Mi sueño

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Abrí los ojos sintiéndome totalmente relajada, no recordaba haberme sentido tan relajada en toda mi vida. Mire a mi lado para encontrarme completamente sola, me levante notando que llevaba un pequeño camisón palo de rosa, la tela era suave... No, era seda < ¿Cómo conseguí esto? >, me levante de la cama y camine hacia el baño, sentí que moría al ver el enorme y hermoso baño.

-Si es un sueño... Nadie me despierte

Entre a la bañera dejándome embriagar por el magnífico aroma a rosas y chocolate. Una vez que mis dedos estaban arruga dios y el agua fría salí de la bañera, me cubrí con la bata rosa pálido que había adentro < No será mi color favorito pero... Como me gusta >. Regrese a la habitación encontrado en la cama mi habitual atuendo, limpio y ordenado, junto a la cama se encontraba una chica que nunca había visto, ignorando pequeños detalles me vestí para luego desayunar lo que ella había dejado en la mesa de mi habitación.

-¿Podré acostumbrarme a todo esto?-suspire si entiéndeme agobiada de repente

Decidí dar un paseo para acostumbrarme un poco a mis alrededores, al llegar a la entrada principal me encontré con Zeref y unos cuantos de los Spriggan 12, al sentir ansiedad me retire de ahí queriendo evitar el contacto con cualquier persona. Logré dar con mi jardín favorito donde rápidamente me dejé caer en el césped, cerré los ojos mirando al cielo y sintiendo la suave brisa de la mañana, por un momento olvidé todo lo que había ocurrido, todas las muertes y el caos futuro... Por un momento todo fue perfecto.

-¡Vaya, nadie me dijo que My Lady había regresado!-abrí los ojos con cierta molestia al ser interrumpida-Bienvenida

-Neinhart, gracias-sonreí levemente-Siempre es un gusto volver

-¿Disfruta del buen clima?

-¿Cada cuando se puede disfrutar de una tranquilidad así?-murmure en vos baja-¿No deberías de reunirte con Spriggan?

-No me apetecía lidiar con eso ahora...

-Te entiendo... ¿Invel está con Spriggan?

-Naturalmente, parece perro persiguiendo su cola

Me levanté regalándole una pequeña sonrisa, me adentre en la gran edificación en busca de Invel, quien no solo era el Cónsul de Álvarez sino que también era uno de los pocos en los que confiaba. Yo misma había elegido a cada miembro junto con Zeref, no dejaría que una bola de ineptos buenos para nada, lo protegieran. Elegí y aprobé a la gran mayoría, excluyendo al inútil de Larcade, ese era culpa de Zeref.

Entre a la sala donde se suponía hacían sus aburridas reuniones pero me encontré únicamente con August quien al verme hizo una pequeña reverencia, suspire decepcionada.

-Lady Spriggan, no sabía que había regresado...-murmuro apenado

-Si bueno, no eres el único-sonreí de lado caminando hacia él-A diferencia de Spriggan no me gusta hacer de mi presencia un escándalo...-murmure en voz baja-Estoy aquí únicamente para cuidar del Emperador, no para tomar un lugar que no me corresponde...

-Es usted la mano derecha del Emperador, creo que el lugar, fama y respeto que tiene se lo merece-me sonroje ante sus palabras

-Gracias, supongo...

-Gracias a la organización que el Emperador y usted pusieron, la gente puede disfrutar de una comunidad tranquila y amigable-continuo sus halagos-Sin mencionar que el programa de entrenamientos y preparación para el ejercito que sugirió, ha elevado el nivel de los soldados

-De no estar bien preparados en una invasión podríamos perder a la mayor parte de la población, además de que no arriesgaría la vida del Emperador dejando su destino en manos de gente con poca preparación-suspire-Además, el plan de respaldo ante la derrota del ejercito es utilizar a los Spriggan 12, por eso han sido seleccionados 

El Secreto de los Dragneel {Natsu, Zeref y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora