Cognosco melior, facio taliter.Hace una semana en un lugar de Inglaterra
Apenas hacía diez minutos de cuando el arcángel había plegado sus alas al pie de la cama de Maxon, y su pequeña discusión estaba en pleno apogeo.
-Sabes que no es un buen momento -replicó el hombre.
En cuanto estuvo al tanto de la visita que había recibido, abandonó la comodidad de sus sábanas para trasladarse a su despacho, que al mismo tiempo era una biblioteca. Ni siquiera había dejado que Meredith, su ama de llaves, lo ayudara a caminar, pues necesitaba privacidad.
Y allí estaban, él con una copa de whisky en la mano, probablemente la última que bebería en su vida, y el arcángel con los brazos a la espalda, autoritario e impasible. Frío como el hielo.
-Esto no es nuevo para ti, Maxon. Sabías que tendría que pasar.
-Sí, pero no que tuviera que ser tan pronto. No es justo.
La frustración y desesperación corrían por las venas de un hombre quizás demasiado joven para morir. Era consciente de que no había hecho suficiente, de que aún había muchas cosas que debía hacer.
-Es el precio que acordaste pagar. Si algo tiene la muerte -añadió-, es que siempre es justa.
Maxon, furioso e incapaz de controlarse, golpeó la mesa con su copa haciendo que parte del contenido se derramara.
-Sí, ¡maldita sea! ¡E igualmente estáis cometiendo un enorme error!
-No blasfemes -se impuso el arcángel con la voz gélida, afilada como la daga de la que tanto solía hablar. Indiferente ante el sufrimiento de un simple mortal.
Maxon tuvo que resignarse a cerrar la boca. Maldecir ante una criatura celestial ya era suficiente malo como para continuar cabreándolo.
Ayudado por su bastón, se alejó de la mesa y se adentró en el laberinto de estanterías y más estanterías repletas de libros. La puerta que había al final daba a la que denominaba como "Sala Magna", aunque no fuera demasiado grande.
Aprovechó el camino para tranquilizarse, estabilizar su respiración agitada...
-Sabes que todavía no está preparada -le dijo al arcángel mientras observaba con melancolía el libro que había en el centro de la sala sagrada.
-Lo estará -contestó este-. No está sola en esto.
-Ni siquiera sabe quién es realmente -replicó Maxon intranquilo de nuevo.
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The Divine Exile
Fantasy¿Qué pasa cuando un ángel es desterrado del cielo? Se dice que los ángeles caídos son inmortales e invulnerables, pero... ¿y si eso no fuera del todo cierto? ¿Y si existiera algún arma celestial que pudiera matarlos? ¿Y si un ángel caído se quitase...