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Para las mejores del 🌎 que leen mi fic 🌚 ya tienen un lugar en mi ❤ bacostaok Alejaandraa_a xmeelox emilypatch

Mi día se basa en espiar a Harry y ver si en algún jodido momento toma mi libro para leerlo.

Bien, digamos que todo mi plan de espía-por-un-día se va a la mierda cuando el imbécil entra al baño. Quiero golpearlo, por segunda vez en menos de veinticuatro horas.

Espero, y espero, y sigo esperando.

Él no sale de allí.

Sigo esperando...

A la mierda.

Entro rápidamente y lo encuentro sólo, apunto de abrir mi cuaderno. Joder, parece que el corazón se me va a salir del pecho justo ahora.

-¡Alto ahí! -grito, o más bien chillo, y el castaño me mira sorprendido -. ¿Pensabas perder una clase para leer cosas que no tienes que leer? -le espeto.

-¿Qué demonios estas haciendo en el baño de hombres?

-¿Qué demonios estas haciendo en el baño de hombres? -lo copio.

-¡Liz, no hagas eso! -me mira furioso mientras cierra mi cuaderno y lo guarda en su mochila.

-¡Liz, no hagas eso! -lo imito nuevamente y me acerco a él. Debo conseguir mi cuaderno por las buenas o por las malas.

-Detente ahí, muñeca -dice poniendo ambas manos frente a mi en modo de defensa -, no quiero lastimarte, Elizabeth.

-¿Y si quiero que me lastimes? -digo en un tono grave, intentando sonar sexy. Si, intentando, porque no me ha salido.

-¿Qué...?

-Basta ya, Harry. Los dos sabemos lo que queremos.

Mientras Harry retrocede sorprendido y un tanto asustado por mis acciones, yo me encargo de acercarme y pegarlo a la pared.

Estoy jodidamente nerviosa pero no me detengo.

-Harry -lo llamo, cuando noto que su vista esta en mis tetas, que se encuentran pegadas a su pecho. No se que mierda estoy haciendo, pero se siente bien.

-¿Qué estás haciendo? -me pregunta en un susurro. Está tan nervioso como yo, con la diferencia de que él lo demuestra.

-¿Yo? Nada... -comienzo a subir mis manos y las coloco sobre su nuca, acariciando su cabello.

Si, quizás me esté aprovechando de la situación.

Quizás.

Cuando acaricio su cabello puedo ver como cierra los ojos, disfrutando de mi tacto. Comienzo a esparcir leves caricias en su rostro, delineo sus labios, sus mejillas, sus ojos cerrados, su barbilla...

-¿Tess te hace sentir así? -pregunto.

¿De donde ha salido esa valentía?

-No.

-¿Tess te hace poner así de nervioso?

Aprieto más mi cuerpo contra el suyo y suspira.

-Joder, no.

Comienzo a acercar mi boca hasta su oído y le susurro -: Nadie te hará sentir así. Nunca.

Cuando está por tomarme de la cintura, rápidamente me agacho y tomo la mochila que se había deslizado de su mano.

Y salgo corriendo de allí.

Un aturdido Harry comienza a seguirme luego de unos segundos, y lo único que se es que me encuentro intentando salvar mi vida del furioso Styles.

¿Furioso? Si parece un jodido osito de peluche...

-¡Elizabeth! ¡Para!

Oh no, no pienso parar.

Sigo corriendo por los pasillos y de pronto me encuentro en el suelo, con la mochila de Harry aferrada a mi pecho y un dolor de cabeza espantoso. ¿Qué demonios acaba de suceder?

Observo a mi alrededor y encuentro a un muchacho de mi edad tirado en mi misma posición. Genial, me he llevado puesta a una persona.

Lo miro con toda la vergüenza del mundo mientras el mira horrorizado detrás de mi. Si, Harry seguía persiguiéndome. El imbécil no parecía cansarse y yo estoy segura de que después de esto necesitaré un trasplante de pulmón.

Me levanto con las pocas fuerzas que me quedan, grito un "¡Lo siento!" y sigo escapando de Harry.

Cuando lo pierdo de vista, me meto en la primera puerta que veo. Bien, ahora estoy llena de escobas y trapos y toda esa mierda que el conserje usa para limpiar. Abro desesperada la mochila de Harry y busco entre sus cosas, y encuentro mi bendito cuaderno.

Joder, al fin.

Lo abro por instinto y noto algo extraño en el.

Este cuaderno pertenece a Harry E. Styles.

¿Qué?

¿Cómo?

-¡Liz!

-¡Santa mierda! -me llevo una mano al pecho y respiro agitada, mientras Harry ríe porque me ha asustado. Menudo idiota.

-Dame mi mochila -me dice.

-¿Qué es esto? -pregunto sacando el cuaderno, idéntico al mío, pero que tiene su nombre.

-Mi cuaderno -contesta, tranquilo.

-¿Por qué tienes uno igual?

-Porque había comprado dos iguales, uno para ti y uno para mi. Ahora, dame mi mochila.

-¿Tú...? ¿Qué?

-Elizabeth, tu cuaderno no esta aquí -dice sonriendo. Ugh.

-Entonces tomaré el tuyo -intento sonar amenazante, pero lo único que logro es que el se encoja de hombros.

-Allí anoto los futuros exámenes, puedes tomarlo -dice indiferente.

-¡Ugh! ¡Dame mi maldito cuaderno!

-¡No!

-¡¿Por qué, joder?!

-¡Porque si te lo doy dejarás de hablarme!

-¿Qué?

Moments || h.sWhere stories live. Discover now