Capitulo VIII

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Capitulo VIII

Fuerza Interior

Mientras Kamilah y los chicos corrían por las calles de Estambul en busca de la Plaza Sultán Ahmet donde se encuentra el majestuoso obelisco de Teodosio cuyo origen se remonta al Faraón Tutmosis III, aun en las calles de Liechtenstein Dominik se convierte en un blanco menos importante para sus atacantes, al ver a Kamilah cruzar los hombres crean un portal para perseguirla, Dominik se sorprende hasta ahora ellos no eran capaces de crear portales es evidente que se han fortalecido, se pone en pie y corre con desespero con tal de llegar a la frontera con Austria, no tiene tiempo para idear un plan y es lo más cerca que le queda pues ahora sin Kamilah debe cruzar como lo haría cualquier ser humano con documentos legales pero no lleva ninguno consigo. Ha corrido durante las últimas horas, camina un par de minutos pero al crecer en su interior la sensación de persecución comienza a correr de nuevo. No se siente demasiado cansado ha tenido peores jornadas en el pasado así que esto no lo debilita en extremo, apenas se ha detenido algunos minutos para recuperar el aliento para luego continuar con la carrera entonces detiene sus pasos está a cortas dos horas de llegar mira a su alrededor y alcanza a ver a Farid, el mismo sujeto que golpeara a Kamilah, lo ve caminar sin prisa en su misma dirección eso quiere decir que no está solo así que sabe que no tiene oportunidad entonces su corazón se encoge al pensar en los chicos ¿Habrán logrado cruzar? ¿Kamilah estará viva? Una voz lo saca de sus pensamientos pesimistas.

-¡Hey!

Es una chica pelo rojo, muy rojo y maquillaje exagerado lleva un cigarrillo en la mano viste de manera extravagante mientras una goma de mascar pasea por toda su boca. Dominik no quiere perder el tiempo pues Farid casi le da alcance.

-¿Necesitas que te lleve?

-Me dirijo hacia Austria-responde agitado.-Necesito cruzar.-añade mientras comprueba que efectivamente Farid está a escasos doscientos metros.

-Es tu día de suerte, voy en ese camino.

Dominik sonríe y se apresura a subir en el viejo Lada color amarillo pollo que la chica conduce.

-Soy Irina.-dice ofreciéndole la mano. Es joven y si no fuera por todo lo colorido de su apariencia sería muy hermosa.

-Dominik.-dice aceptando el saludo, dirige una media mirada al asiento trasero y alcanza a ver una pequeña maleta de mano color azul o tal vez alguna vez tuvo ese color está muy vieja y gastada a la par una bolsa con lo que logra reconocer tinte para el cabello.

-Te vi en aprietos así que...

-¿Cómo?-pregunta volviendo la vista al frente.

-El sujeto del que huyes.-dice arrojando la colilla de cigarro por la ventana.

-Yo...

-No tienes que darme explicaciones sólo quise ayudar, sé lo que es huir de un animal.

Dominik la observa por un instante es probable que esta joven no llegue ni a los veinticinco años e incluso que esté escapando de su proxeneta.

-Sí.-dice Irina sonriente.

-¿Disculpa?

-A tus pensamientos, estoy buscando una nueva vida lejos de la perra que me prostituía.

-Lo siento.

-¿Por qué? He logrado escapar voy hacia una aventura.

-Tienes razón, te felicito.

-Gracias, todo comienzo es emocionante ¿no crees?

Dominik suspira mientras hace un gesto afirmativo con su cabeza la verdad no desea conversar sólo quiere llegar a Estambul comprobar que están todos a salvo, ver a Solana una vez más pero decide ser un poco más amable a fin de cuentas si no fuera por esta jovencita estaría en manos de Farid.

Herederos de una DinastiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora