Una vez más, el Sol se ha ocultado,
ha caído, asustado,
ante la idea de no verte y
de no poder tenerte.
Y, ha salido la Luna
a ocupar su lugar,
envolviéndome con la tristeza
de no poderte tocar.
Porque, amado,
desconoces la tortura de
no tenerte a mi lado.
No comprendes cuanto extraño
tu música risueña,
ni el sentir que cada año,
el Señor más no aleja.
Fíjate, si hoy estoy rimando,
cuando esto de versar
nunca fue de mi agrado.
Pero intento hacerte llegar
mis sentimientos cantando,
esperando
que te vuelvas a quedar.
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El cuaderno de nubes grises
De TodoEsto no es una historia, ni un cuento, ni nada que pueda interesar a nadie. Esto es simplemente una especie de cuaderno, de esos donde te pones a escribir lo que piensas y lo que sientes en esos momentos en los que estás frustrado, triste, roto o en...