14-'Ton...to'

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Tobias

Ahora que estábamos juntos quería pasar más tiempo con ella. Aquel día iba a demostrarle que mis macarrones eran los mejores.

Como que no podía llevarla porque era el martes cuando tenía el coche arreglado, decidí que le presentaría a Ryan.

Le cogí la mano y vi que se sonrojaba y se quedaba mirando en dirección a los dedos que empezaba a entrelazar. Ryan apareció por la puerta con mi mochila colgada del hombro.

—Ahora vengo—Me dijo señalando sus amigas.

Me besó la mejilla y yo sentí que aquello me electrificaba. Seguí con la mirada por donde iba, admirando su figura. Ryan me lanzó la mochila a la cabeza y me dijo:

—Vas a suspender lengua, ¿lo sabías, verdad?

Iba a soltar una burrada, pero me callé:

—Gracias por cubrirme. Por cierto...

—¿No pensabas decirme que dejaste a Michelle?

—Ah, si, sobre eso...

Skyler se acercó a nosotros y en cuanto estuvo a mi lado, se quedó mirándome, dubitativa:

—Este es Ryan, mi mejor amigo y nuestro taxi de hoy.

Él sonrió al principio, pero después de oír "taxi" me miró con su cara de "¿Pero de qué vas, tío?". Ella le sonrió y con su dulce voz dijo:

—Yo soy Skyler, un placer.

Él se quedó mirándola de arriba a abajo, analizándola. A ella no pareció importarle.

—Para ser tan normal no me explico que te guste un idiota como Tobias.

Abrí la boca asombrado y ella se tapó la boca mientras reía:

—Puede que ese sea su único encanto.—contestó.

Ryan sonrió. Era la primera vez que lo veía sonreír desde hacía mucho tiempo. Estaba seguro de que la rubia le había caído bien.

Nunca esperé que el camino a casa pudiese ser tan largo e incómodo. Las risas de Ryan y de Skyler hacían vibrar el coche:

—Y se despertó una hora después diciendo en sueños 'Es la raíz cuadrada de dos'—Contaba Ryan cosas vergonzosas sobre mí.

Ryan se había puesto al volante, yo al asiento del copiloto y Skyler en el asiento de detrás, en el centro. Desde el momento en el que ella se sentó en el coche, empezó a contarle cosas vergonzosas sobre mí. Y no se estaba cortando un pelo, la verdad.

Ella rió y Ryan la imitó:

—Lo peor no era que se hubiese dormido en clase y hubiese contestado a la pregunta una clase después...¡Si no que la respuesta estaba bien!

Ella rió de nuevo:

—Ja ja—Reí sarcásticamente.—¿Podríamos hablar de otro tema? Aquello es de hace mucho tiempo, ya.

Pude ver cómo Ryan reía malvadamente y temí lo que contestaría:

—Sabes Skyler, la última que hizo fue la que más me gustó. Fue a penas hace unos días...

Estuve repasando mentalmente qué era lo que le había hecho, pero habían tantas cosas que no sabía cual contaría y cuál me avergonzaría más:

—Estábamos en mi coche tan tranquilos cuando empezamos a discutir...

¿Iba a contar lo del pedo? No, tío...

—¡Vaya si ya estamos en mi casa!—Grité por encima de la voz de Ryan.—Será mejor que bajemos, no vaya Ryan a llegar tarde a comer...

Me bajé del coche mientras abría rápido la puerta de Skyler para que saliera:

—Gracias, Ryan, ha sido muy divertido hablar contigo.

—Podríamos quedar de nuevo—Sonrió.

¿A que venía aquella sonrisa de idiota? ¿Es que acaso estaba intentando hacerse el guay?

—No ligues con ella, tolai—Le cogí la mano y entrelacé mis dedos con los suyos.

Skyler sonrió mientras se enrojecía y Ryan contestó a aquello levantando las manos del volante y despidiéndose.

—Qué celoso.—Rió ella, alegrándome el día con su voz.

—Calla.—Giré la cara, avergonzado de que fuera verdad.

De repente ella tiró de mi mano diciendo:

—Vamos, que quiero ver a tu perrito.

Nada más entrar en casa esperé encontrarme a Bob encima de mí, pero en vez de eso me lo encontré al lado de Skyler, saltando como un loco. Me pareció adorable verles juntos, pero en vez de decirlo, sonreí.

—¡Me encanta!—Gritó abrazandole—Todavía no se como de llama...—Me miró.

—Bob.—Al oír mi voz giró la cabeza para mirarme mientras respiraba con la lengua fuera.

Ella sonreía mirando la expresión que hacía mi mascota. Yo sonreía mirando la expresión que ella hacía. Cuando giró a mirarme, me devolvió una sonrisa todavía más grande. Aprovechando su timidez ocasional le guiñé un ojo y como esperé, se sonrojó; haciendo latir fuertemente mi corazón.

—Será mejor que vaya haciendo la comida.— Reí acercándome a la cocina abierta, cerca del sofá donde solía tumbarme.

Ella se levantó y se alejó de Bob, quien se tumbó en uno de los sofás más pequeños. Se acercó a donde estaba preguntando:

—¿Te ayudo en alguna cosa? ¿Necesitas algo?

—Sí, acercate aquí.

Ella se acercó obediente mientras me miraba con aquellos dulces ojos verdosos:

—¿Qué necesitas?

—Energía.

La agarré de la cintura, la atraje hacia mí y la besé lentamente. Notar sus labios suaves me devolvía a la vida y notarla agarrarme la camisa por la sorpresa solo hizo alegrarme más. Se apartó de mí lentamente dando grandes bocanadas de aire. Sabía que quería decir algo como 'Idiota', pero no podía decir nada, de su boca no salían nada más que jadeos.

—Energía recargada.—Sonreí.

—Ton... to...—Logró decir apoyando la cabeza en mi pecho.

—No necesito ayuda, rubia.— Le sacudí el pelo. — Puedes ir a tumbarte al sofá.

Ella se me quedó mirando y tras unos segundos se tumbó al sofá de forma obediente. Bob se acercó a ella y mientras miraba una serie en la televisión, acarició tranquilamente la mascota.

Yo me dispuse a hacer la comida, deseando que me saliera más buena de lo normal para lograr impresionarla.

Mi no tan 'CRUSH'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora