Natsu vs. Zeref

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En medio del modo de batalla donde Natsu se enfrentaba a los guerreros de Álvarez, una enorme esfera de maná oscuro apareció, dejando a la vista a un joven azabache y a una pelirroja prendida a su brazo.

-Eliminaste a 973 soldados, aún te faltan 999.027-sonrió Zeref al aparecer

-Pensé que les tomaría más tiempo llegar aquí y jugar conmigo-contestó Natsu observando a la pelirroja y palideciendo ante la vista de aquel vientre abultado <<¿Está embarazada?>>

Natsu no cabía en su sorpresa y tampoco Happy, quienes miraban a la mujer con una mezcla entre horror, decepción y envidia. Sí hacia cálculos ese bebé podría bien ser suyo, sin embargo, estaba prendada a Zeref, lo que significaba que también había estado con él. Su corazón se rompió ante aquella idea y un creciente odio por Zeref aumento considerablemente.

-No pude resistirme, yo quería verte tan pronto como fuera posible, Natsu

-Odio tener que acabar con nuestro caluroso y amigable encuentro...-comentó el pelirosa con odio y retirando la venda de su brazo derecho-Pero ahora despídete, Zeref!

-¿Eh? ¿Cómo fue que llamó a su Majestad hace un momento? ¿Le dijo "Zeref"?-comenzaron a murmurar los soldados

-En Ishgar se refieren a su Magestad de esa manera-aclaro Invel-Zeref, el Mago Oscuro... actualmente esa es la verdadera identidad de su Majestad

-Invel, tú y los otros, retrocedan un poco por favor-ordenó la pelirroja

-Happy, tu también vuela lejos de aquí

El gato azulado obedeció a la petición del pelirosa deseándole suerte y que mandara al infierno a Zeref. Este por su parte volvio a pedirle a sus hombres y al Cónsul que retrocedieran y varios kilómetros lejos de ellos.

-Tengo que protestar, su Majestad. ¿Hay realmente una necesidad para que usted tanga que ensuciarse las manos con alguien como él?

-Esto es algo que yo, y nadie más, puede hacer...

-...-suspiro-¡Todas las tropas retrocedan hacia el oeste!-ordenó Invel-Su Majestad deberá crear un camino para nosotros-observo con ansiedad a la pelirroja-Majestad, en su estado sería mejor retroceder...

-Me quedaré junto a mi esposo-se limitó a decir-Y ni una palabra más-resignado el cónsul retrocedió

Las tropas se retiraron dejando a Zeref y Natsu frente a frente, en una roca algo alejada, sentada de piernas cruzadas se encontraba la pelirroja, escuchando y viendo todo con claridad. Aunque deseaba intervenir y proteger a Zeref como su instinto se lo pedía, tenía órdenes directas del Emperador de no intervenir, pasara lo que pasara; siendo una mera espectadora de la batalla.
Dentro de ella, una parte que deba estar dormida comenzaba a emerger, preocupada y aterrada, el miedo de perder a un ser amado <<¡No, Zeref! ¡Déjame salir!>>. Una vos interior chillaba desesperada, lágrimas que no debían salir fueron liberadas mojando sus mejillas.

-Heredé este poder de Igneel-habló Natsu capturando su atención-El último poder que dejó dentro de mí y me tomo diez meses de entrenamiento para poder liberar este poder

-¿El último poder de Igneel...?-susurro aturdida

-Este es un trato que se hace solamente una vez... una vez que utilice este poder mágico, quien reciba el ataque nunca más se podrá regenerar-aseguró orgulloso-Este poder es verdaderamente la tenacidad inquebrantable de Igneel

El corazón de la pelirroja se contrajo, observando la esperanza, la enorme alegría que baño el rostro del azabache al escuchar eso <<¡Si lo toca, morirá! ¡Haz algo y salvalo! Te lo suplico... salva a Zeref>>. Casi instantáneamente la pelirroja se levantó de aquella roca, aquellos gritos internos que le suplicaban intervenir y recibir el ataque para salvar a Zeref.

El Secreto de los Dragneel {Natsu, Zeref y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora