Poema I

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Una vez más, el Sol se ha ocultado,

ha caído, asustado,

 ante la idea de no verte y

de no poder tenerte.


Y, ha salido la Luna

a ocupar su lugar,

envolviéndome con la tristeza

de no poderte tocar.


Porque, amado,

desconoces la tortura de

no tenerte a mi lado.


No comprendes cuanto extraño

tu música risueña,

ni el sentir que cada año,

el Señor más no aleja.


Fíjate, si hoy estoy rimando,

cuando esto de versar

nunca fue de mi agrado.


Pero intento hacerte llegar

mis sentimientos cantando,

esperando

que te vuelvas a quedar.

El cuaderno de nubes grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora