos pasos al frente, me sentía como una pequeña hormiga al lado de todos ellos, en sumo silencio, estaba a punto de hablar o al menos presentarme cuando. Escuché pasos detrás de mí como de un grupo corriendo. Me voltee encontrándome con una gran sorpresa.

-¡____!- esclamó, Travis y Connor al mismo tiempo.

-¡Travis, Connor!-exclamé.

-¡Percy!- Exclamó, Poseidón desde su trono sorprendido.

-¡Annabeth!- Exclamó, Percy.

-¡Magnus! – exclamó, Annabeth.

-¡Jason!-Exclamó, Magnus.

- ¡Harakhty!- exclamó, Jason.

-¡Nico!- Exclamó, Harakhty.

-¡Y Leo Valdez!- exclamó el mismo.

¡SILENCIO!... 

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Jajajaja, yo también los amo. 

Actualice rápido, ese no era el final. 

PD: Franpandi y Aria37, yo también te jamo.