Capitulo único.

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La luz en la mansión Xavier se había ido, algunos niños estaban emocionados, otros estaban asustados, Charles se encargaba de juntar a los niños con ayuda de Hank, Azazel y Raven, pero ahí hacía falta alguien.

-Raven, ¿Has visto a Erik?

-No –respondió la chica azul- Tal vez este con Logan viendo la falla.

Charles asintió, todos sabemos que eso no era posible, Charles recogió a Kitty que jugaba con Bobby a atravesar las paredes.

-Kitty, Bobby, ¿Pueden ir con los demás?

-Sí, Profesor –respondieron los dos infantes, Charles sonrió-

Ambos niños se fueron corriendo tomados de la mano, junto a los demás estudiantes, Greta llego corriendo a abrazar a su padre.

-¿Estas bien Greta? –Pregunto Charles- ¿Dónde están tus hermanos?

-Wanda, Pietro y yo estábamos jugando a las escondidas, ahora no sé dónde están, tampoco sé dónde este David

-Está bien, ¿Quieres ayudarme a buscarlos? Mientras yo buscare a Erik ¿Si?

-Ok –sonrió Greta-

La pequeña corrió llamando a sus hermanos con sus poderes telepáticos, Charles seguía buscando al alemán hasta que sus propios pensamientos lo llamaron.

''Charles''

-¿Erik dónde estás?

''En la biblioteca''

Charles corrió hasta el otro extremo de la casa, le preocupaba su esposo lo había llamado con desesperación.

-Cariño, ¿Estas bien?

-Ahora sí.

Erik escondió su rostro en el cuello del inglés, aspirando su aroma tan familiar y suave, Charles no hizo preguntas, simplemente lo abrazo en silencio con la oscuridad y la lluvia acompañándoles, el profesor acariciaba el cabello de Erik con ternura.

-Solo... -suspiro- la luz se fue sorpresivamente, yo estaba leyendo y empecé a recordar cuando la guerra comenzó, cuando tenía que dormir a los 8 pm y no hacer ni un solo movimiento, pensé que ya lo había superado, pero de nuevo sentí esa sensación de acorralamiento, no puedo más Charles, no quiero asustar a nuestros hijos, ni a los niños.

-Erik no, eres tú, eres fuerte, eres el amor de mi vida, no nos dan en esta vida más de lo que podemos soportar, eres un sobreviviente, y eso te hizo el hombre que hoy eres, el hombre que amo, los niños te aman, nuestros hijos y los alumnos, saben quién eres y no lo cambiarían.

-No sé qué haría sin ti Charles

-Ni yo sin ti, pero no quiero descubrirlo, sin ti me muero.

-Tienes razón, no hay que obsesionarnos en pensar acerca de cosas imposibles, yo nunca podría dejarte, no podría vivir sin Charles Xavier.

Sonrieron, los ojos azules de Charles brillaban más aun en la oscuridad, o tal vez brillaban de amor por el alemán, Erik lo comenzó a acorralar en la pared Erik comenzó a besarlo con ternura, Charles correspondía con la misma intensidad, el inglés rodeo sus brazos en el cuello del otro, siguieron así por unos minutos hasta que escucharon los gritos y risas de los adolescentes y niños, Charles sonrió humedeciendo sus labios, Erik correspondió la sonrisa, ambos respiraban levemente agitados.

-¿Quieres ir? ¿O prefieres quedarte?

-No, no, no puedo dejarte solo, te ayudare

Charles sonrió, tomo la mano del otro hombre, caminaron hasta donde estaban todos, algunos ya disfrutaban una taza de chocolate caliente, los mayores y los adolescentes les dedicaron una sonrisa cómplice, detrás de ellos apareció Logan.

-¿Entonces podemos contar historias de terror? –pregunto John emocionado-

-No –dijo Bobby- Odio eso.

-Yo te protegeré Bobby.

-Mejor que papi Charles nos cuente una historia –dijo Greta emocionada-

-Bien lo hare

Charles sonrió, Erik se sentó junto a él, todos lo miraban atentos, incluso los adolescentes, Azazel y Raven terminaron de entregar las tazas de chocolate.

-¡Comienza papi! –Grito Wanda-

-Erase una vez, hace algunos años un chico llamado Charles, vivía con su bella hermana Raven muy felices, hasta que la pequeña conoció a un chico llamado Azazel, la vida parecía completarse cada vez más, Charles abrió una escuela donde muchos pequeños niños y guapos adolescentes estudiaban.

-¿Nosotros? –Pregunto Anna Marie, Charles asintió-

-La pequeña Raven y Azazel tuvieron un pequeño y adorable bebe azul llamado Kurt, así que se casaron, Charles era muy feliz con su escuela y su familia, pero él también quería algo más, algo que le hacía falta, ¡Vaya! Un poco de romance –los adolescentes y profesores rieron- Así que un día tuvo la fortuna de conocer en Argentina a un hombre increíblemente guapo, desde aquel día Charles nunca fue el mismo –Erik sonrió-

-¿El profesor Erik? –Pregunto Clarice-

-Si –sonrió Charles- el guapísimo profesor Erik, al principio era muy serio pero después de unas cuantas partidas de ajedrez descubrieron que estaban enamorados, así que se casaron y tuvieron al pequeño David, después a los preciosos gemelos Wanda y Pietro y por ultimo a la hermosa Greta.

-Que aguante –dijo Scott desde un rincón abrazando a Jean, los mayores rieron-

-¿Ahí acaba la historia tío Charles?

-No –sonrió Charles, Raven lo miro- Como pueden ver todo es hermoso, y para hacerlo aún más perfecto, Charles una mañana descubrió que tendría un nuevo bebe con su amado Erik

-¿Qué? –pregunto Logan-

-¡Estamos esperando otro bebe, Erik!

Los niños comenzaron a gritar de felicidad, los adolescentes se miraron entre asqueados (por las imágenes mentales incesarias acerca de la pareja) y sorprendidos, pero también estaban felices, Erik levanto en brazos a Charles.

-Te amo Charles.

-Te amo más, Erik Magnus.

Y así, nueve meses después nació la pequeña Lorna y la bella Nina (si, eran gemelas).

Y Charles comprobó que no había nada más perfecto que ser hermano, esposo, profesor y padre.

A story by Charles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora